Santiago Palenzuela, el guardián del flamboyán: “Queremos un juicio justo para el árbol; en nuestro informe se dan soluciones y no es necesario talarlo”
Una de las últimas obras de Santiago Palenzuela se desarrolla en el Barrio de la Salud Alto de Santa Cruz, donde radica un flamboyán ubicado en el jardín de propiedad privada común de los vecinos y vecinas que residen al lado. Como adelantó el periódico El Día (nunca pensé que diría que echo de menos la dirección de José Rodríguez Ramírez), el Ayuntamiento de Santa Cruz pretende que los vecinos talen un flamboyán que plantaron hace 60 años. Algunas de las causas aducidas en el reglamento esgrimido incluye el ornato y el turismo.
Cabeza de suicida I (ÓscarDomímguez)
Un día de junio, apareció un trabajador del Ayuntamiento a decir que había que talar el árbol porque era un peligro. Enseñó un teléfono móvil, donde supuestamente estaba la justificación, y ya está. Los vecinos contactaron con la Mesa del Árbol, que envió al ingeniero técnico agrícola Carlos Alberto Jorge Santana, que elaboró un informe sobre el estado de salud del árbol, considerando que no es necesario talarlo y lo registraron en el Ayuntamiento el día 23. Posteriormente, el día 26 aparecieron dos mujeres que empezaron a sacar fotos del árbol, de las raíces. Los vecinos preguntaron qué estaban haciendo y respondieron que eran “del Ayuntamiento”.
Dos días después, apareció publicado en un medio local un supuesto informe sobre el flamboyán del año 2023, realizado por una empresa privada denominada Árbol, Investigación y Gestión S.L. (Doctor Árbol), con sede en Barcelona. “No aparece quién encarga ese informe de evaluación, o sea, ningún área municipal, ni cuenta con la conformidad o firma de un técnico municipal, ni tiene registro de entrada, ni nos han notificado oficialmente. Para mí, el único informe válido es el nuestro”, afirma Palenzuela.
Ante tanto oscurantismo por parte de la Administración, Santiago Palenzuela, que salió en Islotada y después en El Día como “el guardián del flamboyán” me comenta que quieren “un juicio justo para el árbol”. “En estas últimas alegaciones realizadas por el autor de nuestro informe, se dan soluciones y queda bastante claro que no es necesario talar el flamboyán”, señala.
Venimos circulando por la TF-1 después de comer una excelente carne cabra y unas potas en salsa en San Isidro, con Santiago contándome la historia del día que fue el concejal Carlos Tarife y salió un vecino, Quico, a gritarles que por qué Coalición Canaria y Partido Popular no se dedicaban a erradicar la pobreza de Santa Cruz en lugar de talar un árbol que da sombra. Luego me habla del espíritu del 20A y me sorprende porque ya no es el de Vilaflor, creado a través de una tele local. El del 20A es una marea de siete estrellas verdes, me dice. Y parece que no hay una organización en condiciones para gestionar ese inmenso apoyo a una serie de propuestas políticas que nos mejoraría la vida a quienes aquí nacimos. Como decrecer en turismo, también por salud.
Los ecocidas que nos gobiernan ya talaron las bellas jacarandas de Méndez Núñez en Santa Cruz, dejando las aceras de aquella calle al pairo de un importante solajero. Hay que añadir, de paso, que las empresas que gestionan Parques y Jardines suelen podar en verano, la peor época del año. Y las podas mal hechas enferman a los árboles que luego hay que talar. Si no son ineptos, porque esta información sobre botánica es básica, habrá que pensar si va a ser que hay alguien, en algún sitio, que se beneficia con todo este disparate.
Has estado apoyando la acampada de Canarias Se Agota en La Concepción, has apoyado la manifestación del histórico 20 de abril de 2024 y dices que estás dispuesto a encadenarte al árbol.
¿Por qué afirmas que esta lucha para que no talen un árbol aparentemente sano tiene que ver con la manifestación y las reivindicaciones del 20A?
Tienen en común, amigo Ramón, que ambas son manifestaciones contra la prepotencia de las élites gremiales y su militante mediocridad. Y ahora en lugares, en principio tan inocuos como en Canarias, de repente sus habitantes empiezan a defenderse y a distinguir otra vez a los buenos de los malos y las tropelías clasistas de estos últimos, y van y actúan en consecuencia. Se declaran en huelga de hambre, se encadenan, y nuestras protestas se hacen virales y somos ejemplo fuera. Se manifiestan masivamente de nuevo las estrellas verdes de nuestro ADN contra los virreyes de siempre. Cuando leí que desciendo oficialmente de «Fco. Beljoco, esclavo de Francisco» he de reconocer que algo cambió y recuperé parte de la identidad que me habían negado desde chiquito, y dije para mí: «ahora somos guanches en vaqueros, con faldas o con pantalones de tergal, pero en ropa de brega».
¿Han tomado alguna medida legal para frenar la orden de Disciplina Urbanística? ¿Acudirán al juzgado? ¿Llamarán al SEPRONA?
El guardián del flamboyán y yo nos hemos reunido y estamos trabajando hombro con hombro y hemos decidido que mañana sol y buen tiempo, pero actuando en consecuencia: manos a la arena, al calzón y a la espalda, y que comience la agarrada…
¿Esperan apoyo vecinal?
El mayor apoyo vecinal ha sido de la gente justa y buena afectada u ofendida por situaciones similares que deciden compartir sus logros y te asesoran. La mayor parte gente bien preparada, de diferentes ámbitos profesionales, con ganas de políticas activas y democracias participativas. La sociedad en general se está portando de manera increíble, mostrándose, y el guardián del flamboyán se los agradece, pero más se los agradecerá el mismo árbol.
¿Qué hará si los vecinos no talan el árbol y el personal del Ayuntamiento intenta entrar por la fuerza?
El Barrio de la Salud es duro y todo el mundo va a lo suyo; parece que reinara la omertá… pero el árbol no está solo; el guardián del flamboyán con su máscara, sus cadenas y sus octogenarias huestes del bien lo protegen. Y si viene la Guardia Civil espero que hagan justicia y se lleven detenidas y expulsen a las huestes del mal.
Durante el paso por Abona, entre los molinos eólicos de Iberdrola y Disa (de la familia Carceller, representada en Canarias por el malogrado José Sabaté Forns) y los sembrados de placas fotovoltaicas, llegando a las torres de alta tensión de UNELCO construidas después de la manifestación contra las torres de Vilaflor, Santiago habla de la belleza y de cómo se ha perdido; cómo el sentido de la verdad ya está en manos de la ultraderecha (a través de bots, fake news y campañas psicosociales de sus medios), que también se apropia y pervierte el concepto de libertad; quedan el amor y la belleza, arrebatada la verdad en las redes sociales y la libertad en España por el centralismo madrileño, el OPUS Dei, la mafia mediático-empresarial y la segunda gusanera que, en conjunto, viven de todo tipo de tráficos: drogas, armas, fauna, mujeres, hombres, niños, niñas, órganos humanos y bebés, y que apoya el genocidio de los pueblos palestino y saharaui.
Santiago Palenzuela, en su taller
¿Qué es la belleza o qué queda de la belleza? ¿Se puede transmitir a las próximas generaciones a través de la oralidad?
Un erudito bigotudo escribió que el paisaje es bello si tú te sientes bello dentro del paisaje. En Canarias ya no debe de quedar mucho de esa belleza que añoras porque la gente ya no se siente bella dentro del paisaje. Si no, acuérdate del 20A. De todas maneras, el arte habla de lo bello y de lo feo y habla de una cosa y de su opuesto. Por eso el arte no redime a nadie ni salva al mundo, pero la naturaleza sí… la transmisión oral será la única que quede limpia del pecado de contaminar salvo por los escupitajos que lances al hablar, y en un mundo que pierde la memoria también olvidaremos que lo bello que añoras solo se percibe por los sentidos de la vista y del oído.
Ramón Pérez Almodóvar
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