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La chapuza de la reforma de Las Hiedras sigue dando signos inequívocos de mamandurria

Decir algo de ese atentado medioambiental casi sin precedentes, por lo injustificable de la actuación en uno de los reductos de mayor biodiversidad, resulta ya hasta cansino toda vez que tanto la supuesta oposición política del Cabildo, con Sabaté y Podemos al frente, como colectivos medioambientalistas como Ben Magec, ATAN o incluso montañeros y demás han escurrido discretamente el bulto pese a que hubo un momento, especialmente marcado por aquel importante acto en Las Mercedes en enero pasado, donde pareció que iban a poner toda la carne en el asador para que se revirtiera la situación especialmente en lo que al injustificable muro de contención se refiere, que no contiene absolutamente nada, y que supone un obstáculo muy importante para el desarrollo de la vida en una pista que representaba un espectáculo de vida del que todo el mundo, casi sin limitación alguna, podía disfrutar antes de que llegara el hormigón.

Pero después de aquel encuentro en el que se acordaron una serie de acciones, rápidamente neutralizadas por estómagos agradecidos de tan diverso pelaje y que nos tienen como nos tienen, no sólo no se supo más del tema sino que hasta los prometidos vídeos del encuentro fueron censurados y sólo se puede encontrar una primera parte, de las cinco o seis que debe haber, en un Youtube subido por ATAN en su momento. ¡Que unos buenos meses hace de eso ya!

Y ese es el panorama, no hay sillas de ruedas y los aparcamientos destinados al efecto no es que estén vacíos, es que están llenos de charcos embarrados y de plantas que cuelgan sobre ellos porque todo el mundo sabía que aquello era una farsa, lo mismo que se puede hacer ahora se podía hacer antes sin problema. Y por cierto, ya verán ustedes cómo los insultadores esos mayores del reino, que dicen llamarse representantes vecinales y apenas si se representan a sí mismos, no chistan frente a estos peligrosos hundimientos pese a que siempre han defendido la necesidad de convertir esa pista en una carretera por no sé qué rollo de seguridad. Sí, porque ellos piensan que si hay derrumbes por inundaciones y tal una vía de escape podría ser Las Hiedras, que es justamente donde más derrumbes ocurrirían en una situación límite.

En fin, un triste panorama. Al hacer el muro de piedra queda menos espacio para la pista. Como queda menos espacio, pues han ampliado con tierra, sin más, con lo que a las primeras de cambio pues aquello se hunde como indicaba el sentido común. Ahora que llamen al maestro armero y nosotros, como siempre, a pagar la factura de lo que se puede pagar, el destrozo ecológico sin embargo no tiene remedio ya por mucho que los ecosocialistas mantengan aquello de que se puede repoblar la flora sobre el hormigón. Locos como cabras después de que Carolos Alonso los pusiera a vivir a cuerpo de rey en ese Cabildo.

Fuente: https://noincineraciontenerife.wordpress.com




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