El Consejo de Gobierno aprueba una declaración a favor de la instalación del megatelescopio TMT en La Palma sin atender a las críticas  

En el acuerdo adoptado por el Consejo de Gobierno se insiste en los mismos argumentos que han caracterizado un “modelo” de intervención sobre el territorio de nefastas consecuencias

Sin atender a ninguna a las críticas de los colectivos ecologistas y de los defensores del medioambiente, el Gobierno de Canarias aprobó, en su reunión del pasado jueves, una declaración a favor de la instalación del megatelescopio TMT en La Palma. La propuesta, que fue elevada al Consejo de Gobierno por la consejera de Economía, Conocimiento y Comercio del Gobierno de Canarias, Carolina Darias, redunda en las mismas consideraciones que han propiciado el desastre medioambiental que amenaza -ya casi de forma irreversible- al Archipiélago. 

En el acuerdo adoptado se insiste en los mismos argumentos que han caracterizado un “modelo” de intervención sobre el territorio de nefastas consecuencias; argumentos que el texto de la declaración resume con el mismo “mantra” -gastado por el uso que le dieron los anteriores gobiernos (los de Coalición Canaria)- de la “relevancia social y económica para las Islas”, sin olvidar la majadería de que“ para la sociedad canaria, en general, y para las personas que residen en la isla de La Palma, en particular, supondría una fantástica oportunidad de acoger en su territorio a las personas que trabajarían en el proyecto TMT”.

En definitiva, el Gobierno de Ángel Víctor Torres utiliza propagandísticamente el asunto de la “Emergencia Climática” y, por otro lado, no atiende al hecho de que en Canarias no es posible ya aplicar ningún modelo de desarrollo que implique seguir depredando territorio. En Canarias hemos llegado a un límite, y, como han indicado en este caso los ecologistas, las cumbres del Roque de Los Muchachos están “saturadas”, y  La Palma  “ya ha excedido la capacidad de albergar más telescopios y se ha pagado un alto precio por la astronomía”.

Finalmente, no debemos olvidar, frente a la propaganda que anuncia “trabajo y prosperidad” para la Isla de La Palma y para toda Canarias, la denuncia pública realizada por Intersindical Canaria el pasado mes de agosto: “Ni el proyecto cuenta con un respaldo popular mayoritario, ni son tales los beneficios económicos o los “centenares” de puestos de trabajo a crear en la isla. A los hechos nos remitimos: tras la dañina instalación de hasta 14 telescopios en terrenos pertenecientes a Garafía,  ese municipio continúa sufriendo un éxodo de su población y mantiene el triste indicador de continuar siendo el municipio más pobre del Archipiélago. En todo este tiempo el Instituto Astrofísico de Canaria, además de lesionar gravemente el espacio natural y arqueológico protegido, ha contaminado el territorio con aguas residuales deficientemente depuradas procedentes del complejo astrofísico, tal como ha reconocido el propio Cabildo”.