Iniciativa por La Gomera (IxLG) insta al Ayuntamiento de Valle Gran Rey a redefinir el proyecto del parque infantil de El Llano
El proyecto, financiado por el Cabildo y con un presupuesto de 284.984,73 euros, plantea la eliminación de todos los árboles, para ser sustituidos por bancos techados
El comité local de Iniciativa por La Gomera (IxLG) en Valle Gran Rey reclama al gobierno municipal de ASG en el ayuntamiento a que modifique el proyecto del parque infantil de El Llano y no se plantee ni se ejecute la eliminación de ningún ejemplar de los árboles que hay en esta instalación.
En tal sentido, Carlos Hernández, concejal y portavoz de la formación de izquierdas en el Ayuntamiento de Valle Gran Rey, manifiesta la preocupación de vecinos y personas usuarias del parque infantil ante un planteamiento erróneo y perjudicial para quienes disfrutan de las sombras de esos árboles.
“Precisamente lo único que actualmente sirve de esta instalación son los árboles: el peligro de los muros de piedras, los suelos absolutamente inadecuados y peligrosos, los juegos viejos y mal mantenidos… Eso es el parque infantil de El Llano ahora mismo, y si se usa es porque no hay más alternativas y porque estar a la sombra de los árboles alivia a quienes lo utilizan” insiste el concejal.
Desde el comité local se considera esta una oportunidad perdida para diseñar un parque infantil acorde a los tiempos que vivimos, donde la adaptación al Cambio Climático y la participación ciudadana deberían ser los fundamentos. “Las actuaciones para la adecuación de este parque son de tal calado que podían haberse planteado desde la participación de las madres y padres y, sobre todo, de las niñas y niños, pero el gobierno municipal ha preferido actualizar un mal proyecto que, además, es carísimo” considera Carlos Hernández.
Para Iniciativa por La Gomera (IxLG) en Valle Gran Rey, el municipio no puede permitirse el lujo de perder los escasos espacios verdes con sombras por culpa a las erráticas políticas de ASG en todo lo concerniente al medio ambiente urbano.
En ese sentido, Carlos Hernández considera “los árboles de este parque, con sus sombras, favorecen el juego, el encuentro, hacen acogedor al cemento, al banco, y habitable al espacio, y así las niñas y los niños y sus cuidadores conviven, juegan, comparten y descubren la pertenencia a una comunidad. Quizás eso es lo que quiere este gobierno: no quieren que haya comunidad, quieren que no haya vínculos entre las personas. Solo un parque”.