La obsolescencia programada… ¿fabricados para tirar…?

3 de julio de 20193 de julio de 2019 Redacción Redacción

El consumo nos consume…La auto fagocitación programada

¿Recuerdan cuándo era la época en la que se compraba cualquier artículo, incluso la comida y ni traía fecha de caducidad ni nada que se le pareciera?

¡Qué tiempos aquellos!

Comprábamos comida, ropa, electrodomésticos, muebles, coches, juguetes y un largo etc. de mercancías que viajaban por el mundo, las cuales una vez en nuestras manos y bajo el uso que hacíamos de ellas podían durar años, e incluso utilizarse como herencia de padres a hijos, y esto no es una exageración, en su momento fue una realidad que, poco a poco, ha ido cambiando ante nuestros ojos casi sin darnos cuenta.

Estamos en la era de los años 2000, en la era de la modernidad, en la era de las mayores desigualdades, en la era del consumo donde ejercemos, un papel relevante, como productores y consumidores.

Todo comenzó en el siglo XX, especialmente, después de los años 50s posteriores a la segunda guerra mundial, fue una época proclive a la exacerbada industrialización y comercialización al son de la creciente tecnología que produjo el nuevo orden mundial salido de los acuerdos posteriores a paz que sobrevino de la gran guerra.

Fue en esa segunda parte del siglo XX, cuando fue creciendo la industria de consumo y su comercio mundial. El nuevo mundo necesitaba fabricar para dar consumo y trabajo y que pareciera que el mundo había entrado en una etapa de prosperidad, hoy vemos cuales han sido las deudas a pagar de todo eso. En esos momentos todo era más fácil de fabricar ante los avances tecnológicos y todo fue fabricado y comprado…

Ahora, todo hay que actualizarlo a través de internet, con lo cual, hemos de consumir todo lo que trae la Net… si no lo hacemos, quedaremos obsoletos y tendremos que seguir una y otra vez cambiando nuestros artículos.

Ahora todo o casi todo, viene con una fecha de caducidad o una programación interna que hace que su duración sea no superior a los cinco años.

¿A quién le interesa esto? Pues evidentemente a todos los grandes poderes socio-económicos-religiosos y culturales que establecen el orden y dirección del mundo establecido. Con esta obsolescencia programada, todo tiene un final que permite que la noria de la producción y el consumo sigan funcionando, dando riqueza a los que están arriba de la pirámide. Es así y así seguirá. Es la naturaleza del sistema materialista que gobierna el planeta.

Todo ese consumo exacerbado, hace que generemos una grandísima cantidad de residuos, lo que también interesa a las élites gobernantes para poder seguir manteniendo este sistema de producción y consumo.

Pero, ¿Hemos pensado en la obsolescencia psicológica?

Si, se trata de la necesidad que se nos crea a través de todos los medios audiovisuales y demás sistemas de comunicación y publicidad, de que, necesitamos tener una serie de cosas sin las cuales, nuestra vida no será igual, y efectivamente es así, porque la tecnología lo engloba ya todo, y si no vamos a la par, estaremos fuera de muchas de las cosas que se van haciendo prácticamente imprescindible en nuestras vidas.

Hemos llegado a un nivel de materialismo tal, que la obsolescencia se va a ir extendiendo por todos y cada uno de los aspectos de nuestras vidas. Y no nos vamos dando cuenta.

¿Cómo llamaríamos a una situación injusta y partidaria, cuando vemos como a las mismas personas se las trata desde un punto material? Esclavitud, desigualdad, movimientos migratorios, derechos elementales de las personas… ¿Será que también se utiliza la Obsolescencia humana?

La obsolescencia programada ha llegado, y, me temo, que lo ha hecho para quedarse por mucho tiempo en nuestra sociedad.

La cuestión es despertar, pero es muy fastidioso no tener el último móvil de moda en nuestro poder.

Los que tienen el poder, no están pendientes de nosotros, no miran por nosotros. Los que están arriba, en la punta de la pirámide, son los mismos: políticos, ricos, grandes empresarios, grandes familias, grandes multinacionales que hace y deshace a su gusto e interés.

Están todos inter-relacionados e interactúan entre sí por sus propios intereses.

La Obsolescencia Programada es una realidad que niegan y que llega a más sitios de los que podemos imaginar. Ellos, no nos van a ayudar a despertar, ellos quieren que sigamos así.

Cada uno de nosotros que adopte la posición que mejor le parezca.

Juan Antonio Gómez Jerez