España no es un Estado, es un reino feudal
Un Estado se conforma partiendo de la voluntad de anexión por parte de las naciones y en el caso de España esas anexiones se hicieron por imposición de las monarquías de la época, hasta la actualidad.
Si en el 78 se hubiera hecho un referéndum al respecto y el Jefe del Estado se hubiera elegido por sufragio universal, hoy la entelequia España no entraría en estas contradicciones que legitiman a las naciones en cuanto a su derecho a la secesión.
Es harto jocoso oír a la hija de un golpista franquista (la vástago del general Santamaría, vicepresidenta del gobierno), decir que en Catalunya se acabó la democracia. Que estás declaraciones vengan de la portavoz de un partido fascista, totalitario y baluarte de la corrupción estructural, me parece de un cinismo supino.
Un Reino donde no hay división de poderes y sus tribunales se pliegan o inhiben ante la corrupción del gobierno centralista y ante el agravio que hacen contra del pueblo, no tiene autoridad moral para hablar de democracia.
Ciertamente, han usado de forma parcial los tribunales para impedir la voluntad de los catalanes, estratagema que está viendo el mundo, aunque estos no tienen vergüenza ni dignidad. Sin embargo, así es el estado de las cosas, y un Reino corrupto que nutre y se retroalimenta de los partidos del régimen (PSOE, PP, Ciudadanos, Podemos y a los cachorros facistas y neonazis que le subvencionan sus grupúsculos), les importa muy poco la calificación internacional con la que le tilden, aunque ya esté considerado el miembro más corrupto de la CE.
Siguen, dale que te pego, con la constitución española (la que sólo han cambiado para los intereses de su mafia), desoyendo y contraviniendo el marco del derecho internacional que prevalece sobre las constituciones de los Estados, y más cuando se ha firmado la carta Magna de las Naciones Unidas, asunto por el que se ha de ser considerado un estado con garantías democráticas de cara a su pueblo. Recordar que España ingresó en la ONU por presión de los EE.UU y en pleno franquismo, todo por los intereses de los yanquis en la guerra fría. La mayoría de los países europeos se opusieron, pero, finalmente, el peso de EE.UU hizo su efecto.
Escucho cosas tan kafkianas de miembros del gobierno centralista, como que la resolución 1514 de las Naciones Unidas sólo es aplicable a los territorios coloniales, soslayando que Canarias es una colonia en esperas de su soberanía nacional y se queda tan pancho siendo consciente de ello. Hay que aclararle a estos opresores, que Canarias no tiene por qué acogerse a la resolución 1514, sino a la descolonización e independencia por ser un territorio y nación diferente, fuera de las fronteras de eso que se llama España y forzada a pertenecer a un continente diferente al de su naturaleza. Ocurre que la educación y alienación secular sobre el pueblo canario ha hecho mella en su psique, inoculación ejercida por la enseñanza colonial en la escuela y desde primaria, más, la labor incansable y distorsionadora del aparato de propaganda del colonialismo español.
Todos los partidos que, con dinero de la banca y el Reino, hicieron mayoritarios para blindar este sistema fascista, son aparatos para el inmovilismo, la corrupción y salvaguarda de esta absurda que se llama España.
Quién no quiere apartarse de un Reino antidemocrático, que no cumple con la legislación internacional y que ha condenado a su pueblo a la miseria para favorecer a la casta que blinda esta dictadura camuflada o democracia postiza, es porque no conoce su realidad existencial.
Lo digo una vez más: la dignificación y el bienestar de ese pueblo al que han llamado español, pasa, sin ningún atisbo de dudas, por salir de la piel de toro donde los metieron como siervos.
No pasa nada si el Reino se desintegra, todo lo contrario: los corruptos que viven de los pueblos ya no podrían vivir de su sangre y sudor, mas, sólo les quedaría vivir en algunas colonias exóticas con las fortunas que les han robado al pueblo trabajador y sumiso –todo hay que decirlo.
El Reino, ante la sinrazón y sus contradicciones sólo amenaza e intimida, forma con la que se ha perpetuado, por la inacción y pasividad de los pueblos que no saben que pueden vivir mejor como naciones independientes.
Yo me dirijo a mi pueblo y aprovechando el reconocimiento que, indirectamente o por amnesia nos hace un corrupto del sistema español en su televisión –no me acuerdo de su nombre– que sólo las colonias tenemos derecho a la autodeterminación, que se pongan las pilas los canarios y el independentismo converja, de una vez por toda, para pugnar juntos por la descolonización e independencia.
Isidro Santana León