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ANC propone un debate público sobre zoológicos como el Loro Parque

Desde ANC consideramos que la interacción del ser humano con el resto de seres vivos, debe fundamentarse sobre principios en las que el respeto máximo a sus derechos, dignidad e integridad son conceptos básicos para conseguir la tan necesaria armonía en la convivencia con éstos.

Por ello, mostramos nuestro disgusto y rechazo por la llegada de los tres ejemplares de león a Loro Parque, que presentan como parte de su supuesto compromiso con la conservación de la biodiversidad o como acción de “recuperación de especies”, y la sensibilización en la protección del medioambiente. Sin embargo, desde nuestra organización, percibimos claramente que se trata de una justificación del negocio con animales, ya que se realiza con la intención de ampliar la oferta, aprovechando el declive general de los zoológicos para obtener nuevas especies. Pensamos que hay mejores formas en cuanto a la “conservación de la biodiversidad”, como respetando el hábitat natural de cada especie y no condenándolos a un cautiverio que pasa por el estrés de la exposición pública.

De ahí que, por mucho que destinen recursos en recrear el hábitat de estos leones, bajo ningún concepto tiene parangón con el hecho de vivir en su entorno natural, como una socialización real y efectiva. En el caso de los animales que viven en zoos, existen estudios que avalan los daños psicológicos, tristeza, depresión, estrés que sufren los animales, y que suele manifestarse en actitudes agresivas, llegando incluso a atacar a sus cuidadores, o monitores, como sucedió en el supuesto accidente de Alex, cuidador de orcas de Loro Parque.

Así pues, lo más adecuado es que en los países occidentales siga aumentando la conciencia animalista tendiendo a la desaparición estos espacios de reclusión y presionando a los gobiernos y empresas occidentales a que asuman su responsabilidad en la gestión neocolonial de África, que promueve, con la colaboración local, grandes extensiones agrícolas y ganaderas que acaban con los hábitats naturales de numerosas especies. Especial mención requiere la producción de agro-combustibles para mantener la flota de vehículos en Occidente

También nos preocupa sobre el Loro Parque,  las condiciones de precariedad laboral de sus empleados, que encuentran dificultades para sindicalizarse y para disfrutar de sus derechos, lo que convierte al negocio en una explotación tanto de animales como de personas.

Terminamos expresando que necesitamos del crecimiento económico, pero no de cualquier tipo, ni a cualquier coste humano y social, lanzando la necesidad de un debate público sobre alternativas a este modelo, antes de que la propia dinámica cultural destruya una gran cantidad de empleos, sin tener proyectos que lo sustituyan desde una administración que ha apoyado ciegamente y sin visión de futuro estas iniciativas.

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