Ponencia estratégica de Alternativa Nacionalista Canaria (ANC): “CONFLUENCIA SOBERANISTA”
1- UN NUEVO ESCENARIO
En otros lugares del Estado y en Canarias tenemos recientes ejemplos de creación de candidaturas que han sabido aglutinar a mucha gente que hasta ahora se encontraba fuera de la actividad política, y que han cosechado buenos resultados electorales.
Como corriente política tenemos nuestros motivos para la desconfianza con este tipo de procesos que se han saldado históricamente con proyectos que nada tenían que ver con nuestros objetivos políticos. Sin embargo siendo conscientes de esto también debemos saber leer el momento, conocer las posibilidades a nuestro alcance y sobre todo saber posicionarnos ante el nuevo momento histórico.
Saber adaptarse en un nuevo contexto puede significar la diferencia entre la vida y la muerte de un proyecto, por eso es tan importante desarrollar siempre estrategias que nos permitan crecer y proyectarnos de cara al futuro.
Hoy la situación es la siguiente. El ciclo de protestas y de descontento social acumulado después de años de recortes se canalizó institucionalmente a través de Podemos, un partido españolista, centralista y socialdemócrata, que ha obtenido representación en ayuntamientos, cabildos y parlamento de Canarias. Buena parte de la masa crítica de las islas se convirtieron en sus votantes y militantes, incluyendo nuestro electorado y nuestro potencial electorado, e incluso antiguos compañeros y compañeras.
Esto se tradujo en nuestro descenso electoral, perdiendo varios miles de votos pese a presentar más candidaturas y en algunos casos con campañas con más recursos. Nuestro descenso electoral, quiérase o no, en este sistema democrático significa una derrota. Derrota que por supuesto no podemos atribuir solo a los nuevos actores, sino en la que nosotr@s mism@s hemos tenido un papel principal, por los defectos y problemas que conocemos y estamos tratando de resolver. Sin embargo convertirnos en un mejor partido no significa que desaparezcan las limitaciones externas.
Cabe la posibilidad de que este nuevo escenario, la apropiación de nuestro electorado y electorado potencial por partidos como Podemos continúe durante mucho tiempo. Cuentan con muchos más medios económicos, humanos, mediáticos y con una potente presencia institucional que les ha convertido en la oposición principal.
2- OTRAS EXPERIENCIAS
¿Qué podemos hacer para salvar esta limitación? ¿Cómo poder competir en una lucha tan desigual? Lo primero que debemos hacer es observar qué han hecho en otros lugares, o incluso en nuestro país, o incluso en nuestra propia organización.
Podemos canalizó el descontento social, pero no en todo el Estado por igual. En las comunidades con nacionalismos más fortalecidos y con más arraigo social se contó con experiencias previas que aprovecharon el momento. En Comunidad Valenciana, Cataluña, Euskal Herria o Galicia experiencias previas o confluencias al margen de la dependencia y sumisión limitaron la entrada de la nueva marca y la forzaron a reconocer y a asumir reivindicaciones propias. En esos territorios se disputan la hegemonía de la izquierda. En Canarias por regla general no encontraron limitaciones. Más bien al contrario, encontraron colaboración de fuerzas locales, facilitado por la ausencia de un movimiento nacionalista fuerte.
La excepción en Canarias la constituyó SOMOS LANZAROTE, una confluencia soberanista y plural, que pese a su reciente constitución se convirtió en la principal fuerza de oposición progresista de su isla, compitiendo con las marcas estatales. Excepción a la que han contribuido l@s compañer@s de ANC Lanzarote. Si bien es cierto las causas del éxito de SOMOS no se pueden reducir simplemente a su discurso o novedad, sino al cúmulo de diferentes circunstancias, como la trayectoria de la política insular, la apropiación del espacio de una fuerza política anterior -AC25M- que se había unido inicialmente, además de contar con un equipo humano preparado e incluso con presencia mediática. Unas particularidades que no se dan en el resto de islas, pero de la que sin embargo tenemos muchas cosas que aprender, sobre todo en comunicación y en modelo de convivencia con la pluralidad.
3- ¿CON QUIÉN CONFLUIR?
Confluir significa sumar, sabiendo respetar las diferencias. Hoy SOMOS, por su modelo y éxito, genera ilusión y se ha convertido en referente para muchos soberanistas en el resto de islas, que están dispuestos a sumarse a un proyecto similar.
La mayoría de éstos se encuentran actualmente desorganizados, y por una serie de motivos no nos han apoyado. Entre estos motivos se encuentran la desconfianza, los prejuicios, diferencias heredadas del pasado o simplemente que no les hemos logrado convencer, ya sea porque no se sienten reflejados en nuestro proyecto, no nos ven con suficiente fuerza o no les generamos la ilusión necesaria. Hay que tener en cuenta que muchas de estas personas podrían aportar las carencias, tanto en formación como de otro tipo, que tenemos ahora mismo.
También existen colectivos y partidos cercanos en ideas que nos consta están por la labor de unirse a una confluencia de este tipo.
4- ¿PARA QUÉ CONFLUIR?
Aparte de sumar a individuos y colectivos, que ya es importante para salir de la situación en la que nos encontramos, lo más importante que aportaría una confluencia es la capacidad de llegar y sumar a más personas, salvando el encasillamiento de nuestra definición ideológica y aumentando nuestro electorado potencial. Esta estrategia no se trata de un planteamiento cortoplacista que busca ampliar nuestros votantes en base a renunciar a nuestros principios. Muy al contrario, se trata de una estrategia que parte de la realidad actual de una sociedad canaria en la que las ideas independentistas son demasiado minoritarias como para que un partido tan posicionado como somos nosotros se traduzca en resultados suficientes para tener representación institucional. Se trata de una adaptación no con el objetivo de diluirnos, sino de generar un acercamiento paulatino, y por tanto la base social, que a largo plazo permitirá una mayor receptividad hacia posiciones independentistas y socialistas.
Además la creación de una confluencia permite la posibilidad de crear una marca (nombre y siglas) más atractiva, y poner en práctica muchas de las cuestiones que ya hemos acordado en materia de comunicación. Una vía que posibilita la combinación de la moderación discursiva desde la confluencia y la definición ideológica desde nuestro partido.
Y por encima de todo lo anterior, la confluencia permitiría no solo abrirnos un hueco en el espacio electoral, disputándolo con otras fuerzas progresistas, sino también disputárselo a los partidos de la oligarquía.
5- ¿CÓMO CONFLUIR?
La experiencia de SOMOS ya indica que buena parte del éxito depende inevitablemente de la realidad insular. Ya sabemos que las dinámicas de nuestra propia organización son diferentes según cada isla, porque en cada isla hay distintas trayectorias, personas, organizaciones y posibilidades. La formación de estas confluencias en sus primeros pasos debe partir desde esa realidad insular, aunque nos vertebremos en proyecto nacional.
Está claro que no solo basta con querer nosotros para que esto se haga realidad, tenemos que contar con los demás, tenemos que interactuar y producir un acercamiento con estas personas, llegar a una base programática y de principios en la que todos nos sintamos identificados, y que ya está adelantada por SOMOS. Es importante que tomemos un papel activo para comenzar cuanto antes las reuniones y acabar con actos públicos de presentación.
Se trata de un camino que como todos no estará libre de piedras. El ingrediente principal desde el principio para llegar a buen puerto es la humildad y la tolerancia, sin pretensiones de copar y controlar el nuevo espacio, ni de actuar como grupo de presión, pues al fin y al cabo el nuevo espacio será de tod@s, asambleario y democrático. Todo ello sin dejar de pisar fuerte y de estar vigilantes del rumbo del proyecto. Para que nuestras ideas crezcan tanto en el seno de la confluencia como en la sociedad debemos tener claro que se trata de una batalla dialéctica, de debate y argumentos.
Es posible que no en todas las islas y lugares se den las condiciones para que surja una confluencia, por lo que tendremos que valorar dado el momento la posibilidad de que ANC se presente en solitario en estos casos, ya sea como ANC o con la marca de la confluencia. Aunque lo preferible es que se centraran en la construcción de la confluencia, pues seguiría siendo un proyecto más atractivo y aglutinador.
6- CONFLUENCIAS LOCALES
No podemos olvidarnos de las realidades locales, la base de cualquier tipo de proyecto nacional. La razón por la que nos organizamos en comités locales.
Por el temor a la pérdida de nuestras ideas, por una excesiva confianza en nuestra anterior estrategia, por su falta de cumplimiento, así como falta de madurez política, perdimos la oportunidad de influir desde el principio en numerosas confluencias municipales, dándoles un carácter más autónomo e introduciendo nuestras reivindicaciones. Así en muchos municipios hemos aumentado nuestra marginalidad a costa del ascenso de estas plataformas en las que están inmersas las izquierdas estatales.
Pero realmente ¿por qué debemos tener miedo? ¿Por no tener suficientes argumentos como para defender nuestras ideas conviviendo con otras sensibilidades? Si no los tenemos para convencerles a ellos, no los tenemos tampoco para convencer a nadie. Si queremos convencer al «pueblo», ellos también son pueblo, son clases populares y políticamente los más progresistas.
Ya ha pasado el tiempo suficiente como para valorar con distancia el surgimiento de estas confluencias, y también qué hemos ganado o perdido de no participar en ellas. Es la parte de autocrítica que nos falta, aunque ya hayamos valorado nuestro aislamiento y a veces actitud hostil hacia otras fuerzas políticas progresistas, priorizando y estigmatizando la diferencia, sobre los puntos que tenemos en común.
Es una realidad que en muchos municipios estas confluencias han copado en su totalidad o en buena parte el espacio a la izquierda del PSOE, el que reclamamos. Es una realidad que son nuestros competidores principales en muchos municipios, y tal y como estamos ahora en recursos económicos y humanos, incluso siendo muy optimistas con el desarrollo de nuestro trabajo durante los próximos años para solventarlos, nos seguirán llevando ventaja. Por tanto, a nadie se le escapa que también serán competidores electorales de la confluencia soberanista que aquí se propone. La cuestión sería, ¿vale la pena realmente competir electoralmente con estas confluencias municipales, con todo el esfuerzo y recursos que conlleva? ¿O vale más la pena participar en ellas como uno más de los partidos que los componen y ejercer influencia? ¿Vale la pena que dentro de cuatro años presentemos otra vez en municipios candidaturas sin un apoyo real, mientras el resto de la izquierda local se encuentra agrupada? ¿Qué es lo más útil qué podemos hacer en este momento para que avancen nuestras ideas, al mismo tiempo que para asegurar una mejor gestión de nuestras localidades y hacer frente a las oligarquías locales?
Con respecto a participar o no en las confluencias municipales, propongo que sea una decisión condicionada. De ser aprobada la propuesta de confluencia soberanista, sería un espacio en el que se tendría que abrir este debate y a partir de ahí tomarse la decisión. En cambio de rechazarse la propuesta de confluencia soberanista, deberíamos también ya tomar una decisión sobre si participar o no en las confluencias municipales.
7- EL PAPEL DE ANC
Sin embargo esta estrategia de confluencia no significa que ANC solo existiría nominalmente dentro de esos espacios. De ser así nos estaríamos equivocando de lleno. ANC no es una sigla, se trata de unos principios y valores políticos, se trata del proyecto que entre todas y todos hemos definido (Ecologismo-Independentismo-Feminismo-Socialismo-Internacionalismo) que actualmente prácticamente solo defendemos nosotros en la política canaria. Un proyecto que ha escogido las elecciones como instrumento, pero que realmente es sobre todo ideológico. Es más, la actividad como partido y de nuestro proyecto es lo que nos permitirá tener siempre un seguro, pues siempre ante cualquier cambio de las circunstancias seguiremos estando organizados y nunca partiríamos desde cero de nuevo.
Desviar lo electoral hacia la confluencia no significa que nos centremos sólo en la actividad electoral, ni que tengamos un papel pasivo dentro de la confluencia para dedicarnos a otras cuestiones.
Dentro de la confluencia tendremos que demostrar con nuestro trabajo a l@s compañer@s y a la sociedad que es posible ser lo que somos mientras hacemos política real, que lo que pensamos no es solo necesario, sino posible.
Como partido tenemos que activar, reforzar y consolidar los órganos y grupos de trabajo que hemos construido en estos meses: mujeres en lucha, jóvenes, formación, cultura, comunicación, financiación y movimientos sociales, sin olvidarnos de las campañas por ejes temáticos. Durante muchos años hemos olvidado las necesidades básicas y vitales que tenemos para que podamos triunfar a largo plazo. La infraestructura económica y mediática, la mejora de nuestra preparación política, la importancia de otro tipo de colectivos y formas de hacer política.
En el fondo seguimos teniendo los mismos objetivos que hace unos años planteamos en el ¡Canarias Despierta! La necesidad del crecimiento y fortalecimiento a nivel municipal, comarcal, insular y nacional, para a partir de ahí influir y llegar a ocupar todos los espacios de poder en las islas, la hegemonía política y la consecución de una Canarias Libre desde y para la mayoría social.
Somos Canarias ¡adelante!