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20-O Gran Canaria: “No vamos a permitir que sigan destruyendo nuestras islas y nuestras vidas”

“No vamos a permitir que sigan destruyendo nuestras islas y nuestras vidas. Somos pueblo, hoy más juntas que nunca, del norte al sur de cada isla, con una sola voz: Canarias, se ama y se defiende”

El 20-O también se han convocado manifestaciones en Tenerife (Las Américas), La Palma (Los Llanos de Aridane), Fuerteventura (Corralejo) o Lanzarote (Yaiza)

Aprovechando el Día Internacional del Turismo, las organizaciones que convocaron las exitosas manifestaciones del 20 de abril anuncian un nuevo llamamiento al pueblo canario para que tome las calles el 20 de octubre. Los convocantes señalan que “ante la indiferencia de quienes nos gobiernan e ignoran, continuamos reivindicando lo que miles de personas gritamos en las calles el pasado 20 de abril”.

Regresan a las calles porque ha faltado diálogo, y sobra toda esa indiferencia “hacia la defensa de nuestro territorio y de nuestras vidas”. Por esa razón, esta vez se manifestarán en el epicentro del turismo en Gran Canaria, puesto que “la situación no sólo sigue igual, sino que ha empeorado”.

“En Gran Canaria —señalan— sabemos mucho de esto, con un grupo de gobierno en el Cabildo que se autoproclama como defensores de la sostenibilidad, cuyo mantra institucional es la “ecoisla” y a la vez son capaces de aprobar un Plan Insular de Ordenación (PIO) que permite la posibilidad de construir más de 129.000 nuevas camas turísticas, casi tantas camas como las que existen en la actualidad; un ejemplo de este plan son las casi 1.500 nuevas plazas alojativas que se quieren hacer en La Aldea de San Nicolás en una población de 7.600 habitantes.

De la misma forma, los activistas advierten de la responsabilidad del Cabildo, presidido por Antonio Morales (Roque Aguayro – Nueva Canarias), que “sigue con la destrucción del Barranco de Arguineguín, donde recientemente asistimos a la aprobación, por parte de esta institución, del paso del tendido eléctrico por el Macizo de Tauro, dos años después de haberse iniciado las obras de forma ilegal y con la connivencia de todas las administraciones públicas, en un claro ejemplo de prevaricación institucional. Y esta semana hemos visto como el Cabildo de Gran Canaria sigue empeñado en la macro obra del tren al Sur, a pesar de que el proyecto cuenta con informes negativos de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria (ULPGC)”.

A nivel archipielágico, los convocantes del 20-O consideran que “asistimos atónitas a cómo el Gobierno de Canarias aprobó recientemente el ‘Anteproyecto de Ley de ordenación sostenible del uso turístico de viviendas’, conocida como “Ley de vivienda vacacional”, en la que no sólo no aplica una moratoria a este tipo de vivienda, sino que casi se han duplicado las licencias en un año y sin aprobar la ley”. Actualmente existen más de 62.000 viviendas registradas, “sin contar las ilegales”. Mientras tanto el precio del alquiler continúa mes a mes situándose como uno de los más elevados del Estado español, añadido a los segundos sueldos más bajos, “convirtiendo el acceso a la vivienda en uno de los principales problemas de nuestra población, sobre todo, de la más vulnerable”.

Según apuntan los activistas, el Ejecutivo autonómico también ha modificado la ‘Ley del cambio climático’ “para que las multinacionales energéticas especulen aún más con nuestro territorio y paisaje apostando por la ocupación de suelo rústico”.

A nivel estatal esta semana se ha tumbado en el Congreso la ‘Ley para regular el alquiler de Temporada’. Y la ‘Ley de Vivienda’ no se aplica por parte del Gobierno de Canarias y de los municipios, que es de quienes depende declarar los ‘barrios tensionados’ y proteger la subida de los precios del alquiler.

El mensaje para la clase política es contundente: “les decimos no mercantilicen más nuestra tierra, nuestro derecho a la vivienda y nuestros derechos laborales, depende de ustedes elaborar y promulgar las leyes que nos protejan a nosotras y al territorio». Consideran que los políticos “tienen la oportunidad de proteger a la ciudadanía, nuestras compañeras Las Kellys, que la semana pasada fueron al Parlamento canario a demandar mejoras en sus condiciones laborales, están, en este momento, en el Congreso para impulsar su jubilación anticipada”.

“Volvemos a las calles —señalan—, salimos por los barrios y pueblos gentrificados que se están perdiendo o resisten la turistificación, por las personas más vulnerables a las que no les amparan las leyes o a las que no les permiten empadronarse, por las personas sin techo, por las personas que no tienen el privilegio de salir a la calle a reivindicar lo que exigimos por su situación de salud, laboral, familiar o situación administrativa irregular. Por todas las personas que luchan cada día en las distintas islas con una fuerte preocupación y hartazgo, pero también con la firme convicción de que la defensa de nuestro territorio y su biodiversidad, así como la dignidad de nuestras vidas, es el único camino”.

“Volvemos a las calles —insisten—, porque todas las vidas importan. Salimos frente al abandono de las personas migrantes o menores no acompañados, que siguen muriendo en la ruta más mortífera del mundo o que al llegar son tratados como mercancía para intereses partidistas. Tienen la desfachatez de usar a 5.500 niños y niñas para hablar de colapso en las islas cuando seguimos asistiendo, mes a mes, a récords históricos de llegadas de millones de turistas por avión y cruceros, quienes sí colapsan recursos naturales y energéticos, quienes colapsan los servicios de urgencia, quienes colapsan los espacios naturales, quienes colapsan emisarios o quienes nos despojan del acceso a la vivienda, de nuestra intimidad o de nuestra identidad con sus vacaciones. Vacaciones que generan millones de ingresos para unos pocos a costa de la mano de obra migrante y canaria que trabaja en el sector servicios; vacaciones, piscinas y campos de golf que provocan la escasez de agua que cada vez más municipios y agricultores sufren; vacaciones que están haciendo subir el precio de los servicios y recursos básicos, como la vivienda, y que nos sitúa en datos escalofriantes de pobreza extrema”.

“Volvemos a las calles, porque queremos políticas que pongan la vida de todas las personas en el centro, para todas, para quienes aquí habitamos, para quienes llegan. Porque Canarias tiene un límite, y exigimos que se ponga límite al precio del alquiler, a la venta de casas a extranjeros no residentes, a las camas turísticas, a los grandes tenedores, a los turistas que vienen, a la fiebre del ladrillo, al racismo y a la xenofobia, a la precarización laboral, a la destrucción del territorio, a limitar los vertidos al mar, a las construcciones ilegales…

Por todo esto, señalan que las administraciones públicas, canarias y estatales, “no solo no han escuchado a la gran mayoría de la población canaria que salió a la calle en masa el pasado veinte de abril, y que se extendió a otras regiones, sino que han mantenido sus políticas suicidas, haciendo caso omiso a todas y cada una de las reivindicaciones de los colectivos de 20A y gobernando de espaldas a la ciudadanía.

“No podrán decir —apuntan— que no hemos sido propositivas. Planteamos al ejecutivo autonómico una serie de propuestas claves para ir caminando hacia ese nuevo modelo deseado y que supongan un mayor reparto de la riqueza. Pedimos formar parte de las mesas de negociación junto con el resto de actores sociales. Hubo incluso personas que arriesgaron sus vidas, en una huelga de hambre, exigiendo que se cumpliera la ley y que se escuchara a la gran mayoría de la ciudadanía canaria. Pero fuimos ignoradas y denostadas una y otra vez”.

Por todo esto, se preguntan: “¿Qué más necesitan ver para comenzar a escuchar a la gente y aplicar políticas valientes que beneficien a la gente y no a los cuatro de siempre? ¿Es que no es suficiente ver la crisis habitacional que sufrimos y la imposibilidad de construirnos una vida propia en esta tierra? ¿Cuántos millones más de turistas tienen llegar a nuestras islas para darse cuenta que hay algo que no funciona y que, a más ingresos millonarios en unos pocos, más explotación laboral y más pobreza extrema hay? ¿Cuánta desinformación van a verter en los medios culpabilizando de los problemas a las personas migradas sin que asuman que los problemas que tenemos son por una mala gestión política que permite a los empresarios traer este turismo descontrolado?

Finalmente, las organizaciones lanzan un mensaje a toda la clase política y empresarial: “no vamos a permitir que sigan destruyendo nuestras islas y nuestras vidas. Somos pueblo, hoy más juntas que nunca, del norte al sur de cada isla, con una sola voz: Canarias, se ama y se defiende”. De esta forma, emplazan a toda la sociedad grancanaria a acudir a la manifestación que tendrá lugar el próximo 20 de octubre a las 12 del mediodía en Maspalomas. La salida tendrá lugar desde ExpoMeloneras y concluirá en uno de los lugares turísticos más icónicos de nuestra isla: el faro de Maspalomas.

 

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