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A la memoria del camarada Antonio de la Rosa Coello

“Antonio fue un militante de la revolución, un comunista íntegro dispuesto a aportar su esfuerzo, su trabajo, su tiempo y su vida, en todas aquellas tareas que exigía la lucha revolucionaria”

Ayer, nos enteramos de la luctuosa y triste noticia del fallecimiento del camarada Antonio de La Rosa. Después de una larga y dura lucha desigual por la vida, víctima de una cruel enfermedad, el camarada dejaba la vida y pasaba a ser memoria colectiva de su clase, de su partido, de sus amistades y de su familia.

Es muy difícil hablar desde la serenidad y templanza de nuestro amigo y camarada Antonio porque la tristeza nos embarga y nos envuelve. Antonio fue un militante de la revolución, un comunista íntegro dispuesto a aportar su esfuerzo, su trabajo, su tiempo y su vida, en todas aquellas tareas que exigía la lucha revolucionaria.

Siempre, así lo recordamos, con ánimo, con convicción y con generosidad. Siempre con una sonrisa en su rostro, con una frase amable y un humor fino que ayudara a los camaradas a ser más amena la tarea, y menos pesada la labor militante. Un ser humano cabal, hizo del esfuerzo colectivo y de la solidaridad con los demás, su razón de ser.

Generoso en el esfuerzo y en el ánimo, charlador incansable hizo de la palabra y del razonamiento su mejor arma. Conocedor profundo de su querida Laguna, que recorría en nocturnos paseos, interesado por las circunstancias de sus vecinos, de sus amigos, su labor de agitación era algo consustancial a su manera de actuar. Interesado en cualquier problema que afectara a sus vecinos y amigos hacía siempre una labor pedagógica en donde el razonamiento pausado y la palabra profunda estaban presente. Siempre hambriento de conocimiento e información se convirtió en un filósofo del pueblo, en una persona dispuesta a ayudar, a apoyar, a sostener, a construir, a elevar la conciencia de nuestro pueblo trabajador. Siempre aportaba sabiduría en los debates, en las reuniones, en los encuentros de amigos y militantes.  Nunca se conformaba con las apariencias, con las frases comunes, pedía profundidad y rigor en las propuestas y en los debates.

Antonio ya eres memoria colectiva, ya formas parte de nuestro más querido y profundo patrimonio del Partido y de la clase obrera canaria de la cual eras un digno miembro. Cuando haya que situar un referente militante, un ejemplo de camarada nos vendrá, sin lugar a dudas, tu sonrisa, tu mirada inteligente, tu abrazo acogedor, tu rostro de luchador, de entrañable amigo, de excepcional camarada, de inquebrantable militante.

Camarada Antonio de La Rosa, hasta siempre, la lucha continúa. ¡¡¡El futuro es revolución y comunismo!!!

¡¡¡Hasta siempre, camarada, siempre a nuestro lado!!!

 

Partido Comunista del Pueblo Canario

 

2 comentarios en «A la memoria del camarada Antonio de la Rosa Coello»

  • Hasta siempre Antonio
    Para mi Antonio fue mucho más que un vecino,un amigo,un camarada.Gracias a él me en enseñó a ver mucho más de las cuatro paredes de mi casa en la barriada(La Verdellada).
    Yo cuando conocí a Antonio era un pibe de Barriada,con el empezó mi militancia en la CJC , a mediados de los 90.
    Antonio era un filósofo,sin tener ese título,que muchas veces no sirve de nada
    Gracias a Antonio soy la persona que soy hoy en día.
    Con Antonio comprendí el significado de las palabras solidaridad, compromiso,amistad entre otras muchas cosas.
    Solo me arrepiento de no haberte ido a visitar en los últimos años,desde que vivo en Catalunya.
    Hasta siempre Antonio, gracias por todo lo que me diste a cambio de nada.
    Siempre te he tenido presente y siempre te tendré,por todo lo que me enseñaste,que no enseñan en las escuelas.
    Hasta siempre Antonio,por ser el padre que nunca tuve,mi amigo,mi camarada,mi vecino.
    Sin más me despido con el lema del PCPC que comenzó mi militancia en la CJC, que hoy más que nunca sigue vigente:
    ¡¡¡ NO SOBRAN TRABAJADORES
    SOBRAN
    EXPLOTADORES!!!
    Jonathan( el hijo de África,La Verdellada)

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    • Hola, Jhonatan. No te acordarás de mí,pero yo también fui íntimo amigo de Antonio. Y en una ocasión estando por La Laguna, nos encontramos contigo. Estuvimos en el bar zipizape. Estaba también Florencio, un policía local retirado. Y recuerdo que tú y Antonio hablaban de q tú estabas trabajando en Barcelona,por Cataluña. Hoy estaba en la manifestación en apoyo a Palestina, y Luis y yo nos vimos (otro camarada íntimo de Antonio) y recibí la noticia. Descanse en paz. Salud y la lucha persiste.

      Por mí parte, a Antonio lo conozco desde hace más de veinticinco años. Y el conocía a mi familia,porq mi abuelo iba a la casa y el siempre recordaba que ni el contador del agua se lo cobró,porque en ese momento no tenía dinero. Antonio sentiría empatía contigo, pues tampoco conoció a su padre. Sabía que era un taxista,pero por lo visto nunca ejerció de padre con él. Estuve algunas veces en su casa,y otras iba a hablar con él a la misma puerta o lo saludaba. En la ventana tiene la pegatina de apoyo a la revolución cubana. Compartimos libros y escritos. Y en una ocasión me invitó a hacer una charla y proyección de una película en homenaje a Gramsci. La hicimos en el Ateneo. No vino más de cinco personas. El DVD no funcionaba, y sobre la marcha cogimos un taxi y fuimos a mi casa a coger el DVD. El taxi lo costeó él. También estuve en su casa siendo mi hija bastante pequeña, con unos pocos años. Y me hice fotos con el y mi hija. Así como escribí un artículo con una foto de él,usando coleta, titulado [Antonio de la Rosa,un comunista en La Laguna,ciudad de «curas y fascistas»]. También conocí a su hija Mari, que murió hace unos pocos años. Y recuerdo haber caminado muchas veces por La Laguna con él, nos reímos mucho, debatimos mucho de Anarquismo y Comunismo. Tomando café. Recuerdo como tenía que recoger la saliva de su garganta e un pañuelo de papel, tras la operación por cáncer de garganta que había superado hacia décadas. Y que por último decían que si se había muerto o que se había quedado muy afónico y no se le entendía. Entonces fui hasta la casa. Y hablamos. Y yo le entendía muy bien. También me llamaba por teléfono. Tengo algunas anécdotas con Antonio que me vienen a la cabeza. Una vez coincidimos entre otras en el tranvía. Pues en una ocasión empezamos a decir disparates,tanto por su parte como por mi parte. Y notábamos los rostros del resto de pasajeras y pasajeros. Que no sabían si hablábamos o no en serio. Antonio contaba la época en que iba al bar Benjamín, conocido en La Laguna,en la calle Heraclio, y se sentaba arriba de unas tarimas,y se ponían a fumar canutos y aquella humacera q se montana era tremenda. O cuando llevaba el Bar de la cafetería de la universidad en la residencia San Fernando. También Antonio luchó contra la lacra del alcoholismo. Y supo superar esa enfermedad. Era un apasionado de la información. Y tenía su conocida frase de «habría que coger un kalaznikov»… Etc. Todas y todos que le conocimos sabemos que fue una buena persona, de las pocas que abiertamente hablaba de comunismo en cualquier lugar. Recuerdo su momento de emoción cuando en Madrid, en un congreso del partido comunista, tuvo la oportunidad de hablar en público ante la militancia. Y que al despedirnos con un abrazo levantaba también el puño,exclamando, » !Salud y viva la república! «

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