Espectacular crecimiento de vallas publicitarias en las autopistas tras la campaña del Cabildo para eliminarlas
Fue en la primavera pasada, y principios del verano probablemente (aunque lo anunció mucho antes), cuando el Cabildo de Tenerife comenzó la tan cacareada campaña de retirada de vallas publicitarias ilegales, según ellos, de los márgenes de las autopistas de Tenerife. Bueno, en realidad de algunos márgenes porque en algunas zonas como en el Sur no han dejado de crecer desde entonces, aunque en estos últimos meses, tras el verano principalmente, las nuevas están alcanzando hasta los rincones más insospechados, ante la pasividad en la brega tanto del gobierno como de la oposición del Cabildo que sigue mirando para otro lado en este asunto, acaso de cara a las elecciones del 2019, que aquí sabemos ya que la precampaña comienza año y medio antes mínimo y todos quieren plantar sus caretos por todas partes al precio que sea.
Ya hay vallas que tapan a otras vallas, incluso frente al monumento natural de Montaña de Guaza u otras que buscan el más difícil todavía en lo que a perspectiva se refiere porque pretenden captar la atención de los vehículos que circulan por la dirección contraria al margen donde éstas son ubicadas, sobre zonas elevadas del terreno y demás. Jamás se había visto, ni en las épocas de la desregulación total, nada semejante.
Y claro, en ese Cabildo, tanto en el Gobierno como en la oposición (donde cada uno a su manera se ha ido agenciando un sueldito a base de asistencias o lo que sea) existen un montón de políticos y funcionarios a los que se les supone con la responsabilidad de cortar con esto si es que hay que cortarlo, que ya uno no sabe. Lo que parece desde todo punto de vista intolerable es que se les levanten las vallas a unos mientras a continuación vienen otros y las montan donde mismo en el mejor de los casos, como en la zona de Añaza-Santa María del Mar, o en el ‘más difícil todavía’ como está ocurriendo de manera generalizada en el sur de Tenerife, que cualquiera diría que se rige en muchos aspectos por una legislación diferente. ¿Tiene la sociedad civil que seguir denunciando lo mismo por décadas mientras todos estos personajes continúan tomándonos el pelo y vendiendo humo? Pues parece que sí, para lo único que se han puesto de acuerdo estos personajes es para repartirse diez sillones más en el Parlamento de Canarias, ni para asuntos de Sanidad, ni de Educación, ni de Energía, ni de Medio Ambiente, ni de Agricultura… Nada, sólo cuando han visto la posibilidad de obligarnos a mantener 70 gandules en ese Parlamento, en lugar de los 60 actuales, se han abrazado en un acuerdo que parecía imposible. Mil cuatrocientos euros al día nos gastamos ahora para mantener a estos personajes sólo en dietas, que muchos se tienen que resolver una boda hasta con menos, y ya veremos cuando sean diez más, que ya verán ustedes que ninguno de ellos va a plantear necesidad alguna de que se nos consulte a la ciudadanía lo que pensamos de semejante acuerdo unánime.