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¿Estamos a las puertas de una gran guerra?

Ante el conflicto que se ha generado entre Occidente y Oriente a raíz del caso Skripal (envenenamiento por Novichok, producto químico con fórmula de origen ruso), le pregunté a un amigo mientras tomábamos un café en una terraza de Santa Cruz, que si pensaba él que nos encontrábamos ante una inminente tercera guerra mundial, y su respuesta fue rápida y escueta: «pastel, es puro pastel».

Yo guardé silencio, no me esperaba esa respuesta, pues yo si pienso que estamos ante una gran guerra, es más ¡ya empezó!

Desde mi modesta opinión, ya estamos en guerra, y no es a causa del envenenamiento de un agente doble de origen ruso y nacionalizado británico, esto es una excusa como otra cualquiera, acción que costó la expulsión 116 diplomáticos rusos y la respuesta de Rusia con la expulsión de 140 diplomáticos de 25 países entre ellos dos españoles; el problema es más profundo, es de poder, es una lucha hegemónica por el control del planeta de dos fuerzas económicas antagónicas, una de Occidente liderada por EEUU pero dirigida por la City de Londres y la otra Oriente liderada por China y Rusia.

Es probable que los roces vinieran desde el mismo día que finalizó la II Guerra Mundial con la implantación del Nuevo Orden Mundial, quedando EEUU como la gran potencia que marcaría el destino del resto del planeta; pero no me cabe duda que fue la crisis económica del 2008, la que desencadenaría los acontecimientos posteriores y que a día de hoy se desarrollan a una velocidad de vértigo y que a penas a nosotros -los ciudadanos normales y corrientes- nos da tiempo de masticar.

Lo que ocurrió en el 2008 no fue una crisis más, pese a que los dirigentes intentan explicárnosla como si fuera algo normal que se den una serie de crisis «cíclicas» y, por tanto, «normales». Lo que realmente ocurrió fue un rompimiento del Sistema y el fin de una era, la Era de Occidente y el comienzo de la era del Dragón; y la oligarquía financiera no está dispuesta a pasar a un lado y dejar que China y Rusia hegemonicen el sector económico global. Es por ello que EEUU (brazo armado de la élite financiera) ha comenzado  por un lado una guerra económica con China, imponiendo aranceles del 25% a las importaciones de acero y del 15% sobre el aluminio. En respuesta, China ha aplicado un arancel a 120 productos americanos entre un 15% y un 25%.

Noticias de última hora, aparecidas este 4 de abril, informan de que EEUU aplica aranceles a más de 1.000 productos chinos con la intención, según informa la Oficina del Representante de Comercio de los EEUU, de obtener una recaudación de 50.000 millones de dólares.

Pero no es ésta la única respuesta que da la élite financiera: la militarización de Europa es un hecho y no hay país de la Europa del Este donde la OTAN no tenga presencia y despliegue sus fuerzas de matar. Así tenemos que tropas de EEUU y material bélico se despliegan por Polonia; tropas alemanas en Lituania; tropas canadienses en Letonia; Estonia es ocupada por tropas del Reino Unido. La Europa del Norte también se militariza, y tropas y material bélico Estadounidense se acantonan en Noruega, país que siempre se ha destacado por su neutralidad en tiempos de paz. Rusia, por otro lado, ha destacado en sus fronteras con Noruega y en previsión de posibles conflictos sistemas de misiles tácticos Iskander-M, cohetes de aviones estratégicos como el Tu-22M3, el Tu-160 y el Tu-95MC.

Rusia enseña «músculo» y hace maniobras militares con gran despliegue bélico al otro lado de la frontera, lanzando tanques de combate BMD-4M desde aviones de transportes militares II-76  y prueba misiles de nueva generación denominados «hipersónicos» capaces de llegar a cualquier punto del planeta. Recordemos que en la II Guerra Mundial los misiles nazis denominados V1 (la ‘V’ de  Vergeltungswaffe, significaba  “arma de venganza”) causaron gran terror en Londres, y «solo» tenían un alcance de 250Km.

China, por otro lado aplica una medida económica que se puede entender como una medida de guerra, ya que es como un misil de cabeza nuclear lanzado a la línea de flotación del buque insignia que es EEUU: ¡acabar con el petrodólar!

La herramienta más importante que tienen los EEUU para hegemonizar la economía mundial es el dólar. Con esta moneda que no está respaldada por valor real alguno y que por ello recibe el nombre de «moneda FIAT», es decir, es un papel pintado que tiene valor simplemente porque ellos dicen que ese papel es válido para comprar y es además la moneda con la que hasta en la actualidad y después de la II Guerra Mundial era obligado pagar la materia prima, principalmente el petróleo, ha pasado a la historia con la medida de los chinos al sacar al mercado el Yuan respaldado con oro, moneda que permite la liberación de esos países que no les ha quedado más remedio que de una manera sumisa enriquecer a una potencia imperialista como es EEUU. Económicamente hablando esto supone el fin de la era imperial yanqui y el fin de un sistema económico impuesto por la gran oligarquía financiera global con sede en la City de Londres.

A la oligarquía global solo le quedan dos opciones: o se hacen a un lado y dan paso a la nueva era, o utilizan la fuerza para derrotar al enemigo, y creo que esta segunda opción es la que están preparando.

¿Qué podemos hacer los canarios ante este crujir de las estructuras del actual sistema?

Desde mi humilde opinión solo hay dos cosas que podemos hacer, la primera es que aquellos que tengan la posibilidad de tener algún dinero ahorrado se deshagan de la moneda papel y compren metales preciosos como oro o plata.

La segunda y más importante reagrupar el núcleo familiar/amigos/vecinal y volver a nuestros orígenes, es decir volver al campo y tener garantizado el alimento diario. Esta opción aunque la previsiones catastróficas no se den -y es lo deseado-, seguro que nos dará más alegrías que desasosiego.

 

Fructuoso Rodríguez Morales




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