Literatura

Belleza sin maquillaje

Entre tanta oscuridad encontré a hermanas llenas de luz. En un mundo tan feo, tan lleno de humo, tan gris, encontré a mujeres hermosas llenas de color.

La belleza de éstas mujeres es difícil de explicar. No cumplen con todos los estereotipos impuestos y es precisamente eso lo que las hace tan hermosas.

Miradas capaces de ver lo que otras pasan por alto, miradas llenas de complicidad y amor, miradas hirientes como respuestas a comentarios impertinentes.

Manos suaves capaces de quitarte el aire con una caricia, manos fuertes para construir un futuro, manos capaces.

Cuerpos llenos de curvas donde tus comentarios sobre lo poco adecuado que se visten se pierden, curvas donde comentarios como «no te haces respetar» o insultos como «puta» se marean y pierden el sentido.

Y es que sus cicatrices me enamoran, marcas en la piel que la mayoría ve como defecto a mi me apasionan, heridas que cuentan historias sobre mujeres deportistas, sobre mujeres sin miedo a caer, sobre mujeres capaces de levantarse solas.

Mujeres llenas de magia, brujas. No como las feas brujas de los cuentos. Brujas capaces de crear vida. Brujas organizadas, brujas que en el aquelarre se llenan de fuerza.

Y no puedo evitar admirar la belleza de la manada, cada una de ellas es independiente y libre, pero cuando tienes la osadía de atacar a una, con uñas y dientes, el resto de lobas la defienden.

Su sangre no es azul, su sangre roja llena de fuego, llena de fuerza e insurgencia se distingue a través de la piel. Y su belleza pasa de adjetivo a verbo cuando las veo caminar con pasos seguros aplastando con fuerza al que pretende enjaularlas. Su belleza es verbo cuando luchan, su belleza es verbo cuando rompen cadenas. Y es que el mundo se escucha mejor cuando el grito de ellas tiñen las nubes.

 

 

María Isabel Chávez López

Un comentario en «Belleza sin maquillaje»

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