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Esto no es cosa de niños. Es un “homicidio institucional”

No me pidan que suavice las palabras. Lucía no “falleció” ni “se fue”: se quitó la vida. Porque no pudo más. Porque sufrió acoso escolar constante. Porque lo denunció. Porque su madre lo denunció. Porque el colegio lo sabía. Y nadie actuó con contundencia. Eso también es violencia. Eso también mata.

Lucía tenía autismo. Era sensible, creativa e inocente. Amaba el arte. Amaba a los animales. Solo quería vivir tranquila. Pero en su entorno educativo encontró crueldad, exclusión, indiferencia. Y lo más grave: encontró un sistema entero que no la protegió.

Su madre, Laura Tabares, ha hecho lo que muchos no se atreven: gritar. Y ha lanzado una petición en Change.org para exigir una ley nacional contra el acoso escolar, que se aplique por igual en todas las comunidades autónomas. Aquí está el enlace. Léelo. Firma. Compártelo. No mires hacia otro lado.

¿Cuántas Lucías más vamos a dejar morir?

España sigue sin una ley unificada contra el acoso escolar. Cada comunidad autónoma tiene su propio protocolo. Algunos funcionan. Muchos no. Eso significa que la seguridad de nuestros hijos depende de su código postal. No es solo injusto: es criminal.

En lugar de actuar con fuerza, el sistema archiva. Minimiza. Protege al agresor. Ignora a la víctima. Y cuando la tragedia ocurre, repite el mismo teatro: minutos de silencio, titulares de impacto, palabras vacía. ¿Dónde estaban cuando Lucía pedía ayuda? ¿Dónde están ahora para evitar la siguiente muerte?

Lo que exigimos ya no es un favor: es una deuda con las víctimas

Lucía no es un caso aislado. Es el símbolo de miles de niños y niñas que hoy, ahora mismo, sufren acoso en sus centros educativos. Muchos con necesidades especiales, como el autismo. Y muchos, como ella, invisibles para el sistema.

El acoso escolar no es cosa de niños. Es violencia. Es tortura emocional. Y es homicidio institucional cuando se mira hacia otro lado. Si un colegio no activa los protocolos, debe ser sancionado. Si un docente ignora el sufrimiento, debe ser apartado. Si un político bloquea una ley, debe cargar con la responsabilidad. Si el Estado no protege, entonces también es culpable.

Lucía no se quitó la vida por decisión personal. Lucía murió porque la dejaron sola. Porque la mató la indiferencia.

Firma la petición de su madre aquí.

 

Jesús Cristóbal Socas Trujillo

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