Los herederos de Antonio Cubillo donan a la universidad el archivo y la biblioteca del afamado político canario
La Biblioteca General y de Humanidades del campus de Guajara de la Universidad de La Laguna ha acogido el pasado 28 de julio la firma del acta de donación del archivo y la biblioteca de Antonio de León Cubillo Ferreira, abogado y político canario de enorme relevancia pública tanto en el ámbito nacional como estatal e internacional.
Esta donación llegó a la Biblioteca a finales del año 2021, pero no había podido aceptarse formalmente al residir sus herederos directos en el extranjero. Ahora, su hijo Joseph Romen Cubillo se ha desplazado hasta la isla para firmar, en nombre de los tres hermanos, el acta de entrega junto al rector, Francisco García.
El compromiso de la institución académica es procesar y difundir, de acuerdo a la ley, el contenido de esta donación para facilitar el acceso al personal investigador y demás personas interesadas en esta documentación. De hecho, la Biblioteca de la Universidad de La Laguna a través de su proyecto Archivo de la Transición Democrática en Canarias, financiado por el Gobierno de Canarias, ha venido trabajando desde finales de 2021 en el traslado, ordenación e inventario de la biblioteca y el archivo de Antonio Cubillo.
Esta donación consta de una biblioteca con unos 1.250 títulos, que ya han sido incorporadas al catálogo de la Biblioteca casi en su totalidad, y que suponen una valiosa aportación, principalmente para el Fondo Canario, de Geografía e Historia y Filología de la biblioteca universitaria.
Pero, sin duda, el auténtico tesoro documental para los estudios históricos en Canarias es su archivo. En él se conservan todos los materiales que reunió a lo largo de su trayectoria vital, desde sus comienzos como abogado laboralista en la década de los años 60, hasta su prolífica actividad política a lo largo de los años 60 y 70, cuando lideró el Movimiento por la Autodeterminación e Independencia de Canarias (MPAIAC) desde Argel, lo que generó una enorme producción propagandística, diplomática, sobre identidad canaria, mundo aborigen, cultura bereber, etc. Además, incluye toda la documentación habida tras su regreso a Canarias después del atentado que casi acaba con su vida, y hasta su muerte en 2012.
En total son 83 archivadores iniciales de documentos textuales, 47 títulos de publicaciones periódicas y 16 cajas de recortes de prensa canaria, estatal e internacional. Los materiales escritos son de carácter personal, familiar, profesional y político, correspondencia muy variada con distintas personas y entidades, escritos sobre su actividad docente en Argelia, documentación muy cuantiosa sobre el MPAIAC, sobre la emisión de La Voz de Canarias Libre desde Argel, sobre las Fuerzas Armadas Guanches, el Congreso Nacional de Canarias (CNC), sobre el atentado, etc.
También abunda la documentación sobre organizaciones internacionales como la Organización para la Unidad Africana, la Organización de la Solidaridad de Pueblos Afroasiáticos, el Movimiento Panafricano de la Juventud, sobre partidos africanos y del resto del mundo, así como de otras organizaciones y colectivos canarios y del Estado español.
Por último, junto a la ingente documentación escrita, el archivo cuenta con una importante documentación audiovisual (videos, DVDs, cassettes, vinilos) y documentación gráfica (carteles, estampas, dibujos originales y reproducciones, pegatinas, fotografías, mapas, etc.), así como algunos objetos personales de interés. En suma, este conjunto documental representa uno de los archivos personales más importantes de la Canarias del siglo XX desde el punto de vista político.
En el acto de donación, el rector de la institución académica, Francisco García, se congratuló de que, una vez más, la Biblioteca Universitaria vuelva a ser depositaria de un legado de enorme valor histórico para esta región. “Nuestro personal investigador tendrá así acceso a un fondo documental rico y variado, que da cuenta de las vicisitudes de una época de enorme agitación política, y que refleja un momento concreto de nuestra historia contada en primera persona”.
Agradeció igualmente a los hijos, Romén, Echeyde y Guetón, la generosidad de la cesión. «En ningún sitio podría estar mejor custodiado este valioso archivo que aquí, en la universidad pública, a manos de especialistas que saben del enorme valor de estos documentos y que, a partir de ahora, se pondrán a disposición de todos los interesados».
