ActualidadColonialismoDefensa del territorioDerechos económicosDerechos medioambientalesDerechos SocialesIslas CanariasOpiniónPolítica

Reconocimiento, respeto y protección

«Hoy que volvemos a alzarnos como pueblo, unido como nunca lo habíamos hecho anteriormente, es necesario más que nunca: reconocimiento, respeto y protección»

El despertar a nuestra realidad territorial (condición insular), social (boom turístico) y económica (deteriorada) consecuencia del trauma reciente del confinamiento, nos ha permitido ver: la fragilidad del territorio a consecuencia de un colapso global en la movilidad, al igual que lo sufrieron nuestros ancestros tras la caída del imperio romano; el stress provocado por las oleadas de turistas continuadas sin temporalidad o dicho de otra manera siempre es temporada alta; y sus consecuencias económicas, escases de vivienda para nuestros hijos en edad de emancipación, stress de las infraestructuras, en las condiciones de trabajo en el sector servicios sometido a una mayor exigencia por igual salario, claramente insuficiente para mantener condiciones dignas de vida.

No quiero centrarme en estos cambios evidentes, más allá de una contextualización temporal, sino en la toma de conciencia de nuestro pueblo, el canario, en condiciones excepcionales y la respuesta dada en todas las islas, unidas por el hartazgo de un ciclo que ya creíamos superado.

Hemos despertado de una alienación cultural de siglos, al menos así es como lo siento a nivel personal, hace diez meses regresaba a la isla impactado por la barbarie desatada en Palestina y en la larga cola para embarcar en el avión me dio tiempo de leer un artículo sobre los descubrimientos en el yacimiento del “Bebedero” en Teguise. Durante este tiempo transcurrido desde la vuelta he experimentado un nuevo despertar ante la injusticia de la guerra primero y luego al reconocimiento cultural como canario, con la suerte de encontrarme a personas comprometidas con la arqueología social y ahora con la lectura de Antonio Macias (Los aborígenes canarios. Tres milenios de Historia).  

En ese despertar, he tomado nuevamente conciencia del continuo expolio al que está sometido el legado de nuestros ancestros desde hace al menos cinco siglos. Esa primera toma de conciencia se dio de forma generalizada en la sociedad canaria con la muerte del dictador, surgió, con gran ímpetu, la necesidad de conocer mejor nuestro territorio e identidad, negada por décadas de oscurantismo al respecto, como fruto Natura y cultura de las Islas Canarias, la nueva Enciclopedia escolar para conocer nuestro entorno más inmediato, tras ella  una pléyade de productos culturales, sociales y políticos, se abría una nueva etapa en nuestra conciencia como pueblo, después de siglos de colonialismo.

Pero, oh sorpresa, todo este emerger se encauzo por los de siempre (elites económicas y políticas canarias) para beneficio propio: formaciones políticas aparentemente integradoras en forma de coaliciones, levantando la identidad perdida; interés y compromiso con nuestra peculiar identidad cultural, construida a través del mestizaje (nuevos cantores canarios), recuperación de viejos juegos ancestrales (aunque la vaca no diera leche), legislación de currículos escolares de contenidos canarios, aunque está labor solo la desarrollaron algunos docentes con compromiso y entrega, sin desarrollo curricular, ni normativo dejándolo a la buena voluntad…

Llegamos al momento actual, retomando las viejas recetas: depredación del territorio a favor de empresas transnacionales que saquean nuestra tierra y a sus gentes; nacionalismo de postureo  convirtiendo la cultura en  un bien más de consumo al servicio de “nuestra prospera industria” y del apaciguamiento; ninguneo de nuestra enorme riqueza cultural ancestral, aún existente en múltiples manifestaciones a pesar de los cinco siglos de borrado institucional, escondiendo en sótanos y colecciones privadas el rico legado de nuestros ancestros.

Hoy que volvemos a alzarnos como pueblo, unido como nunca lo habíamos hecho anteriormente, es necesario más que nunca: reconocimiento, respeto y protección. Reconocimiento a las nuevas aportaciones de arqueólogos, historiadores e investigadores. Respeto a las tradiciones de nuestros ancestros, mantenidas con celo por sus descendientes, en los lugares más recónditos de nuestra geografía; y protección a los yacimientos y manifestaciones aún existentes en todas las islas.

F B Miranda

Fotos: archivo de El País Canario.

                                                

Un comentario en «Reconocimiento, respeto y protección»

  • Apreciado Fernando. La emotividad que reflejan tus palabras, describiendo la realidad de nuestro pueblo, haciendo un diagnóstico certero, me hacen confirmar que se necesitan personas como tú, que aún creen que merece la pena luchar para revertir dicha realidad. No me equivoco al decir que ambos somos unos pesimistas esperanzados, aunque tú has puesto en esta lucha todas tus energías. Por ello te admiro. Un abrazo

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *