Del chiringuito a la oficina
“Ya no basta con ser el chiringuito de Europa, ahora también tenemos que ser la oficina de Europa”
El Gobierno de Canarias captó el mensaje, no queremos un monopolio turístico en nuestras Islas y por ello se lanza definitivamente hacia la diversificación del modelo turístico. Es cierto que lo entendió, pero, a su manera. Ya no basta con ser el chiringuito de Europa, ahora también tenemos que ser la oficina de Europa. Se trata de la transición definitiva de un sector que hasta hace poco seguía teniendo grandes superávits con el modelo lineal de sol y playa, hacia un modelo más heterogéneo, pero con la misma intención, la explotación del territorio. El acercamiento o la interacción deliberada de nuevos núcleos turísticos con el espacio urbano tiene, según sus defensores, un alto retorno social. Sin embargo, como hemos comprobado en los últimos años lo único que se constata es el desplazamiento de la población local y una reducción de su capacidad adquisitiva.
El nuevo objetivo que se plantea el Gobierno de Canarias no es parar la fuga de jóvenes en busca de oportunidades reales, no es fomentar la empleabilidad de una generación que ve al turismo como única alternativa de futuro, va a consistir en atraer a 30.000 “nómadas digitales”. Según Yaiza Castilla se trata de una cantidad que a nivel cuantitativo nada tiene que ver con los millones de turistas que llegan cada año, según la consejera se trata de un salto cualitativo, ya que “estos viajeros tienen un mayor gasto en destino, una mayor estancia”. Es decir, admite que estos viajeros contribuirán al proceso inflacionario observado en nuestras islas, donde a pesar de tener algunos marcadores que indican la alta precariedad -tasas de riesgo de pobreza que se acercan al 40%, paro del 25%, paro juvenil del 60%-, también tenemos en ciudades como Las Palmas una de las cestas de compra más caras o subidas del alquiler en los últimos 5 años del 65%. Es obvio que este tipo de turismo ya es el responsable de los encarecimientos de productos y servicios en los principales núcleos urbanos, coincidiendo plenamente el auge del alquiler vacacional con ese proceso inflacionario. Lo que pretenden a partir de ahora es canalizar el incremento previsto de este tipo de alojamientos hacia el sector hotelero utilizando recursos públicos para ello. Las grandes empresas hoteleras están celosas de los rentistas y quieren su parte del pastel y gracias a la ayuda de nuestro Gobierno habrá demanda para rato y todos contentos.
Yaiza Castilla también admite que estos nómadas alargan su estancia entre 1 y 3 meses como mucho, ya que algunos visitan hasta 10 países al año. Por este motivo no tienen que modificar su residencia fiscal, no van a tributar ni un € en Canarias más allá de impuestos sobre el consumo. Y como ya hemos visto, dado el incremento en la demanda y el desfase de poder adquisitivo entre estos turistas y la población local no va a darse ningún beneficio ni retorno, al contrario, se encarece el precio de productos y servicios básicos, por no hablar del incremento de costes que deben invertir los consistorios para quedar bien con sus nuevos visitantes. Todo esto mientras continúa el notable abandono de algunos barrios capitalinos en los que después nos sorprenderá que exista algún conato reivindicativo mal orientado.
Para la promoción de este plan estratégico consistente en continuar dejando al canario de lado en su propia tierra, Promotur – empresa pública que gasta grandes cantidades de dinero público en la promoción de actividades del sector privado- invertirá 500.000€ ampliables para la promoción de Canarias como “la oficina con mejor clima del mundo”. Este presupuesto será para el primer año de campaña, de modo que proyectado durante el lustro que pretenden reforzar este tipo de oferta tendríamos que hablar de unos 2 millones de €.
Canarias lleva décadas exportando talento, llevamos décadas mirando para otro lado cuando nuestro futuro se va a aportar su granito a otra parte. Nuestras instituciones han olvidado incentivar que desde Canarias se puede alcanzar grandes éxitos profesionales y personales, nuestros medios de comunicación no presumen de los canarios cuando tienen éxito en las Islas y hasta tienen dedicado su parcela mediática para mostrar canarios por el mundo que fueron en busca de oportunidades, mientras que si alguien lo logra se le dará un tratamiento de pieza de museo exclusiva de edición limitada. Hemos normalizado la asociación entre tener mejor futuro e irse fuera al mismo tiempo que reforzamos el monopolio de acoger a gente de fuera como modo de vida y, la verdad, es una conclusión bastante válida teniendo en cuenta el escaso interés de las instituciones por romper esta dinámica.
J. Pablo Monzón