La utopía de la participación ciudadana

El área de participación ciudadana en los ayuntamientos de Tenerife no deja de ser en la mayoría de las ocasiones un buzón de recogidas de quejas y propuestas de su ciudadanía

Nos es complicado observar que para nuestros ayuntamientos el área de participación ciudadana no deja de ser, en el mejor de los casos, un buzón para recoger quejas de su vecinos/as y en la gran mayoría ni tan siquiera tienen cabida en su organigrama desconociendo la gran mayoría si esa área existe o no y a quien corresponde su funcionamiento.

Es habitual que en las cercanías de las elecciones municipales todos los partidos políticos enarbolen la participación ciudadana como un pilar fundamental en la vida política del municipio, como canalizador de las necesidades de la población y como la participación es necesaria para mejorar la transparencia de las corporaciones. Pero una vez que pasan las elecciones el área comienza a desdibujar su existencia e importancia, como si no fuera más que la bruma que algunas mañana envuelven las ciudades costeras.

Quizás la prepotencia de nuestros/as políticos de turno vean esta posible participación como una intromisión indebida en sus respectivas concejalías, dado que ellos/as creen que al haber sido elegidos/as por la ciudadanía ya se les enviste con una capa de virtuosidad y conocimiento tal que las posibles propuestas de la ciudadanía no dejan de ser “burradas” dado que si no se les ocurrió a sus eminencias será que no son necesarias o realizables.

Por culpa de esa actitud reinante, una gran parte de los/as ciudadanos/as se desligan totalmente de la política municipal y no pueden más que mostrar indiferencia o indignación ante algunas propuestas que realizan los/as concejales o, como en algunas ocasiones, se auto adjudican propuestas que anteriormente fueron desechadas por sus ilustrísimas personalidades. 

Estimados/as concejales de nuestros municipios, la participación ciudadana es necesaria en la vida política, no sólo como un buzón de queja sino como una herramienta para conseguir avanzar como sociedad, para democratizar la vida política y municipal, así como un elemento transversal en todas las áreas y no como un ente externo.

Nos piden cada cuatro años que hagamos efectivo nuestro derecho a elegir a nuestros/as representantes y nosotros/as les solicitamos que no nuestra participación deje de ser anecdótica, sean capaces de quitarse esa venda que os cubre los ojos y vean el potencial de nuestra ciudadanía, es la única forma de avanzar realmente y de mejorar, sin la ciudadanía no dejáis de ser simple monigotes, pero con nostros/as pasáis a ser realmente parte de la historia.

Jesús Cristóbal Socas Trujillo