OpiniónPolítica

De una forma u otra la lucha sigue. Vietnam en la memoria

Sé muy poco de política y de procesos revolucionarios, por eso ¡Corrijan me si me equivoco!

La Indochina francesa, poco más que el actual Vietnam, fue invadida por Japón en la II Guerra Mundial, expulsando a los franceses. Los partidarios del Partido Comunista y los nacionalistas pro-monárquicos, dos fuerzas políticamente antagónicas donde las haya, pero con el objetivo común de liberar Vietnam, firman un acuerdo de cooperación mutua cuyas siglas son Viet Mith. Logran expulsar a los japoneses, y cuando los franceses regresan a la colonia, son expulsados también. Lo de Viet Con,  Rambo y otras ignorantadas hollibudienses son otra cosa distinta. Obvio decir que Cataluña es otro ejemplo más cercano y actual, que pone de manifiesto que si todos interlocutores quieren, fuerzas antagónicas pueden llegar a acuerdos puntuales ante objetivos comunes.

Revelarse a los hechos y transformar en ventajas las adversidades y limitaciones propias, es una cualidad que todo revolucionario deberá cultivar. Anteponer la inteligencia y la objetividad a las explosiones emocionales que en último extremo provocan consecuencias poco recomendables. Que una cosa es la emoción y otra la pasión con que hay que hacer las cosas.

Si impone pues el presente, y mientras no llegue una ocasión más propicia para intentarlo de nuevo, tenemos que continuar laborando por la unidad, limando las asperezas. Y en poco más de año y medio, hay nuevas elecciones municipales.

Yo ya no doy por supuesto nada, pero si no he entendido mal, esta vez «todos» se van a presentar a las elecciones. Esto significa cumplimentar una serie de requisitos administrativos, y digo yo que al menos algo de campaña se hará, contactos por los pueblos, barrios, algún acto público, nombrar interventores etc. No sé, algo más que la foto de inicio y final de campaña ¿No?

La forma de participación en unas elecciones será la primera prueba de madurez política de algunos, pero ¿Qué clase de campaña van a hacer en general? Para una campaña publicitaria tradicional no hay medios, y añado, y en algunos casos ni costumbre. Luego o si hace otro tipo de campaña o no se hace ninguna. Si buscamos modelos alternativos a comprar espacios en los medios, contratar empresas del ramo, etc., solo conozco una que funcione más o menos: el trabajo político con y entre las masas. No se trata de ir a golpe de comunicado, discursos varios, proclamas en los medios y las redes, no, se trata de contacto directo con la ciudadanía a través de sus organizaciones, participar en sus luchas codo con codo cediendo les el protagonismo, guiarlos  y facilitarles su organización en formaciones ciudadanas combativas, liderar los en base a propuestas alternativas de gestión política, social y económica ilusionantes, y sobre todo, cumplir los compromisos que con ellos se adopten.

Tras el escrutinio de los comicios se impondrá el análisis del resultado, que en la mayoría de las ocasiones, suelen ser una «baño de humildad» que resaltará el trabajo o la ausencia de trabajo político,  si las cosas se han hecho bien o no. Se verá entonces quien tenía una buena estrategia, quién sintoniza con el pueblo (más o menos) y quién desvaría en su nombre y se representa a sí mismo/a, porque el veredicto inapelable es el número de votos que se obtengan.

Yo no voy a lamentarme por lo sucedido, una penosa vez más, sino que con la cabeza levantada miro hacia delante, hacia el camino que tenemos que recorrer. No todo es tan malo como pueda parecer a simple vista. Es necesario que de una vez la realidad nos diga lo que es realmente beneficioso para la causa y lo que son rémora que debemos dejar atrás para avanzar.

 

 

 Rukaden Ait Anaga

 




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