Literatura

Viento del norte

Llévate la pena vieja,

los augurios de muerte que me apuntan,

las manos que divagan agarrarme,

las bocas que me gritan y me embustan.

 

Llévate,  vientito de mi norte

las calumnias,

los puñales disfrazados de caricias,

las olas que me alejan de este puerto,

de mi casa de rocas hacia arriba.

 

Llévate los ruidos silenciando la mentira,

los cantos de sirena y con pistola,

los años que envejecen los suéñelos,

de este abril que se marcha en esta hora.

Sílbame despacio en la ventana,

a golpe del tambor toque y gomero,

en la mano el corazón abierto en chácara,

bajando al regatón levanta el vuelo.

 

Y tráeme con tu aire la esperanza,

el verde de mi monte a pie de cielo,

el aroma que se tuesta en el molino,

del millo que alimenta mi consuelo.

Susúrrame despacio el hilo fino,

que zurcen delicado las abuelas,

calando en lo profundo de este aire,

la lumbre de mi pueblo en siete velas.

 

 

José Miguel Martín

 

 

 

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