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Una imagen vale más que mil palabras: ¿por qué ya no quiero ser como «Pepe el Uruguayo”?

Desde hace mucho tiempo, existe un sector en la izquierda canaria que sostiene posturas cercanas a la cuestión nacional, que a veces solo es usada cuando conviene agitar cierto espantajo o pillar cierto voto tricolor. El independentismo es visto como una amenaza, como una locura y generalmente se pretende neutralizar. Dicen que porque Canarias no está preparada aún, para nada más allá de un confuso derecho a la autodeterminación y en últimas ocasiones, según podemos escuchar, para una vuelta de tuerca con fórmulas nada convenientes y que se demuestran fracasadas en otras realidades, caso del ELA (Estado Libre Asociado). Este sector existe a consecuencia del enorme boom de la canariedad en los años setenta y ochenta, bebe de aquella época e incluso podemos decir que las viejas rivalidades de aquellos tiempos, a nivel político, aún se encuentran presentes en las gentes de cierta edad que vivieron la época.

«Un gesto revela a un hombre»: José de León, Pepe el Uruguayo, candidato al Senado por Podemos en las pasadas elecciones, le da la mano al rey de España.

Dicha situación la contemplamos en Podemos y sus variados sectores, que responde en cierta medida al antiguo derbi entre PUCC-MIRAC y CC.CC. (Células Comunistas). Podemos, fue visto recientemente como una oportunidad interesante, por parte de diversos sectores que provienen del nacionalismo de izquierdas o del Si se Puede para llegar a crear una supuesta marea canaria que enviara al parlamento español representantes desde nuestras islas en el seno de la formación morada, al más puro estilo de Compromís o las Mareas Gallegas. No me parece una propuesta creíble o que ayude en modo alguno a construir el país canario.

Entre esos partidarios está Pepe el Uruguayo, persona muy querida, con una lucha detrás en el seno del ecologismo y la arqueología. Tuve la oportunidad de tratarlo en algunas ocasiones, que fueron memorables, ahora bien, voy a realizar una crítica de un gesto realizado por él recientemente que no me gustó nada. Y no es personal, sino política, espero que esto se entienda, que él lo entienda, y que ciertas personas lo entiendan también, porque en ningún momento desprecio lo bueno de su trayectoria ni a su persona.

En el reciente acto realizado, para reivindicar el carácter de Risco Caido como patrimonio de la humanidad, nuestro amigo le dio la mano al monarca español. Reconozco que me indignó, no me lo esperaba de alguien que considero contrario a la monarquía por sus ideas, algo que ocurrió con más personas, no soy el único. No obstante, el gesto sucedió. La especie humana da gran importancia a estos hechos, de ahí la creación del protocolo como “ciencia” que gestione el lenguaje no verbal y las actuaciones políticas de este calado. No me gustó que lo hiciera, pues, de una persona con sus inquietudes e intereses, me hubiera esperado más la reacción contraria, que podría haber sido ejemplarizante y un gesto solidario en contra de lo que representa esa institución. No me gustó que le dieras la mano, Pepe, sabías que al hacerlo también te exponías a reacciones contrarias a ese hecho, que repito no invalidan lo bueno de tu trabajo.

Ahora bien, por decir esto de una forma que reconozco es negativa, porque estaba enfadado y me disculpo por ello, fui requerido por una persona que me escribió de un modo bastante irrespetuoso, diciendo que no le llegaba ni a la suela del zapato al amigo en cuestión. Lamento llegar hasta este nivel, pero tengo que aclarar ciertas cosas. Primero, tengo que decir que nadie es mejor que nadie y creerlo solamente por el hecho de usar la crítica política, demuestra que no se tolera dicha posibilidad y que se pretende crear personas intocables, no susceptibles a ser criticadas políticamente, sin que ello suponga menoscabo de su trabajo político en positivo. Segundo, que como ciudadano contrario a la monarquía, tengo derecho a criticar que alguien de izquierdas haga esto, porque lo considero inapropiado y es mi derecho reconocido por las leyes vigentes, así como por tener familiares asesinados por luchar contra ese sistema. Tercero, como independentista considero que la monarquía no es necesaria para proteger nuestro patrimonio, ni para nuestra sociedad en general, y que la ambigüedad calculada, en gran parte, de cierto nacionalismo de izquierdas, no es positiva para mi causa y como tal tengo derecho a disentir de esa estrategia. Cuarto, si determinados y supuestos apoyos a mi causa personal, van a depender de que calle mis ideas políticas o aquello que considero criticable, aclaro que no pienso dejar de hacerlo y asumo las consecuencias de no ser apoyado por los que hasta ahora apenas lo han hecho. La libertad de criticar lo que se considera malo para la comunidad es básica. Quinto, no le deseo ningún mal a Pepe el Uruguayo, sino que lo animo a que continúe tocando sus lapas alegremente por todas las Islas, bregando por causas justas, no obstante, no me gustó lo que hizo y como tal lo critico. Un saludo para él y para la persona que se dirigió a mí.

Gracias por aclarar el camino…

Un gesto revela a un hombre

Lo revela hasta en su alma

En su tempestad o su calma

No hay nada que desescombre

Al que yendo de prohombre

Nos encierra con su gesto

Sin  importarte hoy el resto

Mira bien tú lo que labras

Que no valen las palabras

Sino lo que llevas puesto

                                                                                                                                                                                                                                                       Pedro el Gasio

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