30 de mayo, el día del cipayo
Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos
con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada.
Mandela
30 de Mayo de 1496 la corona de Castilla se adueña de las Islas Canarias y de su pueblo. En la maltrecha historia colonial de Canarias se van acomodando fechas promovidas por los caciques coloniales para recordar a perpetuidad al pueblo canario que Canarias es propiedad del Estado español. Después de 46 años de dictadura vuelven a las andadas los descendientes criollos de los que siempre han buscado la división y la saña entre el pueblo canario para conmemorar fechas sin previa consulta o referéndum.
Se le niega al pueblo lo que es de derecho propio de tomar la decisión de lo que queremos ser en un nuevo futuro y en lo que debiera ser un estatus diferente en cuanto a relaciones con el Estado español. Canarias no es España, nunca lo ha sido y nunca lo será, por el simple hecho de que la historia está escrita por los mismos castellanos invasores, y como decía el insigne patriota Secundino Delgado: «En vano buscará el español una mordaza para nuestras bocas y una losa para nuestros corazones».
Lo que da verdadera repulsión y rabia es que esa mordaza y losa son constantemente utilizadas por los vendepatrias que usurpan nuestras instituciones de gobierno, parapetándose en los sillones del poder español por las prebendas y regalías del amo godo para que les cuiden la finca canaria. Vemos impasibles como nuestro territorio sigue en amplia rapiña especuladora, vemos como el circulo de importadores y empresarios son los que designan el futuro económico y político para sus propios intereses mercantilistas, vemos como los políticos apesebrados solo legislan para el poder establecido, con un control político, administrativo, judicial, militar y eclesiástico nacional católico español sin precedentes como en la mismísima y antigua Edad Media.
Todo es prohibido, censurado, no se puede, no se debe, no se hace, no eres, etc.; obligan al pueblo a una esclavitud soterrada, vemos como a muchos canarios y canarias con hijos sin recursos, se les niega hasta el vivir dignamente en su tierra, en la que les vio nacer, la de sus antepasados, y que cuando vas a exigir lo que te pertenece como lo proclaman las declaraciones de derechos humanos y universales, a lo que es, el sustento de alimento, vestimenta, asignación económica o vivienda, y la primera patada que te dan en toda la boca es, que para poder optar a esas necesidades, que el primer requisito que debes aportar, es que tienes que ser residente superior a 7 años en el municipio donde estés empadronado, un insulto al canario originario, al canario autóctono, te hacen extranjero en tu tierra y en tu casa. El canario no es dueño ni del palmo de tierra que pisa de este archipiélago. Te llaman canario para sacarte tus recursos amigablemente, pero residente para putearte y mantenerte en corto cuando exiges lo que te pertenece.
El Estado español sabe lo que es la desafección del colonizado con la metrópoli y por eso utiliza las armas más aberrantes que son las de arrodillarte y hacerte dependiente de las necesidades que ellos guardan bajo las llave de la perpetuidad. Esta chusma del Estado español y los criollos que viven a cuerpo de rey manteniéndoles la colonia para su beneficio propio y en contra del territorio y de los derechos del pueblo canario solo se merecen las palabras de un hombre de honor como fue y lo sigue siendo en el recuerdo el Mencey Bencomo:
Jamás me he sometido a otro hombre como yo. Libre he nacido y así viviré siempre. Mayo 1494
Nada que celebrar el día de la infamia.
Arturo Caballero González