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Inmigración: el efecto llamada, ¿qué es y por qué no existe?

Continuamente oímos hablar del efecto llamada de inmigrantes, ya sea en declaraciones de políticos, en la televisión o en titulares de prensa. Pero el efecto llamada no existe. Pasemos a explicar por qué.

1. ¿Qué es el efecto llamada?

El efecto llamada es una idea desarrollada por el economista cubano-estadounidense George Jesús Borjas. Según él, el efecto llamada viene a decir que si un país saca leyes favorables a los inmigrantes, entonces a ese país comenzarán a llegar muchísimos inmigrantes que se verán atraídos por esas leyes hospitalarias. Por lo tanto, el concepto de efecto llamada explica la llegada de inmigrantes únicamente a partir de si los estados son más o menos hospitalarios. Esto supone que los países atractivos para la inmigración son los que tienen políticas proinmigrantes.

2. ¿Por qué no existe el efecto llamada?

Hemos visto cómo la teoría del efecto llamada simplifica y reduce las migraciones a si un país tiene leyes proinmigración o no, pero la realidad es que los procesos migratorios pueden tener varias motivaciones:

1) Motivaciones económicas: En estos casos los inmigrantes se trasladan para mejorar su situación económica, ya sea para buscar empleo o para invertir y abrir un negocio (sí, los ricos también migran).

2) Motivaciones familiares (que a su vez pueden relacionarse con una motivación educacional, económica o de otro tipo): Estas motivaciones suponen que quienes deciden migrar no son las personas, sino las familias. Es decir, las familias deciden que uno de sus miembros migre para trabajar o estudiar y mejorar la situación familiar. Aquí juega un papel importante los tratados y acuerdos entre países y/o universidades para formar personas. Así se explica, por ejemplo, la migración de muchos peruanos a Cuba para estudiar medicina o la migración de muchos chinos a Reino Unido para doctorarse.

3) Motivaciones políticas: es decir, aquí hablamos de exiliados y refugiados políticos. Personas que, independientemente de su situación económica (pueden ser incluso empresarios importantes), o bien forman parte de la disidencia y son perseguidos o lo son por razones religiosas, étnicas o de otro tipo. Este tipo de motivaciones explica, por ejemplo, las migraciones de Cuba a EEUU, respaldadas por una legislación anticomunista que asumía como disidente a prácticamente cualquier cubano que llegase a EEUU, incluso aunque proviniera de un tercer país (Canadá, etc) y no de Cuba. Y también explicaría parte de la emigración española a Francia y Alemania durante el franquismo. Por cierto, España es uno de los países de la UE que menos refugiados y exiliados acoge.

4) Desastres ecológicos/naturales o guerras: aquí hablamos de causas que generan una gran expulsión de población en poco tiempo. La guerra de Yugoslavia, la guerra de Siria o la escasez de agua en multitud de países (una de las principales causas de las migraciones en el mundo) serían ejemplos de este tipo de motivaciones.

Tampoco es verdad que los países más atractivos para los inmigrantes sean los que tienen leyes pro-inmigración. En realidad, para los inmigrantes son atractivos:

1) aquellos países que tienen lazos culturales o tuvieron relaciones históricas con su país de origen: la comunidad de idioma, los lazos históricos, etc. son fundamentales para entender la elección de los países de destino. La mayoría de jamaicanos que salen de su país emigra a su antigua metrópoli, Inglaterra, igual que la mayoría de argelinos que sale de África migra a Francia, etc. Como se ve, la elección del país no tiene absolutamente nada que ver con “leyes favorables a los migrantes”.

2) aquellos países que se presentan a sí mismos como lugares llenos de oportunidades para todos: de ahí que EEUU sea el país en el que más migrantes extranjeros hay, seguido por Alemania y Rusia. Esto no quiere decir que se trate de países en los que de verdad haya oportunidades, pues con que se tenga esa imagen del país es suficiente para planteárselo como destino.

3) aquellos países en los que ya hay establecidas redes migratorias o sistemas migratorios: las redes migratorias son un conjunto de relaciones que relacionan a inmigrantes, retornados y posibles emigrantes con familiares, amigos o paisanos en el país de origen o de destino, de modo que estas redes les facilita información, ayuda económica o alojamiento a los inmigrantes. Me gustaría poner un ejemplo para ilustrar esto. Imaginemos a un joven canario que quiere migrar a Londres y resulta que un primo suyo vive allí desde hace años. Esto significa que este joven podría quedarse unos días en casa de su primo y éste le informaría sobre cómo obtener permiso de trabajo, abrir una cuenta bancaria, encontrar empleo, etc. Lo cual le sería de gran ayuda. Pues por esto las redes migratorias son muy importantes para entender por qué unos países son atractivos y otros no.

Finalmente existen datos que desmienten el efecto llamada de forma muy clara. En España se habló del efecto llamada en el año 2005, cuando Zapatero propuso un proceso de regularización de inmigrantes. Según el PP, este proceso convertiría a España en un país con políticas migratorias hospitalarias y eso atraería a miles de migrantes que arribarían en pateras las costas españolas, de modo que se produciría una avalancha migratoria sin precedentes, creciendo la entrada de migrantes de forma exponencial. Pero no ocurrió. Durante el gobierno de Aznar (1999-2004) llegaron 14.849 inmigrantes al año, mientras que con Zapatero (2005-2010) arribaron a las costas españolas unos 15.559 al año. Aumentó muy poquito, nada de miles de migrantes “atraídos por una ley proinmigrantes”. Por eso cuando escuches a algún político o medio de comunicación hablando del efecto llamada ten muy claro que están tratando de manipularte.

Cristian Sima Guerra




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