Nacional-Desde la autocrítica-Miopía política puritanismo y personalismo II

Decía el genial Facundo Cabral, que el más peligroso de todos los “pendejos” es el que piensa que los demás son pendejos. En la política canaria, en el campo soberanista, tenemos unos cuantos personajes que piensan que su disfraz nunca va a ser descubierto. Craso error el suyo, puesto que hay que ser muy bueno para fingir ser una cosa y no acabar siéndolo, como dicen que dijo el más grande maestro de espías, especialista en formar agentes dobles, el camarada Orlov.

Nos encontramos en el campo soberanista con gentes que nunca aportan una propuesta, que como el recién elegido presidente español, nunca saben nada de nada, sea cual sea el tema que se trate, pero siempre están prontos a oponerse y desacreditar las de los demás. Naturalmente sin más pruebas que una visión torcida de las cosas, cosas sacadas de contexto o una mezcla de medias verdades con mentiras en ocasiones, pero la mayor parte de las veces es su visión personal, “porque lo dicen ellos”, que parecen estar instalados permanentemente en la Verdad Absoluta. No son gente a la que se le pueda pedir un análisis honesto de cualquier cosa, puesto que siempre recurren a la actitud soberbia y lenguaje despreciativo, de tratar con menosprecio, casi siempre poco disimulado, al oponente.

Van por ahí dando lecciones y sentando cátedra sobre cualquier tema, pero curiosamente (y reconozco que me ha llevado tiempo darme cuenta) nunca hacen nada, pero siempre se oponen a lo que pueda hacer cualquiera otra persona. Son los más furibundos soberanistas, los que se han erigido en los jueces que deciden quien es canario y quien no lo es, que interesa al pueblo canario y que no le interesa, quienes deciden lo que tienen que pensar los canarios y lo que no… En definitiva, quienes parecen haber sido designados por la providencia para regir todos y cada uno de los aspectos de la vida diaria y la lucha política de los canarios, sin que por su parte aporten nada positivo a la Lucha de Liberación Nacional. Se pueden identificar porque andan siempre sembrando discordia entre herman@s y compañer@s, siempre prontos a la descalificación y el desprecio como único argumentario y como única acción en la lucha política. Son quienes están al servicio de países extranjeros, o quienes aspiran a echar a los españoles para ocupar su lugar, incompetentes que no aportan nada salvo disgustos o simplemente inútiles que solo saben estorbar, y que después de dejar la bandera se dedican a repartir propaganda electoral o asistir a los actos de CC. En todo caso, son un lastre demasiado pesado para que sigamos cargando con ellos.

En el lado contrario tenemos un montón de gente honesta, todavía con la llama viva de la rebeldía y la esperanza, con el anhelo de construir algo mejor para la Matria, para nuestro pueblo, una vida digna en la que podamos vivir la canariedad sin complejos y sin inhibiciones, un futuro nuestro, no dependiente, al menos, hasta que podamos dar el salto a la libertad y volar libres. Esta es la gente que quiere empezar a caminar al unísono, como un solo pueblo que somos, afirmando nuestra identidad. Los que quieren construir un futuro esperanzador ya, en este momento histórico en el que, una vez más, el hambre y la miseria se abaten como guirres sobre nuestra gente, quienes quieren hacer algo inmediato, aunque ninguno tenga claro exactamente como. Dicen que dijo el mejor estratega de la antigüedad norteafricana, Aníbal Barca, que el momento y lugar de la Batalla lo debe elegir el ejército que huye, para así “elegir el terreno y el momento para así vencer”. Está claro que así como estamos ahora poco podremos, por lo tanto tenemos que:

1º- Reagruparnos, desligados y cada cual por su lado no vamos a conseguir mucho, por lo tanto debemos buscar confluencias, en torno a lo que ya hay básicamente. No podemos perder tiempo ahora en crear cosas nuevas para luego confluir si lo que queremos es acción inmediata, no seguir cruzados de brazos huyendo eternamente hasta ver si viene alguien de fuera, al que por supuesto y para no variar, encima criticaremos.

2º- Organizarnos, dotarnos de métodos y estructuras democráticas de trabajo en común asumiendo cada cual las responsabilidades que asuma y/o se le asignen. En ella debe prevalecer en todo momento el autoconsenso, es decir, estar siempre con la actitud presente de estar dispuesto a llegar a acuerdos antes de que hayan tensiones que puedan romper la unidad, sin que eso signifique que se deba renunciar a todo por ello.

3º- Partiendo de un análisis realista de la actual situación de nuestro pueblo, producto de la puesta en común de todos. Crear un programa general que responda, al menos genéricamente a los problemas comunes. A partir de ahí en cada lugar, municipio, comarca o isla se adaptará específicamente y con ese se trabajará en cada lugar.

Llevamos mucho tiempo huyendo, las próximas elecciones locales son un buen “lugar para una emboscada” y un momento excelente en el que “ellos” tienen que dividirse y actuar cada uno en su demarcación. Un buen momento para plantarles cara, porque ya hemos visto lo que sucede si seguimos cruzados de brazos. Igual si seguimos huyendo, la próxima vez nuestro enemigo saca mayoría absoluta. La pregunta es, ¿vamos a seguir huyendo y gimoteando, o nos empeñamos en la lucha directa con las armas que encontramos en el camino? Y si decidimos luchar, ¿Estamos dispuestos a refrenar nuestro orgullo y confluir con otros/ as, todos alzados contra el colonizador que nos oprime y exprime, y luchar en el mismo bando y por los mismos objetivos? Yo creo que si somos capaces, no somos tan cerriles.

Desde la Vieja Fortaleza, Rukaden Ait Anaga

28 Junio 2016