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Encuentro de atletismo en homenaje al deportista tinerfeño Francis Pérez en Santa Cruz

No cabe duda que el atletismo tiene algo de épico, un deporte que entronca con leyendas de tiempos pasados. Al fin y al cabo, corrían nuestros antepasados para anunciar victorias o para alertar de llegada de enemigos, caso de Filipidis, o para mostrar quien tenía más ligereza. El lanzamiento de jabalina emula juegos de guerreros griegos, el lanzamiento de disco no tiene otro origen que el de hacer llegar lejos los escudos de defensa personal. Los marineros se entretenían lanzando balas de cañón como hacen ahora en los estadios de atletismo. Los viejos guanches también hacían sus carreras de mar a cumbre, sus saltos en peligrosos escenarios y lanzabas y esquivaban piedras o banotes.

El pasado 21 de julio hubo un encuentro de atletismo en Tenerife, eso que ahora se ha dado por llamar mitin y que algunos mantienen la forma inglesa de meeting. Al fin y al cabo, una reunión de atletas que pretenden correr más rápido, lanzar más lejos sus artefactos y saltar más allá en un foso de arena. Eso les implica someterse al límite de sus posibilidades, retarse básicamente a sí mismos o buscar marcas que les lleven a nuevos retos, a nuevos campeonatos.

Claro que los tiempos modernos precisan de reglas para que todos estén ante el reto en iguales condiciones. Así, los jueces se convierten en notarios que dan cuenta de los registros logrados en buena lid. En esta ocasión, en el Centro Insular de Atletismo de Tenerife, se programó uno de esos encuentros con participación de atletas de todos los niveles en homenaje a un deportista de Santa Cruz, Francis Pérez, que lleva activo en las carreras desde 1990. La organización corrió a cargo de un club modesto de la isla, el Club Corredores de Tenerife de Santa Cruz, con todos los protocolos habidos cara a poderse ejecutar en estos tiempos de pandemia.

El efecto fue notable porque participaron deportistas de las islas, de diferentes comunidades autónomas españolas y de varios países como chilenos, franceses, portugueses, ingleses e italianos, dando un carácter internacional al denominado XIII Mitin Santa Cruz de Tenerife. Sin embargo, el espectáculo se brindó sin público y retransmitido por medios poco sofisticados, lo que se viene a llamar un “streaming”, vaya, de nuevo con términos ingleses.

Sobre el césped del recinto, ubicado en Tincer, volaron discos, jabalinas y no martillos, al suspenderse la prueba por el azote del viento que sacudió con fuerza la jaula, mientras entrenados jóvenes y mayores corrieron sobre el material sintético diferentes distancias de velocidad o medio fondo, con o sin vallas. Lo que nos llama la atención es ver como los entusiastas de estos deportes minoritarios se organizan con pocos medios para mantener viva la llama olímpica en Canarias mientras los espectadores del atletismo de masas están pendientes de lo que va a suceder en Tokio en pocos días con la celebración de unos Juegos Olímpicos donde el atletismo es el centro de atención mundial. Y no nos queda más remedio que admitir que, pese al auge de otros deportes más mediáticos, el atletismo es el rey de los deportes.

La calidad la dieron los más internacionales. La portuguesa Ana Oliveira hizo en triple salto 13,67 que es la quinta mejor marca lusa de la historia de la prueba. En 100 metros fue el británico Jamal Rhoden-Steven el más rápido con 10.55 segundos. La chilena Laura Acuña obtuvo una victoria sin paliativos con 4.47 minutos. En disco nadie lanzó más que Lorenzo Hernández, por encima de 55 metros en la masculina y Emma García en mujeres con 45,82. Además estuvieron algunos campeones y medallistas de los Campeonatos de España como Leticia Gil en longitud, Ángeles Arroyo en triple y la veterana Eva Gadea en ambos saltos. Todo un espectáculo de atletismo.   

 

Ricardo Fajardo Hernández

Fotos: Carlos Domínguez

 

 

 

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