Opinión

El precio de Canarias

En mi día a día como productor y músico, veo a mucha gente del gremio cultural insular menospreciar el arte creado en su país con la clásica premisa de »en la península hay más desarrollo» cuando realmente es un »no hay desarrollo, porque estamos adormecidos». Adormecidos por un gobierno foráneo que solo nos ve como colonia turística y cuyos ciudadanos tienen una imagen colectiva de Canarias cuanto menos, cómica, atrasada e incluso racista (en el caso de los españoles más borregos) y de la que solo saben soltar vagos comentarios de tipo: »¿¡Eres canario!? ¡Qué bueno! Me encantaría ir de vacaciones allí» o una burda imitación de nuestro acento, el clásico ‘‘muyayo» nunca falta.

Cursé mis estudios de Producción Musical e ingeniería del Audio en Málaga, así que sé de lo que les estoy hablando. Un buen amigo mío andaluz, me soltó un comentario muy cierto y profundo sobre el imaginario español y su concepción de nuestra pequeña y bonita nación y fue el siguiente: »Aquí solo nos acordamos de vosotros de junio a septiembre, cuando pega el calor y buscamos un lugar exótico y bonito al que ir sin gastar apenas un duro». No le cogí desprecio ninguno a mi amigo español -después de todo- es lo que le vendían en la TV y nunca había visitado mi país, solo lo había visto en anuncios turísticos o fotografías. Cabe destacar que en el imaginario español, solo tienen una imagen de Canarias como lugar bonito y exótico, tampoco saben (ni quieren que se sepa) el horrendo motivo de nuestra anexión a tan podrido Estado…

El colonialismo, el genocidio de un pueblo milenario compuesto de varias etnias aborígenes únicas en su especie y muy ricas en conocimiento y cultura, de los que somos hijos un 62 por cien del pueblo canario (ricamente mestizado con europeos, africanos y latinoamericanos) y lo que da origen al código genético humano más diverso y único del mundo. Pues nuestro país ha sido estación de paso de múltiples culturas a lo largo y ancho de la historia moderna, que ni por asomo se atrevieron a invadir/faltar al respeto a nuestros ancestros (Y estoy hablando de grandes imperios como los cartagineses, romanos, fenicios y griegos) pues entendían aquel exótico paraje como el hogar de dioses, mitos y leyendas y a sus habitantes como los guardianes del mismo.

Fueron numerosas las cartas de navegación que enclavaban a Canarias en la antigüedad como una nación libre y con una mínima capacidad de comercio e incluso, hoy día, politólogos e historiadores la declaran un ‘protoestado’ pues los aborígenes ya estaban dando forma a una sociedad con estamentos y política, antes de la invasión europea. Se sabe sobradamente que este protoestado canario, llegó a contar con el protectorado del emperador de la Gran Mauritania, Juba II, quién solía visitar a nuestros guadameñes (chamanes guanches) para hacer consultas espirituales previo a embarcarse en la batalla contra cualquier enemigo del imperio norteafricano. Según los pocos relatos detallados, Juba II llegaba a Canarias cargado de ofrendas para los aborígenes pues él sentía que gracias a las predicciones de nuestros chamanes su futuro bélico e imperial se veía salvaguardado de los asedios enemigos. Increíble y preciosa historia, lo más triste es que yo, joven canario del siglo XXI no he accedido a esta información gracias al »eficiente» sistema educativo colonial. sino que he estado durante años estudiando y recopilando información sobre el origen de la identidad canaria, como ejercicio de respeto y memoria a mis ancestros.

Gracias a haberme esforzado en aprender y leer por mí mismo, empecé a darme cuenta (muy joven, a los 13 años) que mi país no era el que me enseñaron en la escuela, que mis ancestros nos son todos españoles por narices, porque los libros de historia colonial así lo dicen (OS exterminamos a todos, ja, ja, ja) todo mentira, la enseñanza de la historia de Canarias solo se remonta a dos o tres párrafos del libro de texto de cualquier niño canario, cuando en mi opinión DEBERÍA de existir la asignatura HISTORIA DE CANARIAS, a través de la cual formaríamos una identidad canaria moderna, basada en valores de respeto, memoria histórica y reconciliación con el PUEBLO de España (No su podrido Estado, con el que buscamos romper lazos lo antes posible) valores, que el nacionalismo fachohispano, aborrece e incluso oprime, pues se basan en el odio para argumentar todos sus movimientos.

Entonces, sabiendo yo toda esta historia, cuando veo a un canario/canaria »ilustrado» del mundo de la cultura hablar de su tierra como un ente inferior y dependiente del Estado español, me repateo por dentro y siento compasión por él/ella, pues son personas con el pensamiento encauzado tal y como los mandamases de Madrid quieren. Canarios aplatanados, sin sentido crítico, apolíticos y sobre todo, exóticos y simpáticos para disfrute del turista godo que busca en el canario más un siervo y un mono de feria antes que un buen amigo con una cultura preciosa, unos parajes naturales patrimonio de la humanidad y unos ancestros humildes, hospitalarios y trabajadores.

Es por esto que como nacionalista moderno, apoyo una Canarias independiente, soberana, próspera y sobre todo, amiga del pueblo español, PERO SIN SER PARTE de su Estado, NO HAY LUGAR para el odio irracional en nuestro movimiento, no nos caracteriza como canarios dicha actitud, ni nunca lo hará. Debemos de luchar por una Canarias que empiece a ser reconocida por el pueblo español primero y por la ONU después, para que cuando hagamos nuestra independencia, nos apoyen y nos empiecen a tratar como lo que somos, un país diferente, con un pasado colonial español (véase Guinea Ecuatorial y toda Latinoamérica) pero que nos traten de país a país, no de metrópoli a colonia. Con el levantamiento soberano, queremos que venir a Canarias sea costoso, caro, exclusivo, como viajar a las Hawaii o a las Caymán y que así podamos hacer un modelo turístico nuevo ya que el actual es contrario a la sostenibilidad económica y ecológica de nuestro territorio y está llevándose por delante hectáreas de terreno solo para que Lopesan y sus amigos canarygodos hagan negocio sobre el lomo de los 2,5 millones de trabajadores y ciudadanos canarios. Ahora además con la crisis del COVID-19,se está quedando patente cuáles son sus intereses, pues teniendo que cerrar fronteras y proteger a la población, siguen aterrizando alemanes y noruegos en Canarias ya que las agencias ya habían cobrado los paquetes turísticos y cerrado las reservas y con el reciente abandono/quiebra  del principal turoperador (o debería decir explotador)  del archipiélago ,Thomas Cook, los hoteleros y empresas asociadas necesitan hacer caja SÍ O SÍ y la harán a costa de la salud del pueblo canario ,sin que este reciba la más mínima compensación por doblar el lomo de tal manera.

Entonces para concluir mi reflexión y dar a entender mi mensaje, les diré que la soberanía canaria se conquistará primero desde la conciencia cultural, luego desde el respeto mutuo entre países y finalmente, por tener una conciencia económica, defensiva y de futuro. El independentismo Canario ha madurado y estamos preparados para responder la famosa cuestión de los colonizados que viven la vida tirados en el sofá… el famoso »¿de qué vamos a vivir?» De Jóvenes canarios, gandules, sin criterio político alguno y sumisos en sus ideas, desde luego que no, esa gente no va a levantar el país, el país lo levantarán jóvenes con el corazón y la mente educados, de espíritu emprendedor, con formaciones diversas como la medicina, las ingenierías, las letras, la música y las artes. No un vago NI-NI que vive viendo Telecinco y enganchado al hachís, las redes sociales y dependiente del paro español, a ver si con un mísero cursito del mismo escapa de la isla, porque en su subconsciente es incapaz de asimilar la dura lucha que supone la consecución de nuestra justa y merecida soberanía pues le han hecho creer que luchar por Canarias libre es cosa de ilusos, soñadores o incluso de ‘marginado/friki’. A todos ellos, compatriotas canarios sin distinción, les digo: »Guárdense las espaldas, porque cuando España nos explote por completo, ustedes serán los primeros en lamentarse y ahí no habrá vuelta atrás». El valor de Canarias no se mide solo en su economía, sino en aquellos que la aman, la representan y trabajan por ella, su cultura, su desarrollo y su reconocimiento internacional.

Andrés Rodríguez, productor musical e ingeniero de sonido




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