La reforma del sistema electoral que defienden Podemos y Nueva Canarias volvería a dar la victoria a Coalición Canaria
Una simulación realizada por la Agencia Efe deja en evidencia el alcance real de la reforma
Después tantos meses vendiendo a la opinión pública canaria que el gran problema de las Islas se encontraba en el sistema electoral imperante, Podemos y Nueva Canarias pactan con el PSOE y el PP una propuesta que volvería a dar la victoria en escaños a Coalición Canaria si tenemos en cuenta los resultados de las elecciones de 2015. Pero no solo obtendría la mayoría ATI-CC, sino que el nuevo sistema refuerza a la derecha y al insularismo. Ciudadanos y el partido de Bravo de Laguna –Unidos por Gran Canaria-, entrarían también en el Parlamento con los resultados del 2015 en la mano.
Por otro lado, la ASG de Casimiro Curbelo se mantendría con 3 diputados; mientras que Román Rodríguez y su Nueva Canarias aparecerían como grandes perdedores del asunto, puesto que se quedarían con los cinco diputados que tienen.
La reforma electoral supone en líneas generales pasar de 60 a 70 diputados. De esos 10 nuevos diputados, Fuerteventura sumaría uno más, como compensación al aumento de población, y los nueve restantes se añaden a un colegio de restos, que se repartirían entre Tenerife y Gran Canaria. En lo que respecta a las barreras electorales, se pasaría -en principio- del 6% al 3% regional y del 30% al 15% insular.
Con estos resultados, se podrían configuran diferentes mayorías parlamentarias sin que la situación actual llegara a cambiar de forma sustancial. Teniendo en cuenta los pactos históricos mantenidos entre Coalición Canaria y otras fuerzas, vemos los siguientes escenarios posibles:
- Coalición Canaria + PP + ASG + UG: 36 diputados
- Coalición Canaria + PSOE: 36 diputados
Escenarios imposibles:
- Bloque de “izquierdas”: PSOE + PODEMOS + Nueva Canarias: 31 diputados (no llegan a los 36)
- Bloque de derechas sin Coalición Canaria: PP + Cs + UG: 17 diputados
El vacilón de la reforma electoral canaria
Llegados a este punto, nos queda claro que el asunto de la reforma de la Ley Electoral canaria ha sido una enrome cortina de humo con la que Podemos, Sí Se Puede y Nueva Canarias han pretendido justificar la carencia de propuestas programáticas reales a la hora de afrontar la deriva histórica y la crisis estructural que sufre el Archipiélago. La machangada de la reforma de la Ley Electoral ha dado vidilla y ha mantenido en la inopia a buena parte de los incondicionales de estas formaciones políticas, que -en última instancia- no dejan de sumar, por más que pretendan ser algo diferente, en el mismo bloque de la dependencia y el inmovilismo, junto con Coalición Canaria, el PSOE, el PP o ASG.
Al final, todas estas formaciones políticas nutren ese enorme bloque colonial parlamentario que -sin disidencias y sin alternativas en el horizonte- se encarga de la parte ornamental del poder en las Islas. Esta situación, sin una aparente solución, deja a la sociedad canaria atrapada en el “eterno retorno” a las mismas políticas de siempre: el asistencialismo para las grandes masas desposeídas, y el clientelismo para los sectores medios formados y los pequeños y medianos empresarios.
*Simulación realizada por la Agencia Efe.