OpiniónPolítica

La era del 5G, el proceso de campaña electoral más patético de la historia y el independentismo canario

Estamos viviendo probablemente el momento más interesante de la existencia del ser humano; con la llegada del nuevo sistema denominado «5G», el salto evolutivo que se nos pone delante nada tiene que ver con lo vivido hasta el momento, si en la actualidad con el sistema 4G el control es casi absoluto, con la llegada del 5G el control es total, y además puede ser utilizado como arma bien individual o incluso colectivo pudiendo crear de forma voluntaria daños cerebrales en toda una ciudad. De todos es conocido que la guerra comercial que hay entre EEUU y China el trasfondo es el control de esta nueva tecnología y que incluso el Pentágono reconoce la supremacía de China en este campo.

Mientras que el avance de la tecnología cambia todos los parámetros de la vida cotidiana, adentrándonos de lleno en el S. XXI (no quiero decir con ello que sea para bien de la humanidad), el proceso electoral que se ha dado en el Estado Español hace pensar que tanto los políticos por un lado y los ciudadanos por otro se está produciendo un proceso inverso al del avance tecnológico. Hemos sido testigos y a la vez hemos sufrido una larga y penosa campaña electoral donde hemos visto de todo salvo exposición de proyectos económicos tanto por los partidos que se presentan a la presidencia del Estado monárquico, como las campañas municipales… Alcaldesas bailando rumbas, candidatos cantando al ritmo de Juan Luis Guerra y su tema «lloviendo café en el campo», alcaldes jugándose la alcaldía en la tele en un «cara o cruz» al tiro de una moneda al aire por el presentador Risto Mejide.

Si bien la campaña ha sido impresentable, el resultado de la misma está en relación directa a su escaso intelecto, ¿cómo es posible que sigan votando a partidos que saquean una y otra vez las arcas públicas? ¿Cómo es posible que se siga poniendo al frente de las instituciones a organizaciones políticas que sólo tienen el mérito de robar más que nadie?, ¿y de haber colocado al Estado monárquico a la cabeza en el ranking mundial de paro, pobreza y corrupción?

Partiendo de estas dos premisas, por un lado un cambio de paradigma mundial y por otro escasa capacidad analítica de nuestra gente, yo llego a la conclusión de que no podemos seguir en esta dinámica y que de alguna manera hemos de adquirir el compromiso de crear una estructura con la sola intención de crear debate, aprender a pensar… Crear una escuela de cuadros dentro del movimiento soberanista canario para poder organizar una resistencia sólida e indestructible. Dependemos de nosotros mismo, nadie vendrá a resolvernos nuestros problemas. 


Fructuoso Rodríguez




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