¿Por qué el tranvía de Montpellier ha sido un éxito y en Tenerife andamos en movilidad como pollo sin cabeza?

Montpellier, modelo donde se quiso mirar Tenerife hasta el punto que el Cabildo llenó un avión de periodistas y demás y los llevó a Francia para venderles la moto (reportajes en Canal 7, etc.), es sin duda una ciudad modélica en materia de movilidad. Y en otras cosas, supongo, y la introducción del tranvía ha supuesto que se duplique el número de usuarios del transporte público. Que se duplique sí, en Tenerife en cambio lo que se ha hecho es desvestir a un santo para intentar que sobreviviera el otro y al final hemos perdido millones de usuarios por el camino. Vamos, que el que conozca un caso similar en el mundo entero que lo ponga sobre la mesa. ¡Después de la inversión multimillonaria tenemos menos usuarios que antes con nuestras guagüitas pese al boom turístico!

Pero en definitiva, la apuesta de Montpellier, sobre la que hay estudios muy interesantes al alcance de todo el mundo, fue clara: tren de alta velocidad y convencional hasta el centro (integrado lógicamente en la red ferroviaria francesa), red más o menos radial de tranvías desde ese punto (cinco líneas que llegan al mismo centro) y guaguas con idénticas características de preferencia que el tranvía (comparten hasta cocheras y plataforma donde hay poco espacio) para hacerse cargo de interconectarlo todo. Así, ya está, tan complicado no es. Eso sí, hay que tener en cuenta que en un área metropolitana similar a la nuestra han invertido en tranvías 1.130 millones de euros para 56 kilómetro de catenarias. Esos son los números, a unos 20 millones de euros por kilómetros para hacer las cosas bien y no chapuzas urbanísticas como las nuestras al poco tiempo destrozadas. ¿Estamos por la labor? ¿Hay recursos cuando con guaguas se podía hacer por 20 veces menos? ¿Después haríamos lo mismo en el Sur y en el Valle de La Orotava? ¿Buscamos además otros 5.000 millones de euros para empezar a hablar de trenes?

Esa es la historia, y hasta que alguien no conteste a esas preguntas pues seguiremos dando palos de ciego e intentando, malamente, recuperar los cerca de 60 millones de viajeros que movía TITSA antes del 2004 que comenzaran las obras de la Línea 1 del tranvía, que todavía nos faltan unos cinco para recuperarnos del todo.  Vamos, que el asunto no es llegar a La Gallega o no (el efecto de eso es insignificante pese a la gigantesca inversión que requiere y a la destrucción del comercio), la cuestión es cómo planificamos esto globalmente y cuál es verdaderamente la apuesta, porque éstos siguen gastando millones en proyectos de trenes al tiempo que dicen que la prioridad es un carril guagua por la TF-5 ¡hasta Los Realejos!

Montpellier sí, encantados de la vida (sólo su Línea 1 mueve 130.000 viajeros a diario mientras que la nuestra más exitosa 40.000), pero a ver dónde están las perras o la voluntad política de poner al mismo nivel todos los medios de transporte público, incluido evidentemente el taxi, sin dedicarnos -como hasta ahora- a desmantelar a dos para que malamente sobreviva Metropolitano pura y exclusivamente por intereses políticos, no sociales ni el interés general de TODOS los ciudadanos de la Isla de Tenerife, como es evidente, a la vista de que la isla en sí ya es un puro atasco de coches particulares que, para más inri, nos dedicamos a fomentar con circuitos de alta velocidad pagados íntegramente con dinero público también porque ni los que se van a beneficiar con la promoción de sus marcas quieren saber nada del tema. Eso en un mundo que tiene irremisiblemente hacia el vehículo eléctrico y a la cultura de la eficiencia y no de los rugidos de los motores de combustión. Vamos, que es un sin sentido pretender estar en misa y dándole al badajo al mismo tiempo.

Fuente: https://noincineraciontenerife.wordpress.com