Ivan Murray: “El turismo global es el Lehman Brothers de la crisis del covid-19”
El turismo ha frenado en seco con la pandemia y el hundimiento del sector tendrá un impacto brutal en la economía española. Iván Murray, profesor de la UIB e investigador en economía ecológica del turismo, analiza un fenómeno que tendrá en Baleares y Canarias su “zona cero del desastre”.
“Hoy día, resulta imposible explicar nuestro mundo sin el turismo y sin la turistificación de cada vez más territorios”. Como han escrito Ivan Murray y Ernest Cañada en el libro Turistificación global (Icaria, 2019), “el turismo moldea nuestras sociedades, se ha convertido en uno de los principales agentes de la globalización”. Con una recesión económica mundial sin precedentes desde hace un siglo, hablamos con Murray —profesor de Geografía en la Universidad de las Islas Baleares (UIB) e investigador en economía ecológica del turismo— sobre las perspectivas de la industria turística en los tiempos que vienen.
¿En qué situación queda el turismo tras la pandemia?
El turismo funcionó como solución a la crisis de 2008. En 2012 se superaron los 1.000 millones de turistas internacionales; el año pasado hubo 1.400 millones. Los procesos de turistificación se extendieron por todo el planeta, aunque de manera desigual, y se extendieron las dinámicas de mercantilización turística hacia nuevos ámbitos como la vivienda. Eso atrajo a los capitales financieros, que han ido cobrando protagonismo en la acumulación de base turística. La pandemia ha mandado parar y el turismo global es el Lehman Brothers de la crisis del covid-19. Los escenarios de incertidumbre hacen que sea prácticamente imposible reactivar el ciclo turístico, ya que este requiere hipermovilidad y aglomeración.
El spanish model se ha centrado en el monocultivo del turismo y el ladrillo, ¿cómo afecta a la economía española el desplome del sector turístico?
El hundimiento del sector tiene y tendrá un impacto brutal en la economía española. Hay que tener en cuenta que muchos puestos de trabajo están directa o indirectamente vinculados al turismo. Además, la crisis de producción derivada del confinamiento va a mutar en crisis de demanda tras la ola de despidos que se puede producir cuando nos enfrentemos a la crudeza de la imposibilidad de volver a la “normalidad”. Los efectos del hundimiento turístico serán geográficamente desiguales y las principales zonas turísticas, como los dos archipiélagos, pueden calificarse como la zona cero del desastre.
¿Cuáles pueden ser las perspectivas para las dinámicas de turistificación global en los años venideros?
Ante la complejidad de la situación, lo más honesto es decir que no tenemos ni idea de lo que puede ocurrir. El desbordamiento social provocado por la pandemia nos obliga a prestar mucha atención a todos los movimientos que las élites políticas y económicas lleven a cabo. Ya estamos observando cómo algunas de las grandes compañías turísticas están siendo rescatadas por los Estados. Las ansias por recuperar la circulación de turistas y del capital seguramente activarán protocolos, financiados por el Estado, para delimitar covid-19 free destinations, dando una nueva vuelta de tuerca al capitalismo de vigilancia. Se van a intentar activar políticas para potenciar el turismo doméstico, pero en España la demanda interna no podrá cubrir el profundo vacío del turismo internacional.
Los efectos del hundimiento turístico serán geográficamente desiguales y las principales zonas turísticas, como los dos archipiélagos, pueden calificarse como la zona cero del desastre.
¿En qué medida van a verse afectadas las ciudades y el litoral de la península Ibérica y las islas?
Las economías del litoral peninsular y las islas quedarán totalmente trastocadas. Con una incidencia diferente, ya que los archipiélagos dependen mucho más del turismo internacional que las zonas turísticas peninsulares. La interrupción de los vuelos internacionales supone el descalabro de las economías insulares, mientras el turismo doméstico podrá tener todavía un cierto peso en las peninsulares. La dimensión inmobiliaria vinculada al turismo se verá muy tocada en todas las provincias turísticas litorales. Ahora los activos turísticos son activos tóxicos, incluso en la meca del turismo europeo que es España.
¿Puede darse una reconversión de la industria turística?
Desde hace tiempo diversas personas y colectivos venimos señalando lo arriesgado que era apuntalar la economía española sobre los cimientos del turismo. Esta pandemia no ha hecho más que precipitar una situación que se iba a dar en un momento u otro, y debería interpretarse como una señal de alarma y como un ensayo de los tiempos que están por venir. El turismo, tal como lo conocemos, puede que quede como una pieza de museo de las extravagancias del siglo XX. Ante esto, deberíamos plantear la reconversión de la industria turística en múltiples frentes, teniendo en mente los límites biofísicos del planeta, con medidas orientadas a transitar hacia economías más diversificadas, democráticas y ecológicamente sostenibles.
¿Es posible una mayor interrelación entre la investigación académica y las organizaciones sociales que apuestan por la transformación del modelo turístico?
En los últimos años, a raíz de la turistificación y la precarización de las condiciones laborales, hemos presenciado un auge de los conflictos en torno al turismo. Eso se ha traducido en un aumento de las reflexiones críticas sobre el turismo. La dimensión del proceso ha hecho mella en la imagen de un sector que hasta la fecha era intocable. La calificación peyorativa de toda crítica al turismo como turismofobia es una muestra de ello. Superada esta etapa de efervescencia de los movimientos críticos con el turismo y de la incorporación del mismo en la agenda de combate político, tenemos que pensar no solamente cómo nos enfrentamos al turismo, entendido como una particular vía de acumulación del capital, sino cómo podemos transformar las sociedades turistizadas y el sistema de producción turística.
La dimensión inmobiliaria vinculada al turismo se verá muy tocada en todas las provincias turísticas litorales. Ahora los activos turísticos son activos tóxicos, incluso en la meca del turismo europeo que es España.
Ante un horizonte marcado por la emergencia climática y la profundización de la brecha social, ¿qué papel pueden jugar los movimientos y las redes contrahegemónicas?
La crisis que se abre ahora, cuyo origen es la ruptura metabólica planetaria, se puede interpretar como la antesala de la quiebra del capitalismo global, recordando a Ramón Fernández Durán. La experiencia reciente de la crisis de 2008 y sus soluciones están demasiado frescas en la memoria colectiva. En los últimos años ha ganado terreno la lucha contra el capitalismo fósil y el cambio climático, desde posturas cada vez más radicales. Ambas deben servirnos de marco de referencia a partir del cual construir las vías de reorganización social y política, articulando una posición frontal a las políticas business as usual y construyendo narrativas y proyectos que permitan vislumbrar un horizonte más allá del capital y sus pandemias.
Entrevista de Pedro Ramiro y Erika González para EL SALTO
Fuente: https://www.elsaltodiario.com/