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El verano podría no afectar a la expansión del coronavirus

Según un estudio publicado en The Lancet [1], la llegada del verano podría no tener efectos significativos en la propagación del coronavirus. El brote de la enfermedad ocasionada por el nuevo coronavirus —llamada COVID-19— y que comenzó en China, ahora se ha extendido a todos los continentes y a más de 170 países.

A lo largo de estos meses se ha especulado mucho acerca de cómo podrían afectar las temperaturas cálidas y las estaciones en la propagación del virus. Incluso algunas fuentes oficiales han apostado fuertemente por esta hipótesis, fundamentada principalmente en que otros virus sí que presentan una estacionalidad marcada. Ahora bien, para el caso del coronavirus y a pesar de la euforia generalizada en medios de comunicación, se carece del respaldo de evidencias. Es más, algunos datos preliminares en países como Australia o Filipinas, han dejado claro la capacidad del coronavirus de transmitirse en países con condiciones climáticas y de dispersión poblacional muy diferentes.

Esto también ha llevado a la creencia de que en África, con sistemas sanitarios fuertemente castigados por economías empobrecidas, la pandemia pasará sin tantos estragos por tener temperaturas más elevadas de media. Este argumento incluso ha sido defendido con el hecho de que a día de hoy los países africanos se enfrentan a epidemias locales más pequeñas que en algunos países europeos. Pero ¿y si el SARS-CoV-2 hubiera llegado más tarde a África? Esto podría explicarse, en parte, por el menor tráfico aéreo con zonas candentes de contagio. Además hay que tener en cuenta que muchos de los países del continente carecen de recursos para analizar la situación correctamente. Así que, ¿cómo están evolucionando allí los números? ¿Qué nos dice la situación en África sobre el posible comportamiento del virus cuando llegue el verano?

Según los últimos datos, a pesar de que los contagios en suelo africano ocurrieron más tarde que en Europa, una vez ocurridos la expansión de la enfermedad está siendo rápida —a pesar de las limitaciones técnicas para realizar los diagnósticos—. Los datos son particularmente alarmantes en Burkina Faso y Senegal, que han experimentado un fuerte aumento de casos acorde a lo vivido en países como Italia y España. Además, Senegal ya ha reportado sus primeros casos de transmisión comunitaria del virus dentro del propio país, lo que hace pensar en cifras mucho más altas que los 226 casos oficiales confirmados a día de 6 de abril.

La gráfica muestra la evolución de la pandemia en los países de África occidental (líneas continuas) en comparación con los países europeos (líneas discontinuas) y otros países africanos (líneas de puntos) desde el quinto caso diagnosticado en el país.

Este escenario nos lleva, además, a temer por los graves efectos que podría tener la pandemia en la zona. La media de camas de hospital por cada 10 000 ciudadanos en algunos de estos países africanos es de cinco (en España, uno de los países con el peor ratio de la Unión Europea, ese número es de treinta). Además, la atención médica mayoritariamente no es pública. Y si bien es cierto que son países con poblaciones menos envejecidas, también lo es que suelen tener un estado sanitario peor para rangos de edad más bajos. Por poner un ejemplo, en países como Botswana, Namibia, Swazilandia o Zimbabwe, aproximadamente el 20% de la población entre 15 y 50 años tiene el VIH.

En resumen, la creencia de que en África la pandemia tenía menos fuerza por el clima no se sustenta en los datos recogidos —a pesar de las limitaciones—. Por lo tanto, este retraso en el inicio de la expansión podría deberse a que otros factores han afectado, como el menor tráfico aéreo con países más afectados o la dificultad de hacer análisis. Y si bien es cierto que estamos viviendo una pandemia en directo y eso produce limitaciones, también lo es que contar con que el virus se comporte de forma ventajosa gracias al clima no solo no se sustenta en la evidencia actual, sino que podría ser altamente peligroso y costar muchas vidas en caso de no ser cierto.


Fuente: ulum.es




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