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20 de Abril. La Primavera canaria 

Escucho la Primavera de Vivaldi mientras leo los comentarios en las RRSS de la revolución que se está fraguando en mis islas… estoy lejos, pero estoy cerca, me siento muy dentro del movimiento canario que sale a la calle a pedir justicia social, barahúnda de gente pacífica con la que se enorgullece mi alma, evoco mi juventud y pienso: esa es mi gente, mi tierra, a la que quiero volver, de la que nunca he salido en mis sueños…

Y me encuentro en estas navegaciones instagrameras, con el verdadero periodismo de actualidad, sincero y no manipulado. Estoy viendo lo que está pasando y, en directo, escucho a un joven rapeando en la plaza de la Concepción de La Laguna. Es  tan nítida la imagen y la voz, tan real, que me salen las lágrimas a borbotones, mi alma, transportada a la primavera canaria se embelesa y se emociona, ¡por fin!, un heroico golpe bien asestado, directo y claro al corazón del villano, de los villanos, pues como sucede en todos los movimientos liderados por alguien, detrás del líder hay ejércitos de mercenarios que, como en el holocausto nazi contra los judíos, y hoy en el holocausto judío  contra los palestinos, son la mano de hierro, el cobarde mirar para otro lado, o el asesino dedo que aprieta el gatillo, Hitler no lo hizo solo, ni Franco, Netanhayu tampoco.  La actual miserable política canaria liderada por uno, también tiene una triste legión que lo respalda.  

Un joven rapero en la calle explica, cual magistral clase universitaria que ya quisieran algunos maestros poder dar; y, con precisas palabras, mostrar esa clarividencia, inteligencia y generosidad, con las que imparte verdadero conocimiento.

Zerpa, artista rapero, cómo me diste un baño de realidad, y cómo describiste de manera nítida la causa de mi exilio y qué ganas, puedo prometer, me dieron de volver, para, desde mi edad y mi experiencia, apoyarte, felicitarte y darte las gracias por poner palabras y voz a este dolor que padecemos y que nadie se atreve a nombrar… ¡cómo estos chiquillos nos ponen el agua tan cerquita!… y nosotros tanto tiempo con sed, como nos diría Jarabe de Palo, no tiremos el vaso de agua que nos están poniendo en nuestra mano, no despreciemos el agua que nos dan para beber, calmemos todos, nuestra sed.

Los que tengan ansias de dinero y de  ostentar una posición social, política o profesional desalmada,  recapaciten y dejen ese vicio, les recomendamos que su deseo de  pasar a la posteridad sea, en cambio, por la estela que dejen de sus  buenas gestiones para  cambiar el mundo; no por ser sátrapas, no sean Eróstrato, no pasen a la sala de la fama por ser odiosos continuadores de tradiciones que ya han tocado techo, pasen a la historia por ser la llave que abrió el paso de una era,  de una época, por ser  la transición a la sostenibilidad, sean ustedes los conductores de la vuelta a la calidad de vida, a la humanidad y al sentido crítico y común, a  ser persona. Divinícense por recuperar los legítimos valores de respeto y tolerancia para la convivencia, por retomar la búsqueda de soluciones comunes para el bien común por encima del individual y por llevarnos a la comprensión de que la clase política es un servicio al pueblo, no un camino para el enriquecimiento de las arcas personales, ¡basta ya de caciquismo, amiguismo, machismo y todos los ismos que nos empequeñecen, y nos convierten en seres miserables y mezquinos! ¡Busquemos almas grandes para gestionar nuestro gobierno, líderes sensatos y serenos, con sentido común, que entiendan que la mayor arca, el mayor patrimonio que deben ansiar es el de todos, nuestra naturaleza, nuestra agricultura, nuestra pesca, nuestros cielos! Porque si agotamos nuestra tierra, nuestra gallina de los huevos de oro ¿de dónde saldrán más huevos dorados? Cuidemos nuestra tierra como si nos fuera la vida en ella, porque nos va. 

Así nuestros jóvenes en huelga de hambre, lo hicieron y casi les fue la vida en ello, menoscabando en beneficio de todos, su patrimonio vital, su propia salud. 

Pongo la canción de Luis Morera, izo mi bandera en mi balcón extranjero, cierro los ojos y, huelo mi mar y, se llenan de salitre las pestañas en la casa de mi abuela, en primera línea de mar canario por la que hoy los fondos buitre le están ofreciendo insultantes cantidades de euros…, los abro, y nubes grises, cemento y coches ruidosos me devuelven a lo que en breve será la Canarias mía, a la que solo podré acceder en fotos o en sueños.  

Canarias florece, el jardín de las Hespérides se llena de flores el 20 de abril de 2024 en una marejada primaveral, que inunda de savia nueva las calles adoquinadas y el siempre grotesco asfalto, para que las raíces guanches se renueven y los bucios sonoros nos reúnan en dignísimo tagoror escuchando a la madre tierra.

Los canarios, cual primavera renacen, se quieren mucho y se levantan en masa contra el desmantelamiento de su pueblo; y seis menceyes nobles, al (honorable / honroso) grito de ¡Atis Tirma!  se dejaron caer al vacío en una huelga de hambre cual inmolación de Mohamed Bouazizi en un reclamo democrático, y de una mejora sustancial de las condiciones de vida buscando con su protesta, cambios políticos, económicos y sociales que mejoren la vida en Canarias para todos los canarios que la habitan. Fue un hombre en Túnez el que produjo un tsunami de protestas dormidas, guardadas, recelosas y dolorosas que todo un país compartía; diez días después de su terrible muerte, Ben Ali dimitió. 

El país canario ofrendó a Achamán seis jóvenes canarios en huelga de hambre para salvar su tierra, pero Guayota ganó, sumido en sus pecuniarios anhelos, no movió para salvarlos, ni un dedo.  Si los que detentan nuestra voluntad nos niegan lo que queremos, si jóvenes valientes ponen su vida al servicio de defender al pueblo canario cual ejército espartano y nadie se espanta, y nadie grita y  mesa sus cabellos cual plañidera, si nadie sabe los nombres de esos impagables nuevos  menceyes, de esa venerable harimaguada; si los canarios seguimos habitando estas ocho rocas en el mar, es la hora imparable de este despertador de conciencias, no dejemos que pisen estas seis flores que se asomaron a  nuestras preciosas veredas,  salgamos de nuevo a gritar sus nombres y el de su madre tierra para que se levanten de nuevo en pie de guerra y naden en nuestras saladitas aguas, y gestionen la política porque son ellos los que han dado su vida por Canarias,  para que siga siendo nuestro paraíso, para que no nademos entre  cacas; para que no tengamos que salir de casas alquiladas por ser morosos porque el alquiler es para millonarios y tengamos que quedarnos en el barranco  como nuestros ancestros lo hicieron en Belmaco, en Gáldar o en el Barranco de Dios¿Quién salvará Canarias? ¿De quién saldrá el martillo verdugo de esta cadena? preguntaba el vate de Orihuela, ante la tristeza de la diaria explotación infantil en una España negra; ahora en Canarias lanzamos el grito de los Alzados imitando a Miguel Hernández:

¡Que salga del corazón de los políticos canarios, que antes de ser políticos y de tener el futuro y el presente de nuestra tierra en sus manos son y han sido niños canarios!

Ya Hautacuperche nos muestra el gánigo roto porque no hay paz, nuestro pueblo guanche en pie de guerra, espera que se llene de leche de cabra y que se restaure de forma sustancial la calidad de vida, nuestra tierra en 1991 no tenía pobreza y convivía con el turismo de forma sostenible.

No permitamos la ignominia de nuestros seis Hautacuperches, no permitamos que nos debiliten, y trabajemos para difundir nuestra cultura, para que conozcamos nuestra historia para no repetirla, que los tiranos que no nos escuchan y abusan de su poder, como lo hizo Hernán Peraza, nos hagan gritar que ya el gánigo se quebró, que la paz no existe en esta tierra y que el pueblo, esta vez sin armas, reclama democráticamente mejoras posibles para su bienestar;  las personas  imprescindibles, como diría Bertolt Brecht,  son las que como en la fábula del colibrí, están haciendo su parte, la hicieron los  “huelguistas de hambre” estos seis menceyes  como eco de la nueva trova cubana nos evocan a Pablo Milanés con sus versos graves, dolorosos y tristes y  lo emulan  hoy los “Poetas en rebeldía”, los  luchadores de la palabra que, entre otros, rapean en los aledaños de la acampada de nuestros alzados, rescoldos de la llama viva que una vez prendida no se apagará… 

En la revolución cubana cantaba Pablo Milanés, el trovador de Bayamo, algo que hoy me atrevo a tunear y actualizar para mis queridas islas, para afirmar que: 

“La vida no vale nada sino es para perecer porque otros puedan tener lo que uno disfruta y ama; la vida no vale nada si me quedo sentado cuando veo que en todas partes me llaman; la vida no vale nada cuando otros se dejaron morir de hambre y yo sigo aquí negociando cual si no pasara nada; la vida no vale nada si escucho un grito mortal de Atis Tirma, y no es capaz de tocar mi corazón…

La vida no vale nada si ignoro que el que nos lleva al límite cogió por otro camino para hacernos la jugada, la vida no vale nada cuando sabíamos de antemano lo que nos preparaban, la vida no vale nada si los seis  menceyes cayeron y, al final, por el abuso se decide la jugada; la vida no vale nada si en fin lo que me rodea, no lo puedo cambiar cual fuera lo que tengo y que me ampara”

… y como cantó Silvio…   “Al final del viaje quedará/ Nuestro rastro invitando a vivir/ los que podamos sonreír en medio de la muerte/ en plena luz /  y en nuestras heridas de esta lucha veremos y verán que  /Somos prehistoria que tendrá el futuro/ que /Somos los anales remotos del hombre/” para invitar al usurpador de la voluntad del pueblo a revocar sus desastrosas decisiones y pasar a la historia junto a los menceyes en plena luz y  que no quede de este gobierno un rastro de la serpiente que nos condujo al infierno, sino  de que sea capaz de entender, analizar, y reflexionar, que Canarias tiene un límite, que Canarias se agota, y que actúe en consecuencia, con la ayuda de los expertos medioambientales, en una nueva forma de entender la vida. 

El mundo cambió con la primavera de los pueblos que se fraguaría desde la revolución francesa y en las revoluciones de 1829 y 1830; fueron años de malas cosechas y de hambre entre la gente más pobre en Europa, lo que hizo que el pueblo se lanzara a las calles. Desde 1830 los obreros empezaron a organizarse, formaron sindicatos, hicieron huelgas y manifestaciones y ya en 1848 la burguesía es la responsable de la falta de libertad y de igualdad; y la culpable de la explotación de los obreros; hay malas cosechas, hambre y crisis que desencadenan las revoluciones.

Podemos, por como fuimos educados, pensar que solo hay una manera de vivir, de enriquecernos, que solo de forma egoísta se sobrevive, pero también podemos «reeducarnos» y pensar de forma rousseauniana, creer en la bondad del hombre por naturaleza, en que  la colaboración y la comunidad prevalecen frente al individualismo; y que la naturaleza es nuestro mayor tesoro junto a nuestra humanidad; nunca es tarde para cambiar modelos abusivos e insostenibles por modelos que defienden una agricultura, una pesca y  unos montes sostenibles donde todos podamos tener calidad de vida.

No podría mirar a mis hijos a los ojos y decirles que viven en una distopía porque no luché por la utopía, que viven en una isla llena de cemento y de guetos de pobres, porque no luché por el paraíso en que nací; porque no me dejé morir de hambre por ellos, porque no reculé como político y lo organicé de nuevo, porque no fui generoso y empático como empresario y cambié mi negocio; todos tenemos el deber de reconstruir una Canarias para todos.

Los hijos de los políticos canarios, que no conocen nuestra cultura y serán los herederos de los lugares de poder, deben estudiar en Canarias y siguiendo nuestro sistema público, para que conozcan no solo la literatura canaria, sino también las deficiencias que sufren las instituciones educativas y sanitarias y del sector primario principalmente,  porque sus padres atienden intereses individuales, personales, familiares y de amiguismo que impiden una buena gestión de la res publica; nuestros políticos serán desde hoy 20 de abril, los que no quieren que los canarios sean esclavos como cuando nos conquistaron, no querrán que la historia se repita. ¿No hemos aprendido de nuestra historia porque no la conocemos?; los que quieren un turismo como el de los años en los que convivimos con él de manera sostenible; no queremos acabar con la gallina de los huevos de oro, al contrario, queremos cuidarla y para eso, hay que conocer la historia ¿compran terrenos, los revalorizan, construyen, venden y descuidan para insaciables buscar un nuevo terreno que asolar? ¿Será así hasta que no quede un metro de costa libre de estos mercenarios? ¿dejamos solo al agricultor pequeño que no se une a la producción despiadada para grandes centros, y tampoco ayudamos a los jóvenes estudiantes, ni ponemos FP de agricultura, ni se fomenta porque los pingües negocios vienen de la mano de entrar producto de otros lugares, aunque no tengan las vigilancias necesarias para nuestra salud? ¿Permitimos que Canarias sea un circo al grito de pasen y vean, a cualquiera que se alongue a nuestras islas le dan nuestros políticos la pulserita de todo incluido, cojan las casas, cómprenlas que nosotros desahuciamos a los canarios, estabilicen sus trabajos de funcionarios en Canarias que es el paraíso ya los maestros y profesores canarios engrosarán la lista del paro y a sus niños los enseñarán a hablar la variedad dialectal canaria con un vídeo de youtube porque no hay maestros en Canarias que su gobierno haya defendido para que conserven su puesto de trabajo?  ¿Dejarían entrar en cualquier otra comunidad tres mil canarios a enseñar a hablar canario o pusieron límite para no producir el efecto llamada que tan desastrosa y tristemente produjo nuestra clase política? ¿No tenemos ni partidos políticos ni sindicatos que nos defiendan? ¿Qué somos? ¿Qué estamos enseñando a nuestros hijos? Personas sin conciencia pueden llevar al caos a nuestro gobierno y lo respetamos; y, sin embargo, a los jóvenes que entregaron su salud por salvar la de nuestras islas y el futuro de nuestros hijos, son miradas con desprecio y se habla de ellas en los periódicos como si fueran escoria… A esas plumas mezquinas, bien pagadas, les decimos que su enemigo es su espejo, que lo que critica, le molesta porque esa incomodidad que sufre, le está diciendo que no puede seguir en su zona de confort, que debe romper su pluma en aras de la verdad, y que no debe seguir intentando vendernos un discurso obsoleto que no se sostiene, con argumentos espurios que lo definen. 

Así que, como Facundo Cabral dijo al mundo, les decimos a nuestros políticos canarios que recapaciten, que «Hoy puede ser un gran día».

Regreso al alféizar de mi ventana abanderada con siete verdes estrellas, y  cierro de nuevo  mis ojos para  oler la pinocha del monte sobre la que me recuesto mientras mis padres  sacan de la maleta del coche  los huevos duros y la garrafa de vino nuevo, porque estamos de gira, porque es domingo, porque la familia se reúne y vamos a rendir respetos al padre Echeyde o al Roque Nublo, o a Timanfaya, o a Tindaya, o al Roque de los Muchachos, o a la Fortaleza, o al Roque de Agando, o a la Playa de la Calera, o  al volcán de Montaña amarilla de la Graciosa. 

Y no quiero abrir los ojos, no me quiero despertar, pero sé que el coraje es asunto de las personas, como diría el gran Silvio; y que, a esa serpiente de avaricia y destrucción que recorre mis islas,  hay que matarla con un verso que diga la verdad,  porque si no sirvo para eso, no sirvo para nada; y abro los ojos y preparo mi maleta, la que Pedro Lezcano tuvo que deshacer años ha para defender los inicios de esta desgracia, que hoy, vuelven los jóvenes “poetas en rebeldía”, entre los menceyatos de guerra, a defender con la pluma, y con la voz; esperando que los arcabuces de ayer, armas más sibilinas y dañinas hoy, no vuelvan a ser empuñadas y nos dejen respirar, y por fin, defender la tierra de la especulación mercantil que la sigue aniquilando y que solo atrae la pobreza, ¿cuántos abusos sobre la mayoría para beneficio de unos pocos? ¿El enriquecimiento agresivo individual justifica el empobrecimiento de muchos?  ¿Pueden algunos pocos seguir engordando y adorando al becerro de oro mientras otros pasan hambre o no pueden pagar la cesta de la compra y tienen que agradecer que les den en las escuelas la comida a sus hijos porque no tienen nada que darles en casa? ¿Pueden nuestros vecinos de toda la vida no dormir ya que tienen que irse de sus casas porque las quieren para alquiler vacacional y no encuentran un alquiler que puedan pagar con su sueldo miserable por trabajar como esclavos, y sin poder atender a su familia? ¿Qué calidad de vida es esta? ¿Dónde está el mal llamado paraíso? En los catálogos de los aviones y en las agencias de viajes, para los que vienen a visitarnos en paquetes de todo incluido por precios irrisorios, a cambio de unos lujos que los que viven en el paraíso no se pueden dar.  ¿mis amigos, mis seis amigos en huelga de hambre que denunciaron el mal llamado paraíso y defendieron la vuelta a nuestros orígenes con calidad de vida, serán convertidos en mártires por este gobierno? o ¿será este gobierno coronado cum laude por reconocerlos a ellos y por extensión a su lucha, por salvarnos a todos, incluyéndose a ellos?  o ¿les pediremos a nuestros gobernantes que abandonen nuestra querida tierra y su añepa porque no tienen sangre guanche que los legitime?

Es entonces cuando me alongo y canto con voz alta para que, los transeúntes del mundo que hablan de otra manera, entiendan que estoy con los canarios, con los de mi tierra, y me escucho a mí mismo para cerciorarme de que no soy  como diría el principal de la nueva trova, un testaferro del traidor de los aplausos, ni un servidor de pasado en copa nueva, ni un eternizador de dioses del ocaso perpetuando la desgracia en mi pueblo, ni me va el postureo o la apariencia de ser Júbilo hervido con trapo y lentejuela sino que muy al contrario, creo en algo puro, en lo que esconde hacerse hermano de la vida, en lo que queda, en los que luchan, en los que sufrieron las consecuencias de la huelga de hambre.  Y como su canción, miro a la cara al gobierno del que fui exiliado por falta de oportunidades y le pregunto que si yo no apoyara esta noble causa, ¿qué cosa fuera?

Entro en mi habitación alquilada y compartida en  cualquier parte del ancho mundo, me siento ante el televisor, en las noticias sale nuestra incipiente revolución y logró leer una pancarta del  gran vate  gomero Pedro García Cabrera que no tuvo hijos pero que se alegraba en su lecho de muerte de haber creado escuela y de tener hijos literarios…sus hijos son también este tsunami primaveral del 20 de abril donde ondeaban sus vaticinadores versos:    “Un día habrá una isla que no sea silencio amordazado” y me levanto enérgica,  y me asomo a la ventana, y en una mezcolanza de Escarlata O´Hara en  Lo que el viento se llevó y de Pablo Milanés con su canción “Yo pisaré las calles nuevamente”,  juré ante Achaman que mi tierra no volverá  a pasar hambre y que pisaré las calles nuevamente y lloraré por los ausentes en una Canarias liberada.

 

Aregoma

Fotos: El País Canario

 

 

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