Antonio Cubillo: “Estos hijos del Gran Volcán, teníamos algo del Padre Teyde y nos criábamos fuertes y duros como la obsidiana y nada nos hacía llorar”

El próximo domingo, a las 11:30 horas, tendrá lugar un solemne homenaje a la memoria de don Antonio Cubillo en el Cementerio de Santa Lastenia (Santa Cruz de Tenerife)

Quien no ha vivido durante su juventud en las faldas del gran volcán no sabe lo que es la grandeza de la Naturaleza ni lo que impone y marca la tierra guanche en la gente que vive en esta isla de Tenerife o Chinet. Los que por primera vez llegan a Ycoden, después de haber sobrepasado San Juan de la Rambla, y se hallan en las mismas faldas del volcán así de repente, sienten que algo se les revuelve allá adentro y que la emoción se les sube a la garganta ante tanta belleza y ante aquella perfección volcánica de piedras quemadas pero al mismo tiempo plena de armonía, como una pirámide primigenia que marcó a los hombres hace miles de años y les dijo que la perfección estaba en la pirámide inicial. Todos aquellos que contemplan una vez al Teyde desde las tierras de Ycoden, jamás podrán olvidarlo y el gran volcán los hará volver, una y otra vez y solo hallarán la paz del espíritu, cuando a su falda reflexionen sobre el sentido de la vida y de la muerte.

Aquellos que me lean y sean de otras islas u otros lugares, cuando repasen estas líneas allí donde les indico, comprenderán que tengo razón y podrán entender muchos de mis comportamientos ante la vida y en defensa de esta fantástica tierra africana.

Estos hijos del Gran Volcán, teníamos algo del Padre Teyde y nos criábamos fuertes y duros como la obsidiana y nada nos hacía llorar.  

Antonio Cubillo*

_{*Extraído de Los años verdes. Semimemorias}