Patria
Se mecen estrellas de oro
sobre el Teide desafiante,
del mar colosal atlante.
La oscuridad canta a coro
la rocosa gallardía
del canario abandonado
a su futuro y a su pasado;
cantan las pétreas poesías
para hacer de la memoria
vigorosa llama vital,
pues no hay nunca patria natal
si no supo de su historia
y quien roba tal historia
no es solo un vulgar ladrón:
nos devora el corazón
porque empolva toda gloria
de siglos perecederos,
de siglos que están por llegar,
de los que hemos de recordar
porque pasados ya fueron.
Somos el pensamiento de algún dios,
somos brujas con sus gorgojitos,
somos milicia, somos el vítor
ante el barco, ahogado por la tos,
somos los puertos innecesarios,
somos la población inmigrante,
estamos por detrás… ¡y adelante!
Somos siete islas, somos canarios.
La desmemoria latente
bajo el almendro sentada,
las casas blancas casadas
con el rojo magma ardiente,
el joven que se rebela
¡somos la solidaridad
surgida de la oscuridad,
los alumnos en la escuela!
Somos el Ateneo insurrecto
a los caciques y a su mediocridad,
somos el campo y somos la ciudad
observada en todos sus aspectos.
Yo soy una casita de Anaga
y tú eres un edificio en Las Palmas,
yo soy el Océano en calma
y tú eres la noche cuando se apaga.
Pablo Daniel Ramos Infante