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¿Papas?

Hemos de recordar que la papa que llega de este país es cultivada en campos robados violentamente al pueblo palestino”

El aparente simple gesto de consumir papa canaria, negándonos a consumir papa “israelí”, nos hace más dignos al no colaborar en la financiación del genocidio que Israel comete sobre el pueblo palestino”

El carácter dependiente de la economía canaria ha marcado su devenir histórico. El desmantelamiento de la frágil economía de subsistencia de los antiguos isleños con la llegada de los conquistadores que se hicieron con las islas en nombre de la Corona de Castilla a principios del siglo XV, supuso su incorporación a las dinámicas y vaivenes del mercado europeo. Desde entonces, con el proceso de colonización, se han venido sucediendo, unos tras otros, diversos ciclos económicos que han ido vinculando estrechamente a las islas con el desarrollo del capitalismo. La puesta en funcionamiento de cañaverales, ingenios azucareros y trapiches que se establecieron entre los siglos XV y XVI se convirtió en la principal actividad agrícola en ese entonces, siendo su finalidad la exportación del “oro blanco” del azúcar. Tal actividad permitió los primeros excedentes de capital y cuantiosos beneficios a sus grandes propietarios (castellanos, flamencos, portugueses, alemanes…) originando las primeras grandes fortunas. Su debacle en las últimas décadas del siglo XVI, entre otras razones por la competencia de los cañaverales en tierras americanas, especialmente de Brasil y Las Antillas, hizo que los agentes económicos isleños, estimulados por la alta demanda exterior, apostasen por un nuevo cultivo: la vid. De manera que el cultivo de viñas sustituyó rápidamente a la caña de azúcar. La producción vitivinícola canaria se dirigió fundamentalmente a Gran Bretaña, donde autores como Shakespeare, Walter Scott o Daniel Defoe hacen referencias al vino canario en algunas de sus obras, si bien alcanzó también al continente europeo y a las colonias americanas. Durante este periodo, los británicos, que controlaban casi en su totalidad el comercio vinícola con Canarias, fueron imponiendo sus condiciones. El vino, además, se convirtió también en un lucrativo negocio por más de 300 años para la aristocracia terrateniente y la incipiente burguesía comercial de las islas. Pero la aprobación de la ley inglesa del Staple Act en 1663, la popularización de otros caldos como los de Madeira y Oporto, y la destrucción del puerto de Garachico por el volcán en el siglo XVIII, desde donde zarpaban los cargamentos hacia Europa, provocaron la quiebra de la exportación de vinos. El nuevo monocultivo de exportación que se impone entonces en el S. XIX será la cochinilla (de la que se extraía el carmín destinado a la industria textil europea) y aunque hasta ese momento se habían combinado por un lado la agricultura para la exportación y, por otro lado, la agricultura de subsistencia, que abastecía al mercado local, ahora este binomio se desarticula y el consumo interno empieza a ser atendido con la importación de productos del exterior, aumentándose exponencialmente el grado de dependencia.

En estas fechas es cuando se extiende el cultivo de las papas, el tema que nos ocupa. En el año 1816 Juan Bautista Bandini cita en su manuscrito que las papas fueron introducidas en el año 1622 directamente desde Perú, cuando fueron sembradas en la finca de don Juan Bautista de Castro en Icod del Alto. Por tanto, su implantación cuenta con la solera de más de 400 años. Este cultivo se generalizó por toda Canarias convirtiéndose en uno de los principales alimentos de la dieta canaria, especialmente para las clases populares y hoy en día igualmente en un referente de la gastronomía tradicional, reclamado además habitualmente por los turistas que nos visitan. Muchos son los platos que la integran…el puchero canario, las sencillas papas arrugadas, el potaje o el sancocho son muestras ejemplares de su uso. El suelo volcánico de las islas, el régimen de lluvias y humedad y factores diversos han originado una variedad de papas singulares, con unas características genéticas peculiares, de tal modo que hoy contamos con una denominación de origen protegida (DOP) denominada “Papas Antiguas de Canarias”, única en todo el Estado español que cuenta con este reconocimiento. Aunque en las islas existen aproximadamente 46 tipos de papas, la DOP “Papas Antiguas de Canarias” cuenta con 29 variedades, algunas de tipo andígena: papa torrenta, la azucena blanca, la azucena negra, las variedades de bonitas, la borralla, la colorada de baga, la papa mora, la negra de yema de huevo, las diversas papas palmeras, las papas pelucas, las corraledas, etc.

Desde siempre el cultivo de las papas antiguas de Canarias se ha realizado en pequeños huertos de subsistencia, establecidos generalmente en las zonas de las medianías, y trabajados familiarmente. El esforzado trabajo manual de nuestros campesinos y campesinas, o con escasa mecanización, ha sido lo habitual en la preparación de la tierra, la siembra, las labores de aporcado y la propia recogida, prácticas tradicionales que se han mantenido a lo largo de los años.

En fin… las papas antiguas de Canarias son un patrimonio agrogenético de cuyo gigantesco valor los canarios y canarias probablemente no seamos conscientes. Pero es que además igualmente hacen parte de nuestro amplio patrimonio etnográfico, valiosísimo legado de antiguas generaciones de agricultores y agricultoras que las han conservado a pesar de la introducción de ingentes cantidades de papas foráneas procedentes de Inglaterra, Dinamarca, Marruecos, Egipto o …Israel.

Si en el 2013 había una superficie cultivada total de 5287 hectáreas; en 2023 la superficie se había reducido a 3355,1 hectáreas, lo que significa que en 10 años han desaparecido casi 2000 hectáreas de superficie cultivada de papas, según datos del ISTAC. Esto puede explicar, en parte, posibles desabastecimientos y la presumible necesidad de traer papa de fuera; pero es, desde todos los puntos de vista, inadmisible que se introduzca una papa producto del expolio salvaje y manchado de sangre palestina como es la papa con etiquetado de origen Israel.

Hemos de recordar que la papa que llega de este país es cultivada en campos robados violentamente al pueblo palestino. La Corte Internacional de Justicia, máximo órgano judicial de la Organización de las Naciones Unidas, considera que “la presencia continua de Israel en los Territorios Palestinos Ocupados es ilegal” (Resoluciones 446 y 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU) y que, por tanto, ha de poner fin a su presencia ilegal lo antes posible. Pero es que además Israel es la única entidad a la que se le permite el uso del bromuro de metilo en el cultivo de la papa, producto nocivo prohibido en la Unión Europea. Para más inri el agua empleada en su cosecha es igualmente arrebatada y negada a los agricultores palestinos. Papa que además está no solo subvencionada por el propio estado israelí, sino favorecida por acuerdos preferenciales de comercio que mantiene con la Unión Europea (Acuerdo de Asociación UE-Israel, año 2000).

El 19 de julio de 2024 la Corte Internacional de Justicia declaró que la ocupación israelí de Cisjordania, Jerusalén Este y Gaza es totalmente ilegal, que Israel practica el apartheid y la segregación racial, y que todos los Estados tienen el deber de ayudar a poner fin a esta situación, incluso cortando todas las relaciones económicas, comerciales y de inversión con Israel en el territorio palestino ocupado. En otras palabras, para cumplir con el derecho internacional, todos los países están obligados a participar en un boicot económico a las actividades de Israel en el Territorio Palestino Ocupado y a desprenderse de cualquier relación económica existente allí.  Ese mismo año, en mayo, el Fiscal de la Corte Penal Internacional emitió una orden contra, nada más y nada menos, que el Primer Ministro israelí y el Ministro de Defensa por crímenes de lesa humanidad, incluido el exterminio. Muchos nos preguntamos cómo es posible que grandes supermercados como Mercadona, Lidl, etc., a tenor de lo dispuesto, sigan trayendo papa “israelí”. En esta línea resulta llamativo que Mercadona haga alarde en su web de su grado de compromiso con el medioambiente, pero no haga referencia alguna a la salvaguardia de derechos humanos, especialmente en la comercialización de productos como la papa o los dátiles Medjoul, cuyos cultivos en tierras ocupadas palestinas vulneran el derecho internacional, lo que la convertiría en una mera comercializadora sin escrúpulos. De la misma manera la cadena Lidl establece en su web un punto de “Relaciones comerciales justas” en el que en el apartado de “Deber de diligencia empresarial” dice llevar “a cabo un proceso continuo de control sobre los derechos humanos a través del cual identificamos, prevenimos y resolvemos los posibles impactos negativos en este ámbito dentro del contexto de todas nuestras operaciones y productos, así como en toda nuestra red de proveedores” y añaden adherirse y respetar los diversos marcos internacionales relacionados con los derechos humanos. No parece muy coherente tal posición con el hecho de comercializar productos extraídos, como papas y dátiles, de los Territorios Palestinos Ocupados contraviniendo el Derecho Internacional que dicen respetar. Es sencillamente aberrante en el contexto actual de plausible genocidio sobre el pueblo palestino. Las empresas de agronegocios israelíes se sustentan con una violenta ocupación militar de las tierras palestinas desde hace más de 76 años. Parece que algunas empresas en el Estado Español pretenden perpetuarla incumpliendo el mandato de la CIJ.

Hoy el slogan Consume productos canarios” es más necesario que nunca. No solo por la defensa de nuestra papa y del trabajo de nuestros agricultores y agricultoras, de una economía que ha de atender a las necesidades de la población local, respetuosa con el medioambiente y el respeto a los derechos de los trabajadores, sino también porque el aparente simple gesto de consumir papa canaria, negándonos a consumir papa “israelí”, nos hace más dignos al no colaborar en la financiación del genocidio que Israel comete sobre el pueblo palestino.

BDSTenerife

Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel de Tenerife

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