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Vicente Quintana (AHORA CANARIAS): “sólo desde la plena soberanía política el pueblo canario podrá asumir el control de su devenir histórico”

El manido “Pacto para la recuperación social y económica de Canarias” se quedará en un blanqueo de fachada, ya que entre otras cosas no solo no cuenta con una ficha financiera seria y creíble, y juega a seguir apostando por el binomio turismo-construcción”

¿En qué situación quedará la clase obrera canaria tras el Pacto para la recuperación de Canarias?

Teniendo en cuenta que los/as trabajadores/as de Canarias vienen de una crisis, la del 2008, insertados en un tejido laboral pobre en derechos  y salarios en el que las familias canarias llevan años subsistiendo con lo que ganan y tratando de superar el endeudamiento de la anterior, crisis que dejó bastante mermada su capacidad de maniobra, los despidos, los descuelgues de los convenios por parte de la patronal, principalmente hotelera, que derivó en un sector totalmente precarizado en cuanto a derechos laborales y sociales, y eso a pesar de que a partir del 2013 la afluencia de turistas no ha dejado de crecer y no se ha traducido en unas mejoras salariales y estabilidad en el empleo; pues la actual situación de cero turístico, obviamente, va a provocar, ya está pasando, una factura importante que va a recaer fundamentalmente en los trabajadores del sector servicios, hostelería, restauración, transportes, construcción, etc.

Mucho me temo que el manido “Pacto para la recuperación social y económica de Canarias” se quedará en un blanqueo de fachada, ya que entre otras cosas no solo no cuenta con una ficha financiera seria y creíble, y juega a seguir apostando por el binomio turismo-construcción.

El mencionado “pacto” nada dice respecto a la nefasta “Ley del Suelo” o de la de “Las Islas Verdes” que van en contra de las medidas a tomar para afrontar el cambio climático.

El régimen de autonomía dentro del actual marco jurídico-constitucional del Estado español está absolutamente incapacitado para resolver los problemas estructurales de Canarias, ni puede impedir que las decisiones cruciales sobre nuestra vida se tomen fuera de nuestro País: economía, régimen de propiedad, sectores estratégicos, aguas territoriales, recursos naturales inmigración, sistema educativo, leyes laborales, espacio comunicacional propio, etc.

Siguen empeñados en la defensa del Régimen Económico Fiscal, compendio de privilegios fiscales del empresariado, sin intenciones de llevar a cabo una reforma fiscal para dotarse  de recursos que mejoren la situación social de la mayoría de la población: servicios públicos, dependencia, pensiones no contributivas, vivienda, Renta Ciudadana, etc.

¿Cuáles serán las principales diferencias respecto a la realidad laboral del Archipiélago antes de la pandemia?

Si antes del parón económico ya la desigualdad y la precariedad alcanzaban cotas insoportables: una de cada tres personas en las islas estaba bajo el umbral de la pobreza, un alto porcentaje con empleo precario, mientras un selecto 0,2% de la población tiene el 46,5% del PIB y que disfrutan de mecanismos legales de elusión fiscal como la RIC, pues no será difícil vaticinar que la situación para la mayoría de los/as trabajadores/as canarios va a ser dramática y que lo avala un reciente dato: casi el 43% de la población activa canaria está en el desempleo (254.981 desempleados inscritos en el Servicio Canario de Empleo) o en un ERTE (220.630 trabajadores/as).

¿Cree que los sindicatos están ejerciendo la función que la clase obrera canaria demanda de ellos o están siendo muy blandos?

Lamentablemente tengo que decir que soy bastante escéptico respecto al movimiento sindical canario, aunque espero y deseo que sean capaces de ponerse en la senda de la movilización y organización que hará mucha falta en los próximos meses.

¿Ve salvable la inacción y desconexión general del pueblo canario? ¿Cómo se actúa ante esta problemática?

Por supuesto, pero hay que ponerse a la tarea, no es sencillo y se necesita mucha voluntad  y tender puentes, unificar luchas y tener claro que estamos en tiempos de resistir y la voluntad de ganar. Los soberanistas canarios tenemos la obligación inaplazable de unir, de organizar y de avanzar… para vencer.

La obligación de los soberanistas canarios es ganar y para ello tenemos que tener claro que hay que convocar de manera inclusiva a sectores amplios de nuestro pueblo, y sumar en un proyecto  de país, fundamentado en la soberanía para construir un futuro digno y con calidad de vida como pueblo, constituir espacios de diálogo y reflexión y con la capacidad de actuar y construir el instrumento organizativo que nos permita ganar.

¿Qué proyectos, a nivel laboral, presenta AHORA CANARIAS como alternativa a todo lo visto hasta ahora?

Uno muy importante el fortalecer el sindicalismo canario y de clase que hoy, a pesar de deficiencias, representa Intersindical Canaria y trabajar para que otros sindicatos minoritarios sean capaces de integrarse en I.C. para consolidar un bloque sindical hegemónico.

¿Y a nivel pensiones y ayudas a dependientes? ¿Hay posibilidades en el actual marco legal, o la metrópoli tendría la última palabra?

A pesar de los diferentes informes sobre la exclusión social y la pobreza en Canarias, hay algunos que datan del año 1998 a los más recientes elaborados uno de ellos por la universidades canarias a instancias del gobierno CC/PSOE presidido por Fernando Clavijo a los elaborados por FOESSA y EAPN (red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social), sitúan a Canarias, en la última década, en puestos de cola en relación con la media de Estado y tres datos a modo de ejemplo: 770.000 personas están en riesgo de pobreza o exclusión social, de ellas, 195.000 en situación de pobreza severa y la Prestación Canaria de Inserción (PCI) sólo llega a un 3,4% de la población que la necesita.

Pero la realidad es tozuda y se impone a pesar de las declaraciones y “proyectos” de los sucesivos gobierno autonómicos, que no autónomos, la dejadez y la incapacidad para poner en marcha medidas que palien la situación de emergencia social. En las últimas semanas hemos asistido a innumerables declaraciones de distintos “responsables políticos” sobre los recursos que se han puesto en marcha para cubrir las necesidades más acuciantes de las familias canarias más vulnerables, teniendo prácticamente desmantelados las estructura de los Servicios Sociales en Canarias en los últimos diez años en la que se han visto mermada de financiación y delegando en empresas del tercer sector, en una suerte de privatización, la labor social de este importante servicio, como ya han denunciado en varias ocasiones colectivos sociales como REDESCAN.

Y por supuesto hay que mencionar la dejadez  en poner en marcha la Ley de Servicios Sociales de Canarias, aprobada hace más de un año y que aún no se ha desarrollado en la práctica.

Y desde hace más de un año está pendiente de que se ponga en marcha los trabajos parlamentarios sobre la Renta Ciudadana, establecida en el articulado del “nuevo” Estatuto de Autonomía.

Es decir que posibilidades las hay y muchas, pero la realidad es que no hay voluntad política y sí mucha incapacidad y dejadez.

¿Hasta qué punto afecta a Canarias su situación colonial, enfocada al ámbito laboral? ¿Por qué no se cuenta con un marco laboral propio, si teóricamente se tiene autonomía?

Primero hay que tener en cuenta que Canarias está ante una situación colonial en toda regla, con una economía  totalmente subordinada y frágil (el COVID 19 lo ha puesto de manifiesto).

La integración plena en la Unión Europea desatendiendo otras opciones menos lesivas para nuestra tierra, ha reforzado además nuestro papel como plataforma estratégica en la zona y nuestra dependencia económica, dejándonos desarmados para acometer los cambios estructurales imprescindibles en el modelo económico canario.

Sólo desde la plena soberanía política el pueblo canario podrá asumir el control de su devenir histórico que le fue expropiado por el colonialismo y desarrollar todas sus capacidades sociales, económicas y culturales. Tal realización nacional demanda la constitución de un Estado propio e independiente de cualquier tutela extranjera, sin menoscabo de las relaciones de amistad, solidaridad y colaboración que se puedan establecer con otros pueblos, naciones y Estados.

El régimen de autonomía dentro del actual marco jurídico-constitucional del Estado español está absolutamente incapacitado para resolver los problemas estructurales de Canarias, ni puede impedir que las decisiones cruciales sobre nuestra vida se tomen fuera de nuestro País: economía, régimen de propiedad, sectores estratégicos, aguas territoriales, recursos naturales inmigración, sistema educativo, leyes laborales, espacio comunicacional propio, etc. En cambio sí que sirve como herramienta ideal para la defensa de los intereses de la burguesía intermediaria colonial que saquea los recursos de Canarias

AHORA CANARIAS, es el germen para construir un proyecto de país fundamentado en la soberanía por un futuro digno. Es hora de convocarnos y convocar para construirlo. Nos toca decidir cómo vamos a responder.

Canarias, el Archipiélago Canario, nuestro país, es el paradigma de la explotación colonial en pleno siglo XXI de un territorio en el continente africano por parte de una potencia europea, en este caso el Estado español. Un neocolonialismo que se manifiesta con toda nitidez, en la ausencia total de un aparato productivo propio, en la destrucción progresiva del sector primario, en la falta de soberanía alimentaria y en la desaparición de la antaño floreciente industria pesquera, tras la destrucción de la flota artesanal. A los canarios y canarias nos han convertido paulatinamente en una población de servicios, para cubrir las necesidades de mano de obra barata del monocultivo del turismo, con más de 16 millones de turistas -sobre todos europeos- cuyos gastos son pagados en origen a los correspondientes tour operadores extranjeros; Canarias no tiene un tour operador propio, lo que hace que en Canarias prevalezca una economía extractiva, dependiente del exterior.

¿Cuáles son las claves para enfrentar esta profunda crisis y abrir brecha en el sistema?

No me cansaré de repetir: organización, es la hora de unir voluntades para construir organización y proyecto de país:

– Soberanía y derecho de autodeterminación.

– Estatuto Internacional de Neutralidad de Canarias.

– Aguas territoriales de Canarias.

– Sin feminismo no hay alternativa, no hay opciones.

-Por la defensa de la tierra, alternativas al desarrollismo.

-Por un nuevo modelo económico alternativo y socialista.

– Políticas sociales para el cuidado de la vida.

– Un sistema educativo propio, público y universal.

– Cultura, compromiso de la izquierda.

¿Qué consejo le gustaría transmitir a la juventud (y a los no tan jóvenes) para que se empoderen y dejen atrás la desidia y el desánimo?

Que sí hay opciones, sí hay alternativas. Para lo que no habrá espacio es la sumisión, la corrupción, la mentira, la eliminación de nuestros derechos. Somos un pueblo valiente y nada ni nadie nos puede arrodillar.

AHORA CANARIAS, es el germen para construir un proyecto de país fundamentado en la soberanía por un futuro digno. Es hora de convocarnos y convocar para construirlo. Nos toca decidir cómo vamos a responder.

Esta entrevista se ha realizado dentro del proyecto de comunicación y difusión de Ahul- Juventudes de AHORA CANARIAS. Se ha autorizado a EL PAÍS CANARIO su reproducción.




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