Cuando aPPestan las cloacas del Estado español (II). El sumidero de Bárcenas y las cloacas judiciales
Uno de los muchos portuguesismos del español hablado en Canarias es el término “chorume” para designar a los líquidos purulentos y nauseabundos que se producen cuando la materia orgánica se pudre. Pues de las cloacas del Estado español, hijuelas del “Caso Gürtel”, surgen toda una serie de chorros de chorume que van a parar a sumideros judiciales malolientes. Son, en un listado que dista mucho de ser exhaustivo, los “Casos” Bárcenas y sus papeles-reflejo de la contabilidad B pepera; Kitchen con sus rejos extendidos por el Ministerio del Interior y sus policías; el omnipresente Villarejo y sus grabaciones, escuchas y extorsiones; Génova 13 y su fraudulenta renovación arquitectónica…
Lo de Luis Bárcenas, de obligado conocimiento para seguir los pasos del chorume PePero, es casi imposible de resumir por la cantidad de enrevesada información al respecto. Administrativo en ascenso del PP desde 1982, echado de su puesto por Hernández Mancha en 1986 por desconfianza en su gestión, fue repescado por Fraga Iribarne en 1989 incluyéndolo en la tesorería como “conseguidor dos dinheiros” fraudulentos, al lado de Rosendo Naseiro. Al destaparse el “Caso Naseiro” en 1990, recién estrenada la presidencia de Aznar en el partido, Bárcenas salió indemne del desbarajuste. Ya por ese entonces, junto con Álvarez Cascos de Secretario General PePero y Francisco Correa, formaron un Triángulo de las Bermudas en versión económica, origen del caso Gürtel. Designado como tesorero del partido Álvaro Lapuerta, Bárcenas escaló a la gerencia del PP ocupando un despachito en una esquina de la 6ª planta de Génova 13, modesto, pero por el que pasaban todas las finanzas del partido y se registraban meticulosamente todos sus cambalaches. Todo ello a cambio de un mísero sueldecillo de 200.000 € que, por supuesto, no quiso cambiar por el lugar en la alta dirección PePera que le ofreció su amigo Francisco Álvarez Cascos como Vicepresidente de aquel primer Gobierno Aznar –apoyado por la CiU de Puyol del “Tres per Cent” que tampoco era manco- en 1996.
En 2004 el PP pierde las elecciones españolas ante el PSOE de J. L. Zapatero. Mariano Rajoy, el derrotado candidato de la derecha, asume la presidencia del partido. Conocedor de las trapacerías anteriores, prescinde de los servicios de Correa pero Bárcenas sigue de gerente en su despachito hasta que en 2008 –tras el revuelto Congreso de Valencia- cesa a Lapuerta y nombra a Bárcenas como Tesorero del partido, el cargo de más importancia tras los de Presidente y Secretario General. Apenas un año después, a principios de 2009, detienen a Francisco Correa “Don Vito” y estalla el Caso Gürtel poniendo al descubierto toda la enorme arquitectura financiera de empresas fantasmas y otras fechorías montada por el condiscípulo y gran amigo de Aznar, Ramón Blanco Balín –hicieron juntos la oposición a Inspectores de Hacienda e incluso, juntos, escribieron un manual para el Centro de Estudios Financieros- conocido entre sus colegas como “el Inspector blanqueador”. Cuando Aznar llegó al poder subió a Blanco Balín a Vicepresidente de REPSOL, hombre de gran experiencia en el arte de defraudar a través de su empresa “R. Blanco Asesores Fiscales S.L.”. Es este blanqueador de dinero sucio quién pone a Correa en contacto con Bárcenas.
Desde noviembre de 2007 el exconcejal de Majadahonda José Luis Peñas ya había presentado en la UDEF –Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal- de Madrid cintas grabadas de sus conversaciones con Fco. Correa que involucraban también a Luis Bárcenas. Preguntado “Pepe Peñas” por Correa declaraba textualmente: “Correa era el padrino de boda de Alejandro Agag. Hombro con hombro con el Presidente. Cenaba con Bárcenas todas las semanas, con Aznar cada dos o tres meses, con Agag iba de vacaciones en su barco”. Se descubre toda la contabilidad B de Correa y en ella aparecen los pagos a “L.Barc.” a “L.B.” y a “Luis el Cabrón” para totalizar, según la investigación, 1.353.000 €. El mismo Correa, en una de las grabaciones de diciembre de 2007 de Pepe Peñas, alardeaba de que «Yo a Bárcenas le he llevado, yo he hecho con él un día… vamos a sumar, 1.000 millones de pesetas. Yo, Paco Correa, se lo he llevado a Génova y a su casa»… y todo eso en cajas de zapatos, las cajas en que Bárcenas guardó luego sus particulares anotaciones con su propia contabilidad B. Durante el interrogatorio a Correa en octubre de 2017 sale a la luz el mecanismo. Correa declara sobre su parte del pastel que el contable José Luis Izquierdo : “me daba dinero de la caja B, del dinero que yo cobraba, de la parte que yo me quedaba de estos empresarios privados que daban sus aportaciones y que yo se las entregaba a don Luis Bárcenas y yo me quedaba con mi parte”. Todo ese dinero quedó anotado por Bárcenas en sus dos ordenadores, además de los nombres de los empresarios partícipes del cohecho como “donantes”. Sobre los 1.000 millones de pesetas de la grabación, Correa declaró: “No niego lo que digo ahí, no lo niego para nada, lo que no puedo precisar es si fueron 500, 1.000 o 2.000 lo que es cierto es la práctica y esa práctica fue correcta. Y es verdad que a veces le entregaba en Génova y a veces en su casa. Eso es correcto”.
Sobre los famosos papeles, queda recalcar que implican a prácticamente toda la cúpula PePera en esos cohechos cobrando sustanciosos sobresueldos, los “sobres” mensuales de entre 5.000 y 15.000 euros, según la categoría del receptor. Cuando Bárcenas, en 2009, vio el marrón judicial que se le venía encima amenazó a toda esa cúpula en sacar a relucir los nombres y cifras de todos los implicados. Mª Dolores de Cospedal, viendo el peligro, suspendió la práctica corrupta de más de 20 años que arrancaba desde la época Fraga y de la que ella misma era partícipe, de pagos de sobresueldos en negro. Miguel Blesa, el de las tarjetas black y amiguísimo de Aznar, se ocupaba de gestionar una parte de estos sobresueldos, la más “oficial”, más o menos declarada, mientras que Lapuerta y Bárcenas eran los artífices de los puramente negros. Como cantidades indicativas valen: J.Mª Aznar, como presidente del partido desde 1990 hasta que asumió la presidencia del gobierno en 1996 cobró 782.695 €; Rajoy entre 1990 a 2011 cuando asumió la presidencia del gobierno había cobrado 1.580.752 € (ese mismo año de 2011 sumó sobresueldos de 200.628 € a los 911.035 que cobraba como diputado). Toda la cúpula estaba a lo de los sobres canelos con billetes de 500 €, aquellos “Bin Laden” que pocos conocían: Mª Dolores de Cospedal, Soraya Sainz de Santamaría, Ana Matos, Cristóbal Montoro, Arias Cañete, Álvarez Cascos, Jorge Moragas, González Pons, Álvaro Nadal… estaban en esos años abonados a esas paguitas que salían de los negocietes sucios PePeros y de sus cambalaches con todo tipo de empresas, algunas tan “ejemplares” como Mercadona. Los primeros premios de los sobresueldos fueron para Javier Arenas (1,1 millones €), Juan Carlos Vera (1,4 millones), Alvaro Lapuerta 1,98 millones y el campeonísimo Luis “el Cabrón” con 3,1 millones. En total, según la acusación ante el juez Ruz, fueron 22 millones de euros los que la mafia de cuello duro se embolsó con los sobresueldos.
De todas formas la Caja B, tanto la de la Gürtel como la que mantenía Bárcenas, además de para su propio peculio, daba para todo. Hasta Santiago Abascal, el papá del caballista, dirigente pepero en Álava antes de pasarse a las filas VOXiferantes de su retoño, percibió 12.000 € para reparar los daños de un coctel molotov en su negocio. Incluso alguna calderilla de la corrupción nos llegó hasta esta colonia. La idea inicial la suministró el inefable José Antonio Monago, presidente PePero de Extremadura que, a cargo del Senado español, se pegaba dos viajitos mensuales a Tenerife para ver a su amante, la colombiana PePera Olga María. Siguiendo ese ejemplo, cuando Rajoy perdió las elecciones en 2004 frente a Zapatero se “hizo un Monago”. Su partido le regaló un vale, con cargo al Senado español, con el pasaje de ida y vuelta a Gran Canaria en una de las empresas Gürtel de viajes (“Pasadena”) para subirle el ánimo. Francisco Correa completó el servicio con cargo a la Gürtel. Le regaló el resto, los pasajes para su esposa, su hijo Marianito, su niñera y el personal de seguridad, además de la estancia para todos en Maspalomas. En “El Confidencial”, el segundo de la Gürtel, Pablo Crespo, comentaba que habían pagado «a este hijo de puta de Rajoy el viaje para que se largase a Canarias a llorar sus penas porque había perdido las elecciones, y encima se llevó a la familia».
Destapada la trama Gürtel, el 9 de febrero de 2009, el juez Garzón detiene e imputa a los cabecillas de la trama y a los primeros dirigentes del PP. Inmediatamente Rajoy declara a la prensa una frase que se ha hecho célebre: “Esto no es una trama del PP, es una trama contra el PP”. No perdió tiempo y anunció que rompía toda interlocución con el Ministerio de Justicia mientras el ministro Fdez. Bermejo estuviera al frente y que pediría, además, la recusación de Garzón –lo que hizo al día siguiente- por la participación de ambos, juez y ministro, con 50 personas más en una cacería en Jaén organizada por un cargo local del PP, Bartolomé Molina. Bermejo dimitiría unos días más tarde. En realidad ya venía tocado desde el intento de impedir la primera huelga de jueces en el Estado y de haberse gastado 250.000 € del ministerio para reformar el apartamento oficial que ocupó en Madrid que incluso alguno de los suyos, como Patxi López, criticó como excesivos. En verdad que la cacería real era la que emprendió el PP con los jueces y organismos que no fueran de los suyos, como sucedió con los instructores del Caso Gürtel, Garzón, Ruz y De la Mata. Logró que sus peones judiciales Concepción Espejel, a la que la Cospedal llama “mi amiga Concha”, y Enrique López, tan del PP que cobraba de la Fundación FAES –el coto privado de Aznar- formaran parte del tribunal para evitar condenas al partido o a sus principales cabezas. Les duró hasta que fueron recusados precisamente por su adscripción PePera.
Al final de la Época 1 del Caso Gürtel llegaron los magistrados Ángel Luis Hurtado, José Ricardo de Praga y Julio de Diego. De los tres, en 2017, cuando se citó a declarar a Rajoy, votaron a favor Ricardo de Praga y Julio de Diego pero contó con la oposición de Hurtado, porque, según su conservador criterio, no se podía hacer pasar a Rajoy “por la exposición pública que es verle llegar y estar en la Audiencia Nacional”. El ponente de la sentencia era el juez Hurtado, el mismo que había ordenado el archivo de la causa de José Couso, el cámara de Tele 5 asesinado en su hotel iraquí en un bombardeo gringo y fallado contra Pilar Manjón, presidenta de las Víctimas del 11M, que había denunciado a Luis García, de las NN.GG del PP de Majadahonda por publicar en su tuit que “Lo de Pilar Manjón es infame. Cada día dudo más que el hijo de esa tipeja fuese el 11M en un tren… deplorable su actitud”. La sentencia que condena al PP por su participación a título lucrativo y a distintos cargos del PP no fue firmada por Hurtado que declinó en los dos magistrados la redacción y emitió un voto particular oponiéndose a las condenas al PP ya los políticos PePeros Ricardo Galeote, Carlos Clemente y Ángel Sánchez. Los dos magistrados redactores, los mismos que habían forzado la declaración de Rajoy, pagarían más tarde su disidencia con las directrices PePeras siendo separados, en una auténtica obra de ingeniería judicial mafiosa, del Caso Bárcenas, la Pieza Separada más importante de la Gürtel, la que más directamente afecta al PP.
Veamos más detritus por los sumideros judiciales. Con la jueza Rosa María Freire, la que llevó la investigación –Juzgado de Instrucción nº 32 de Madrid- de los ordenadores de Bárcena a la que la vicepresidenta del Congreso, Celia Villalobos, la PePera diputada durante 10 legislaturas, ministra de Sanidad con Aznar cuando el affaire de las vacas locas, descalificaba acusándola de “tener un primo comunista”, como lo hacía también el ministro de Justicia Rafael Catalá, del que tenemos que recordar que fue reprobado por el Congreso en sesión del 16 de mayo de 2017 por, como se puede leer en el Diario de Sesiones, “cómo se han urdido estos planes para proteger a sus corruptos desde la institución, desde el Ministerio de Justicia y desde la Fiscalía General del Estado” para continuar “Hay algo más grave que el hecho de que ustedes estén carcomidos por la corrupción y es que desde su ministerio domen a los fiscales para impedir que se investigue a los corruptos de su partido” refiriéndose a la actuación del ministerio PePero para destituir a Consuelo Madrigal como Fiscal General del Estado nombrando para sustituirla a su peón José Manuel Maza, aquel inefable magistrado de la Sala Penal del Supremo que presentó un voto discrepante cuando el TS absolvió en 2012 a Baltasar Garzón del delito de prevaricación que le imputaban nada menos que el “sindicato” mafioso “Manos Limpias” y la asociación fascistoide “Libertad e Identidad” por iniciar, sin tener competencia legal diligencias sobre personas desaparecidas durante el franquismo. Sostenía este caballero que Garzón debería ser condenado, recordándole que no había actuado igual cuando no admitió a trámite la querella de la “Asociación de Familiares y Amigos de Víctimas del Genocidio de Paracuellos del Jarama” presentó contra Santiago Carrillo. Al final, Freire tuvo razón y el PP y su Tesorera con Rajoy, Carmen Navarro, fueron procesados por encubrimiento y daños informáticos.
Otrosí. El juez José Ricardo de Prada. El Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional estimó que su argumentación sobre la Caja B del PP “no era absolutamente necesaria” por lo que su imparcialidad estaba “comprometida” por lo que se aceptó la recusación que plantearon el PP y Luis Bárcenas y de Prada fue apartado del tribunal que decidía sobre esa Caja B. El Juez de Prada definía la Caja B como «una estructura financiera y contable paralela a la oficial al menos desde 1989, cuyas partidas se anotaban informalmente, en ocasiones en simples hojas manuscritas como las correspondientes a Luis Bárcenas, en las que se hacían constar ingresos y gastos del partido o en otros casos cantidades entregadas a personas miembros relevantes del partido».
Para muestra valen esos botones, pero hay que añadirle para contemplar el alcance del sumidero todos los ceses y cortapisas que se han puesto a cualquier funcionario que, en auxilio judicial, hayan investigado la trama PePera-gürteliana-Bárcenas, los de la UDEF y, en especial, los de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude, ONIF-AEAT de la que ya relaté el cese fulminante de su Jefe de Investigación encargado de la Gürtel, Víctor de la Morena, y sus 5 jefes de equipo.
Como la extensión de la podredumbre en el PP y sus desagües por las cloacas del Estado es tan extensa que su relato ocuparía más volumen que la Biblia en pasta y, pa´colmo, escrita en verso y cada día nos encontramos con más sumideros dejaré para continuar la siguiente lingada a las actuaciones “parapoliciales” con respecto a Bárcenas, el caso Kitchen, Villarejo y, cómo no, el “Control desde atrás de la Sala Segunda del Supremo” que anunciaba el inefable reaccionario Ignacio Cosidó en sus tuits, y la renovación del CGPJ, hoy bajo el manto del PP, que sucederá, de seguir así “ad calendas graecas”.
Francisco Javier González