Mujeres en pie: la huelga de hostelería en Canarias desde una mirada feminista
La huelga de hostelería en Canarias no es solo una disputa laboral: es una radiografía del sistema económico que sostiene el turismo a costa del cuerpo y la vida de miles de mujeres. En un archipiélago que depende en gran medida de este sector, las cifras récord de ocupación y beneficios hoteleros contrastan violentamente con la precariedad que viven las camareras de piso, cocineras, limpiadoras y auxiliares, muchas de ellas mujeres migrantes o de clases populares, invisibilizadas tras la etiqueta de “capital humano”.
La Patronal Hotelera: beneficios a costa del cuidado
La Patronal, agrupada en FEHT y ASHOTEL, ha manifestado su “preocupación por la imagen turística” de las islas, sugiriendo que la huelga perjudica al destino. Pero esta defensa de la “marca Canarias” silencia el verdadero daño: el que sufren las trabajadoras con contratos temporales, sueldos que no alcanzan el salario mínimo interprofesional real por horas extra no remuneradas, y turnos que imposibilitan cualquier organización de los cuidados o la conciliación familiar.
Mientras los beneficios empresariales se disparan gracias al repunte del turismo internacional, la riqueza no se redistribuye: se concentra en la cúspide masculina de directivos y propietarios, y se sostiene sobre la sobreexplotación de un ejército de mujeres que apenas ve reconocida su labor esencial.
Los sindicatos: entre el paternalismo y la resistencia real
Algunos sindicatos mayoritarios han tardado en recoger el malestar que venía gestándose desde hace años en los pasillos de los hoteles. Sin embargo, en esta convocatoria se han sumado plataformas feministas y sindicatos de base que han puesto sobre la mesa no solo la reivindicación económica, sino también la dimensión de género: las trabajadoras piden no solo más salario, sino tiempo para vivir, para cuidar y ser cuidadas.
Las mujeres trabajadoras denuncian que sus horarios no se ajustan a la realidad de la vida: turnos partidos, nocturnos o rotativos sin margen de decisión, penalización por ausencias médicas (frecuentes por dolencias musculares o enfermedades derivadas del esfuerzo físico constante), y una presión por productividad que ignora cualquier lógica de sostenibilidad personal.
Las mujeres trabajadoras: sujetas invisibles del motor turístico
En los discursos institucionales, las mujeres que limpian habitaciones, preparan desayunos, lavan ropa y reciben al turismo no existen como sujetas políticas. Pero en esta huelga, ellas se han puesto en el centro. No solo están luchando por euros en la nómina: están exigiendo respeto, visibilidad y condiciones que permitan una vida digna.
La lucha feminista tiene que estar aquí. Porque cuando se habla de derechos laborales sin perspectiva de género, se perpetúa la división sexual del trabajo. Porque la pobreza tiene rostro de mujer, y en Canarias ese rostro lleva uniforme, va cargado de productos de limpieza y sonríe, incluso con tendinitis.
Esta huelga es un grito colectivo que interpela a la sociedad canaria: no puede haber desarrollo sin justicia social. Y no puede haber justicia social sin feminismo. Las que limpian los hoteles, también están limpiando el camino hacia un futuro más justo.
Antonella Aliotti
Feminista Radical y Antirracista
Defensora de la Casa Común
Activista en DDHH y Sociales