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Ya éramos colonia y ahora también una cárcel: ya está bien de faltar al respeto a este pueblo

Ahí están las evidencias de que sus mentiras escondían sus desprecios y que lo que teníamos que buscar eran nuestras propias decisiones, nuestro propio y verdadero gobierno, nuestra libertad e independencia, para salir de estos problemas crónicos a que nos condena depender de España”

Nuestra historia pasada y reciente está llena de muestras de desprecio, maltrato y faltas de respeto por parte de gobiernos de todos los colores. Lo hacían durante la dictadura y lo han seguido haciendo en esto que han llamado democracia. Lo han hecho cuando gobernaban directamente desde Madrid y lo han seguido haciendo durante estos 40 años de falsa autonomía. Lo hicieron cuando dijimos No a la OTAN, cuando dijimos que estar en su Unión Europea debía ser aquí diferente y cuando les hemos tenido que mendigar mil y una vez en su Congreso de Diputados por dineros que encima ya sacaban de aquí. Recientemente les dijimos que había que controlar con PCR los aeropuertos o que concentrar a miles de migrantes en campos de concentración no era ni razonable, ni humanitario, ni solidario.

En todas las ocasiones anteriores hemos vivido como cuando en España gobernaba el PP rebuznaba el PSOE y viceversa, pero las mañas y nuestros problemas se hacían crónicos, peores, ninguneados. Las «lloronas» de Coalición Canaria y Nueva Canarias tampoco nos sirvieron, sino que se sirvieron del pueblo canario para apoltronarse en «gobiernitos» floreros y corrupciones varias. También aquí llegó su Podemos, pero ha sido un «Godemos», una marioneta más.

Ana Oramas, una de esas lloronas que ha vivido de un sueldo público durante 45 años, amenazaba semanas atrás al actual gobierno, que la situación que aquí vivimos podría traer otro MPAIAC. Su inconsciente y su impotencia le traicionaron. Reconoció que, sólo cuando existió el MPAIAC y su reivindicación, España no pudo callar a nuestro pueblo.

Con una pandemia fuera de control por sus enfrentamientos políticos, con sus instituciones desacreditadas en todos los ámbitos, con una prepotencia renovada que en Canarias conocemos como propias de godos, los problemas del día a día de los canarios han pasado a tercer o cuarto lugar y así nos vemos.

Así vemos a los dependentistas llorar más que nunca, quejarse más que nunca, sorprenderse con los ninguneos más que nunca, pero, como siempre también callan, se resignan, se contentan y se lavan las manos como Poncio Pilatos.

Hay quien se planteaba de qué viviríamos sin España, sin turismo o que nos invadiría Marruecos sin sus militares. Ahí están las evidencias de que sus mentiras escondían sus desprecios y que lo que teníamos que buscar eran nuestras propias decisiones, nuestro propio y verdadero gobierno, nuestra libertad e independencia, para salir de estos problemas crónicos a que nos condena depender de España.

Nos unen muchos siglos de hermandad con el pueblo español, pero otros tantos siglos de que sus gobiernos nos traten como colonia. Naciones Unidas tiene ejemplos suficientes para que esto cese, acabe de una vez.

Hij@s de Canarias




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