El antes y el después de la pista de Las Hiedras en imágenes

Según el Cabildo, Podemos y algunos sectores, incluso ecologistas, la cosa tiene remedio y en unos años pues “ni se notará”

Comentarios pocos, básicamente porque casi todo está dicho, pero la obra de la pista de Las Hiedras está prácticamente concluida con modificados, retrasos, inconvenientes que siguen ahí, desprendimientos, desinformación…

Cierto es que para algunas personas, unos cuantos miles han firmado al respecto, consideramos lo acontecido como un hecho triste y lamentable que atenta contra lo nuestro, acaso contra los valores de lo más auténtico de la zona reconocida a nivel internacional como de biodiversidad extraordinaria. Según el Cabildo, Podemos y algunos sectores, incluso ecologistas, la cosa tiene remedio y en unos años pues “ni se notará”.

Bueno, puede ser, algunos consideramos sin embargo que abrir una zanja en ese espectacular pequeño pie de monte que por décadas se había formado ahí, rellenarla de hormigón y piedras, levantar un muro sin sentido y utilizar esas decenas de toneladas de material biológico de extraordinario valor como relleno para la pista, para que entre todos lo pisoteemos, es un hecho sin precedentes (no es cierto que en Monte del Agua se haya hecho eso) y que nos da la medida de la talla intelectual y moral de quienes toman  ese tipo de decisiones amparándose en una supuesta accesibilidad que no es tal y que, en todo caso, serán las personas de movilidad reducida las primeras discriminadas con este tipo de actuaciones que les transforma de manera tan radical el propio entorno del que se supone debían disfrutar.

Pero ya les digo, eso es una forma de pensar, seguramente minoritaria sobre todo después de la agresiva campaña de descalificaciones, insinuaciones malintencionadas no sólo desde el gobierno insular sino incluso ¡oh sorpresa! por parte de quien se presenta a sí mismo como líder de la oposición. Pero este es el panorama, la sociedad civil desorganizada por un lado y los políticos y las organizaciones de diverso pelaje, ya hoy en día mayoritariamente apesebradas, por otro bien distinto.