Manifiesto de la junta Republicana de Canarias

6 de abril de 2017 Redacción Redacción

La tradición humanista-republicana frente a los vasos comunicantes de la crueldad, en una civilización tecnobelicista.

Las ciudadanas y los ciudadanos del mundo se están dando cuenta que el problema común y más acuciante de la humanidad no es la degradación medioambiental, ni las grandes hambrunas, ni las guerras imperialistas, ni el desastre planetario imparable, la causa de la causa, la causa de los males causados, el origen de todos los males… es la imparable maquinaria IMPERIALTECNOAUTODESTRUCTIVA del sistema capitalista totalitario, perfectamente MATRIMONIADA con el patriarcado.

La insaciable ansia de acumulación capitalista, y su lucha por mantener la tasa de ganancia por parte de las clases dominantes, (a costa de la consideración del trabajo como humanidad desechable, a costa de la explotación del valor de la fuerza de trabajo, a costa de la esquilmación de la tierra y de sus recursos limitados, a costa de la expulsión forzosa del campesinado, a costa del levantamiento de muros cada vez más altos). Esta insaciable ansia de acumulación capitalista no es un fatalismo inevitable, es el resultado histórico del dominio opresivo de una minoritaria oligarquía multinacional, -cuatro gatos al fin y al cabo-, que ejecuta sus políticas neoliberales capitalistas con la complicidad de la clase

BUROPOLÍTICAEMPRESARIAL, antiguamente llamada “el contubernio”.

En el reino heredofranquista de las españas, la gestión clasista del bipartidismo monárquico ha supuesto la mayor estafa financiera de nuestra historia, rematada con la indignante modificación del art. 135 de la constitucionalísima, que generó una colosal deuda pública odiosa e ilegitima superior al PIB.

Los efectos de la crisis-estafa fueron los recortes presupuestarios en los servicios públicos, la eliminación de créditos minoristas, el cierre masivo de comercios y de pequeñas empresas, la usuraria expropiación de miles de viviendas por los bancos, el desempleo, sobre todo de las jóvenes generaciones que tuvieron que migrar.

En nuestras Islas , la ley del suelo supone ampliar las posibilidades del empresariado turístico para la urbanización desenfrenada del escaso territorio insular, ignorando las movilizaciones ecosocialistas de la ciudadanía canaria, demostradas también en los conflictos de las prospecciones, del macro puerto de Granadilla, de las torres de Vilaflor, etc.

Todas estas muestras de incompatibilidad creciente entre la acumulación capitalista y el igualitarismo democrático, sólo puede ser superada dándole un volantazo con la tradición humanista y republicana, representada por movimientos sociales emancipatorios, tales como:

EL MOVIMIENTO FEMINISTA, que ha logrado el pasado 8 de marzo una movilización internacionalista y solidaria, al unificar más de cincuenta estados bajo la consigna de protesta “ni una menos”, para denunciar la violencia machista y el trabajo invisibilizado de las mujeres del mundo.

EL MOVIMIENTO ECOSOCIALISTA, que trata de avanzar hacia una sociedad donde las grandes decisiones sobre producción y consumo sean tomadas democráticamente y de acuerdo con criterios sociales y transicionales hacia energías renovables, que se sitúen más allá del kaos inversionista de la kapitalización especulativa; y que frente a la negación y el desprecio de los valores del cuidado, relegados a la esfera feminizada de lo doméstico, propone situar la economía feminista en el centro de la evolución post-capitalista.

EL MOVIMIENTO ANTIBELICISTA, que frente al rentable complejo industrial militar del negocio de las guerras, plantea un desarme efectivo, para neutralizar el peligro latente de una guerra nuclear de (auto) destrucción de la humanidad, iniciada con las intervenciones imperialistas del pentágono.

Y el EL MOVIMIENTO REPUBLICANO, como moldura para la recuperación de la democracia radical en todas sus dimensiones:

Ejerciendo la democracia social desde la base de la ciudadanía trabajadora con la autodeterminación cotidiana de las comunidades, para que el proceso de toma de decisiones quede en manos de asambleas participativas.

Realizando una transición ecosocialista como único modelo posible para alcanzar la democracia económica.

Ejerciendo la democracia política como constante actualización de los valores del humanismo cívico de liberación igualitaria, solidaridad fraternal y justicia universal. Esta es la vocación internacionalista del republicanismo como principio confederativo de los pueblos.

Por la confluencia de todos los movimientos sociales de liberación democrática que aspiran a una justicia universal; por un proceso federal constituyente de los pueblos; por una alternativa Ecosocialista, Feminista y Humanista al capitalismo en crisis; por la desmilitarización y reconversión de la economía armamentista; por la autodeterminación de los pueblos; por un régimen laico y aconfesional, amigas y amigos, ciudadanos y ciudadanas, gritemos:

VIVA LA REPUBLICA Y VIVA EL 15M