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Nacional-Canarias, la Cuba de Europa

Antes de la Revolución, Cuba era lugar de veraneo de los estadounidenses, con una significativa industria turística que usaba la Isla como sede, a los cubanos como mano de obra barata y “como distracción”, ya que costaba más caro comprar una botella de ron añejo que una niña de 13 o 15 años. Por supuesto que los beneficios de tal actividad que quedaban en la Isla eran solo los salarios de miseria de quienes trabajaban en puestos no directivos. También había una poderosa actividad económica en torno a la industria del juego, con lujosos casinos instalados por la mafia de USA, donde sucedía lo mismo que con el turismo.

El resto de la economía de la Isla, era un coto privado de latifundistas, explotaciones agropecuarias que no garantizaban sino el beneficio de unos pocos que recibían todos los parabienes de un régimen corrupto, servil con los USA, y que estaba concebido para perpetuar la dependencia de Cuba como colonia de hecho de los EEUU, mientras la miseria campeaba a sus anchas por la isla. ¿Les suena de algo todo esto?

Las Islas Canarias cuentan con una industria turística que, al menos en cuanto a número de clientes, se puede calificar de “primer nivel”; sin embargo, la mayoría de las instalaciones pertenecen a empresas españolas y alemanas, lo que ocasiona que lo cuantiosos beneficios del sector vayan fuera de las Islas. Como en el caso cubano, también en el apartado del trato y condiciones laborales de los trabajadores del país son idénticas a lo descrito anteriormente para la Cuba de Batista. Como en esa isla del Caribe, el paro y la miseria campan a sus anchas y el atractivo que se ofrece a potenciales visitantes son los clásicos de playa, sol, alcohol barato y “entretenimiento fácil” en los miles de puticlubs y casas de citas que se publicitan sin rubor en cada zona turística. De nuestra agricultura-ganadería y pesca, mejor correr un tupido muro de hormigón armado, ¿No? Como decía días atrás, dependemos del exterior hasta para comer.

La Cuba de Batista era una república bananera gobernada por la familia y allegados del dictador. En Canarias lo más cercano a la realidad que pueda calificar nuestros políticos y gobiernos, lo escuché una vez en “un apartado de ‘humor’ hace algunos años ya, que se titulaba archipiélago machango (de machangada supongo)”, pero no voy a hacerles perder tiempo relatando una situación que todos conocemos.

Cuba se sacudió ese yugo, y se podrá o no estar de acuerdo con su gobierno (régimen dirán otros) pero el caso es que esa situación se invirtió positivamente. En Canarias la cosa “va para rato” al parecer. De continuo surgen iniciativas que no terminan de cuajar, que no llegan a la ciudadanía y acaban por dormir en el sueño de los justos o en el limbo. Parece que todo se nos va en “reflexionar y debatir” entre los “coleguitas y amigotes” pero no entre el ciudadano de a pie, entre los sufridos trabajadores de esta tierra.

Hace poco leía documentos relativos al I Congreso del Movimiento de Liberación Nacional de Canarias (MLNC), y una de las conclusiones a las que se llegaba era la de que es preciso erradicar de nuestras filas la “endogamia” que nos hace intentarlo todo de cara a dentro, sin abrirnos a la sociedad a la cual pertenecemos. Sin los militantes y cuadros que tenemos que encontrar en esa sociedad, nunca conseguiremos nada positivo, salvo quemarnos y dividirnos entre nosotros, echarnos mutuamente la culpa de nuestros fracasos colectivos.

Ninguno de nosotros, ni todos juntos llegaremos a ver realizado nuestro Objetivo de una descolonización e independencia (creo que no se es libre mientras se tenga que depender de alguna forma de la metrópoli), mientras no hagamos participe de ese proyecto a la mayoría de nuestro pueblo, aunque tengamos todas las razones que tenemos. Si no conseguimos que nuestro sufrido pueblo asuma esas realidades, seguiremos estando solos y con el mismo “peso político actual”.

No reflexionemos ni discutamos “otra vez” lo mismo de siempre. Es hora de pasar a la acción concienciando y movilizando a nuestro pueblo, si es preciso uno a uno.

 
 
 

Desde la Vieja Fortaleza, Rukaden Ait Anaga

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