¿Se está apropiando Podemos del discurso vacío de Coalición Canaria?
La centralidad tiene su precio. Quedarse con el campo que ha explotado Coalición Canaria a lo largo de 20 años no es fácil y, por lo que se ve, no permite mayor creatividad o análisis. Podemos levanta ahora la banderita del “trato colonial”, la banderita que Coalición Canaria ondea cíclicamente -especialmente en época electoral-, con el objetivo de “animar” el ambiente y encender las emociones isleñas; emociones que luego ellos mismos se encargan de mantener apagadas los cuatro años siguientes. Podemos sabe perfectamente cómo funciona ese juego, y sabe que en Canarias hay un patriotismo isleño soterrado, volcán dormido y, aparentemente, controlado; un patriotismo que bien dosificado puede ofrecer buenos dividendos electorales.
En política espectáculo no hay casualidades
Las últimas declaraciones de Meri Pita, las de Errejón hace una semana, y las de Iglesias en los comicios de diciembre hablando de colonia y colonialidad en Canarias no son, por tanto, una casualidad. En política espectáculo no hay casualidades. La escena y las posibles reacciones del público se preparan con mucho detalle. Todo se amarra bien para garantizar la efectividad y conseguir estimular de forma apropiada la amígdala cerebral.
Los de la CoCa se han pasado 20 años hablando -cuando les convenía- del trato colonial que sufren las Islas por parte de Madrid. Una retórica, pretendidamente incendiaria, que solo trata de menear un poco la cosa en las Islas, pero que en Madrid se convierte en servidumbre; la servidumbre que el cacique pequeño de pueblo rinde al cacique grande de la capital.
Podemos sabe, como también lo sabe Coalición Canaria, que mientras esas pasiones no se transmuten en razones de pueblo oprimido por la bota colonial no hay mayor problema, puesto que hablar de “trato colonial” no es lo mismo que hablar de independencia.