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20A. Modelo turístico y explotación sexual

En 2017 escribí el articulo “El viaje hacia la prostitución: una forma extrema de violencia de género” donde hablaba de las múltiples formas de violencias (golpes, humillaciones, malos tratos económicos, insultos, discriminaciones, privaciones de la libertad, alejamiento de la familia, amenazas, explotación y asesinatos) que padecen las mujeres en situación de prostitución, y lo que es aún peor, las suelen sufrir todas juntas.

Hoy se me queda corto este análisis, ya que carece de la perspectiva relacional con el fenómeno del turismo sexual, mejor dicho, turismo de explotación sexual.

Las exiliadas del neoliberalismo, como dice María Galindo, vienen a caer al primer mundo, al norte global, para ser explotadas, paralelamente a la explotación capitalista del medio ambiente. Y Canarias no se salva de las andanzas de “rostro pálido”, que ahora posee libre circulación por los meandros resecados por la globalización y de un modelo turístico que le permite neocolonizar cuerpos empobrecidos en territorios expoliados. Ya no es necesario cruzar mares para explotar sexualmente cuerpos racializados, nuestras islas los ofrecen inclusive en habitaciones de hoteles de lujo, reservadas para el tema.

Canarias se ha convertido en la meca europea del turista sexual: el estudio encargado por el Gobierno de Canarias a la ULL en 2019 reveló que el Archipiélago se está afianzando como uno de los destinos preferidos por los europeos. El municipio turístico de Maspalomas ya es el destino con mayor “oferta turística sexual” del planeta y según el periodista David López Frías, ya ha superado al pueblo francés de Cap D’Agde, considerada la capital mundial del sexo en público. La “Evaluación preliminar del impacto del turismo sexual en la Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas” realizado por investigadores de la ULPPLG, destaca que “la experiencia de sol, mar, arena y sexo” en áreas ambientales sensibles constituye un atentado contra la morfología dunera.

En definitiva, el modelo turístico ha desenfrenado prácticas inmorales, el consumo de prostitución entre otras.

Laura Pedernera

Licenciada en Pedagogía y

máster oficial en Estudios de Género y máster oficial en Intervención Comunitaria.

Coordinadora pedagógica de la Escuela Abolicionista Internacional

 

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