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Tráiler: “Pacto de Estado por (para, en, sobre…) la “Educación”

Entras a una sala de cine. Te sientas cómodamente mientras el acomodador guía a los espectadores a sus sitios numerados. Impaciente te mueves en el sillón mullido, de tacto aterciopelado, intentando amoldarte perfectamente a él. Empiezan los anuncios. Y después de un ratito de ver chicles con sabor a menta, chocolatinas con arroz inflado y demás memeces sale la esperada musiquita, como un canto gregoriano y faz de león, sale el título tan deseado: “El pacto de Estado por la Educación”. A la vez que brinca tu cuerpo, en el sillón y como si de una película de miedo se tratara, te recorren escalofríos, y sudores fríos bajan por tu espalda. Y no es para menos, con el “pacto por la Educación” hemos ido a topar.

Y me pregunto, una y otra vez ¿qué significa eso de “pacto de Estado por la Educación”? ¿Hay posibilidad en el estado, de un “pacto en Educación” entre los líderes políticos? ¿Va a ser igual que el pacto al que no llegaron Sánchez e Iglesias para gobernar, el cual consistía en ver quién se quedaba con qué? O ¿realmente se pretende una unión de todos los agentes educativos y de la sociedad al completo para llegar a un “consenso sobre la Educación”, en el Estado?

Con todas estas preguntas, sólo me queda divagar ante una posible respuesta; porque eso de “pacto de Estado por la Educación” llevo oyéndolo durante mucho tiempo y lo único que percibo es a los diferentes colores políticos “arrimar el ascua a su sardina” cuando invaden, con sus escaños, el congreso; protegidos por sus leones en el exterior.  Y entiendo que no se quiera transformar la Educación pública, es lógico. ¿Quién en su sano juicio derrumbaría los pilares podridos de la Educación pública, con la sombra (o no tan sombra) del nacionalcatolicismo para cambiar entre todas las personas, que forman la sociedad, una herramienta cuya finalidad última sea crear una sociedad de personas libres, cuando tú eres parte de esos pilares podridos? Evidentemente a nadie le interesa, o por lo menos no al elenco de actores y actrices que juegan a las películas dentro de esas cuatro paredes.

Así que harta del mismo show y tanto “pacto”, te levantas del sillón mullido aterciopelado de la sala de cine, de la sala de estar, ¡da igual de donde sea! y sales a la calle, sales a la realidad, sales al “Terrero”.

 

 

 

 

Yaiza Lucía González

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