El “pacto de las flores” quita importancia al contagio de sanitarios que, según sus cifras, tienen 17 veces más riesgo que el resto de ciudadanos
Sobre el 20% de los afectados por el Covid-19 en Canarias son sanitarios, sanitarios diagnosticados porque aunque hayas tenido contacto no te hacen la prueba pese a seguir lidiando con pacientes y compañeros ¡imagínense si están chiflados y si son sinvergüenzas!, y como les sonaba feo el dato, vendía mal, el “pacto de las flores” sustentado por Nueva Canarias, PSOE, Podemos (o como se llame eso aquí que yo ya no sé) y el gomero cuya hija fue la única en Canarias que sacó un diez en la prueba tipo test de las oposiciones de enfermería; pues le han dado la vuelta a las cifras para afirmar, sin ruborizarse lo más mínimo porque no tienen vergüenza ni la conocen, que los 332 sanitarios diagnósticados solamente representan el 1,2% del total de trabajadores del Servicio Canario de Salud. Así, sin más, claro que si nos ponemos en esas pues los 1.622 enfermos diagnosticados de Canarias representan el 0,075% de la población del Archipiélago, vamos una coñada que para nada justificaría que estuviéramos encerrados ni una semana y que, básicamente, echando números significa que un sanitario tiene 17 veces más riesgo que cualquier otro ciudadano.
Eso si metemos a los 30.000 empleados, de los que ni el 10% deben estar en la lucha directa contra el virus con lo que uno a ojo de buen cubero calcula, obviamente esos números no manipulados ellos no los van a dar ni los sindicatos y desde luego la prensa tampoco están por la labor de exigirlos, que pudiera ser que sobre el 10% de los sanitarios que dan la cara contra el bicho hayan podido caer contaminados. No se sabe, pero pese a sus indecentes manipulaciones de las cifras que no quepa la menor duda de que se sabrá. Pese a los sindicatos vendidos y a la prensa convenientemente untada se sabrá.
Lo que están haciendo con el personal sanitario es indecente e inmoral, que ellos están ahí aguantando pues vale, pero que estos personajes sin escrúpulos y que de siempre han jugado a favor de la sanidad privada y despreciando lo público sumen a todo el personal al servicio de la sanidad canaria, incluidos miles de administrativos que ni se rozan por los pacientes o sanitarios de otros servicios que no están en la lucha contra el virus ¡hasta los enchufados de confianza los habrán metido para que les cuadrara ese 1,2%! a fin de restarle importancia a la sangría que supone que la gente, básicamente por falta de medios, siga cayendo como moscas en esos servicios de urgencias y en esas plantas no adaptadas, donde están apoyando a este personal con estudiantes que desde la mejor voluntad del mundo pues no tienen ni la experiencia ni la capacitación acaso que ni para protegerse ellos mismos (con el riesgo que supone que por su juventud llegan a ser hasta asintomáticos), pues dice mucho bastante de la catadura moral de estos individuos.
Yo no aplaudo, yo exijo que se les respete como profesionales y que se les apoye no con pagas extras ni leches (eso lo piden los sindicalistas que ni se rozan básicamente para ver si a ellos les cae algo también pero ni uno solo de los que conozco metidos en el ajo les he oído hablar de dinero), que se les apoye y que se les mime para que estén protegidos al máximo, que aún con falta de medios hay otras medidas de precaución que pueden ser eficaces y que no pasan por cubrir agujeros con chicos y chicas inexpertos que apenas si están aprendiendo a pinchar, lo cual les resulta complicado en condiciones normales, sino que lógicamente se agobian y se ponen nerviosos cuando tienen que hacerlo en condiciones extremas forrados con mascarillas, guantes y gafas que se empañan. Justamente la solución va en apostar por gente más experta de la que no se tira porque precisamente por eso no se callan ante las malas prácticas que les puedan poner en riesgo a ellos y/o a los pacientes. Esa no es la política, les saldrá bien porque esta tierra es como es y la peña se conforma con desgañitarse a aplaudir para que se sigan jugando el físico cuando es precisamente eso lo que no contribuye en nada a mejorar la situación. Bien al contrario, nos pone más en riesgo a todos y todas.
