Nuestro futuro es energético
Pagar la factura de la luz es prehistoria, sí quisiéramos.
Me gustaría contarles una historia, la historia de un pueblo rico que puede producir suficientemente energía como para abastecer a su población y que a ésta le salga tan barata como casi gratis. Un pueblo con industria, interesada por el bajo coste de su energía y su conectividad mundial.
Es la historia de Canarias, unas islas (“afortunadas”) donde el sol está presente todo el año y cuenta con más medios naturales como pueden ser el viento o el mar para producir toda la energía que se quisiera.
Pero ésta historia tiene un gran PERO, Canarias es hoy una colonia española. Esto implica que se aplican políticas a miles de kilómetros que van en contra de la realidad natural de las Islas, sin importar siquiera lo beneficioso que sería para la sociedad y sus gentes, sino también en contra del medio ambiente y el futuro. No les voy a contar lo que es evidente y todos conocemos del poder del negocio de los grandes…
Les voy a contar cómo estas islas pueden ser hoy energéticamente sostenibles.
La tecnología es un punto clave para esto, ya que generar energía hoy es muy fácil pero el problema reside en almacenarla. Las limitaciones de las baterías actuales la vemos de forma clara en cada uno de nuestros smartphones o aparatos electrónicos donde las baterías duran muy poco tiempo.
Es por ello que el anuncio por parte de Tesla de poner a la venta unas baterías económicas para hogares y negocios (Tesla Powerwall) ha revolucionado el mundo del autoabastecimiento al tener una verdadera oportunidad de almacenar la energía producida de fuentes renovables. Por supuesto, a los pocos días el Estado español prohíbe el uso de dichas baterías…
Un ejemplo de aplicación de autoabastecimiento de energía renovable fue hace poco un país de Europa con 80 millones de personas y una gran industria que consiguió por un día el 95% de su energía consumida procediera de fuentes renovables.
Sí, fue Alemania. Ese país donde “siempre” está nublado y sus amables ciudadanos vienen aquí a buscar nuestro clima y tranquilidad.
Pero no solo de sol y viento se puede generar energía. Tenemos el claro caso de El Hierro, donde se mezclan distintos tipos de nuevas tecnologías en materia de renovables e ingeniería.
También se puede aprovechar la energía geotérmica o una que a mí me parece muy interesante, la energía del mar (mareomotriz y undimotriz) que nos rodea y nos da vida. Un ejemplo de esto son las boyas que se están probando en Gran Canaria donde cada una puede abastecer a unos 750 habitantes sin impacto para el medio ambiente.
Todo esto tiene que ir acompañado de un cambio de sistema donde lo importante no sea tener grandes centros de generación de energía en cada isla, sino avanzar a que la red eléctrica esté lo más distribuida posible. Es muy importante porque se puede plantear un diseño en el que cada pueblo tenga su red eléctrica principal generada por recursos sostenibles locales o incluso que cada casa sea autosuficiente, y así poder evitar muchos problemas de distribución de energía y los tan famosos ceros eléctricosque todos los canarios conocemos.
Bonita historia. La historia de un pueblo obligado a no poder avanzar junto con el resto del mundo en la importancia de no depender de los combustibles fósiles en el futuro más cercano, el mañana.
Héctor M. Figueras Hernández