Caca y rosas
Siempre había pensado que los más celebrados poetas rechazaban los convencionalismos sociales, la hipocresía y se enfrentaban a los poderosos. De ahí mi atrevimiento alternando humor-dolor, belleza-crudeza, eufemismos-tabúes… merced a unos incontenibles deseos de provocar debate, agitar… y para celebrar tanta locura fumar “el cigarrillo de después” abrazado a la más traviesa de todas mis musas.
Daniel Olivera