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“En una colonia no puede haber democracia” (Víctor Ramírez)

En la tercera página del número dos de la revista El Guanche, con fecha 4 de diciembre de 1897, comienza un artículo titulado significativamente y didácticamente El Ideal. No lleva firma, pero me resulta evidente la autoría de Secundino Delgado. Leámoslo a sorbitos.

“Es el ideal un faro tan indispensable para el desarrollo y progreso de los pueblos, que el gobierno que cohíba por la fuerza a su nación de esta luz tan necesaria como la del sol, condena fatalmente a aquélla al empobrecimiento, a la corrupción, al descreimiento y, por ende, al escepticismo precursor de la cloaca donde ha de sepultarse”.

Son palabras de vigencia perenne, y parece haber sido pronunciadas para reconvenir a los llamados gobernantes de nuestra sorroballada Patria Canaria. ¿Nos hundiremos inexorablemente los canarios en esa cloaca de ignominia?

En una colonia los llamados gobernantes no tienen otra opción, aunque ellos lo nieguen, que ejercer de esbirros coloniales —entendiendo por esbirro el que ejecuta con violencia, coercitiva o coactivamente, órdenes superiores—.

(…)

En una colonia no puede haber democracia, no puede haber gobernantes cabalmente representativos del pueblo, pues siempre estarán esos gobernantes supeditados a leyes y voluntades e intereses ajenos y contrarios a los de su Patria colonizada. En una colonia no puede haber más que gobernantes codiciosos de dinero y de otras envilecedoras prebendas. Su condición de esbirros les impide toda clase de altruismos, de verdadera relevancia solidaria. Únicamente les mueven las acobardadoras ansias de enriquecimiento.

Esos gobernantes cohíben por la fuerza que exista esa luz del ideal, necesaria para el desarrollo y progreso de nuestra Patria. Por eso abunda entre nuestros compatriotas lo que más repugnaba a Secundino Delgado: el empobrecimiento, la corrupción, el descreimiento, el escepticismo —yo lo llamo sordera ante cualquier llamada del futuro—. En Canarias tan sólo parecen oír esa justiciera llamada los independentistas.

Víctor Ramírez*

 

*Fragmentos extraídos de “Sordera ante cualquier llamada” (21 de junio de 1996) en África aquí  

Foto de cabecera: El País Canario (archivo).

 

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