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Amílcar Cabral (1973-2016). Breves apuntes sobre cultura

 

Hoy, 20 de enero, recordamos a Amílcar Cabral. Se cumplen 43 años de su asesinato. La distancia temporal no impide que su legado intelectual nos llegue con una sorprendente frescura. Ofrecemos a nuestros lectores unos breves apuntes sobre cultura, sin duda, uno de los temas mejor tratados por el héroe de la independencia de Guinea-Bisáu y Cabo Verde.

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La cultura, como la historia, es un fenómeno en expansión e íntimamente ligado a la realidad económica y social del medio, al nivel de las fuerzas productivas y al modo de producción de la sociedad que la ha creado. En segundo lugar, porque el desarrollo de la cultura se produce en forma desigual, lo mismo en un continente que en una “raza”, e incluso que en una sociedad. Efectivamente, las coordenadas de la cultura, como las de todo fenómeno en desarrollo, varían en el espacio y en el tiempo, tanto en sentido material (espacio y tiempo físicos) como humano (biológicos y sociológicos).

Por esta causa, la cultura –creación de la sociedad y síntesis de los equilibrios y soluciones que engendra para resolver los conflictos que la caracterizan en cada fase histórica- es una realidad social independiente de la voluntad de los hombres, del color de su piel, de la forma de sus ojos o de los límites geográficos de cada país.

Para que la cultura cumpla el papel que le corresponde en el movimiento de liberación, éste debe establecer con precisión los objetivos a alcanzar en el camino hacia la reconquista del derecho del pueblo que representa y dirige, a poseer su propia historia y a disponer libremente de sus fuerzas productivas, para, de esta manera, posibilitar el desarrollo ulterior de una cultura más rica, popular, nacional, científica y universal.

Lo que importa al movimiento de liberación no es demostrar la especificidad o no especificidad de la cultura del pueblo, sino proceder al análisis crítico de esta cultura, en función de las exigencias de la lucha y del progreso, lo que permitirá situarla, sin complejos de superioridad o de inferioridad, en la civilización universal, como una parcela del patrimonio común de la humanidad y es la perspectiva de su integración armoniosa en el mundo actual”.

 

 

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